La prohibición de llenar las piscinas de las comunidades de propietarios en las zonas de Andalucía afectadas especialmente por la sequía y de permitir que lo hagan las de alojamientos turísticos, las públicas municipales, de clubes deportivos o sociales y de fines terapéuticos en centros sanitarios ha generado malestar.
Los vecinos de algunas comunidades que han conocido esta decisión de los comités de gestión de la sequía han expresado su malestar por la "discriminación" que considera que supone esta medida, según ha explicado este viernes el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, Manuel Jiménez.
Así, ha señalado que los vecinos aceptan que no se rellenen las piscinas al ser conscientes de la situación de escasez de agua que sufre la provincia, pero les resulta más molesto que sí pueda hacerse en las de los hoteles y recintos deportivos y no en las privadas, ya sean de viviendas unifamiliares o de comunidades.
El Colegio de Administradores ha emitido una circular con los acuerdos del comité de sequía, aún no publicado oficialmente y que no se conoce con detalle, pero por los que se va a prohibir el llenado y rellenado de piscinas en comunidades, lo que les permitirá adoptar estas medidas restrictivas con la seguridad jurídica que reclamaba.
Esta entidad valoró positivamente la aclaración sobre el uso del agua en piscinas de comunidades de propietarios y expresó que mantiene su compromiso con la administración pública para minimizar los efectos de la sequía.
La Junta de Andalucía se comprometió este jueves a estudiar la revisión de las medidas generales de ahorro de agua aplicadas si llueve lo suficiente, después de que las últimas precipitaciones ya aportaran 22 hectómetros cúbicos en las Cuencas Mediterráneas y 45 en la de Guadalete-Barbate.
Los comités de gestión de la sequía acordaron tener en cuenta las necesidades de los sectores productivos, industrial y turístico en los sistemas que se encuentran en situación de excepcional sequía y aportaron soluciones de equilibrio y eficiencia de los recursos hídricos, además de permitir llenar piscinas públicas municipales y de alojamientos turísticos. Jiménez ha explicado que algunos ayuntamientos han retirado o precintado contadores de agua de piscinas, lo que supone en la práctica tener que cerrar estas instalaciones.
Ha calificado de "valiente" la decisión del comité de sequía por su coste político, pues habrá vecinos que lo entiendan y otros que no, y cree que eso será definitivo, salvo que se revise si hay mucha lluvia, lo que considera improbable, por lo que hay que prepararse: "Las piscinas van a estar cerradas todo el verano".
En la provincia malagueña hay piscinas que por el clima funcionan todo el año, mientras que las de temporada iban a abrir a finales de este mes de marzo coincidiendo con la Semana Santa. Las piscinas que están llenas dejaran de funcionar tarde o temprano, según Manuel Jiménez, puesto que suelen perder cada día un 2 % de su volumen de agua (en un verano el aporte puede ser equivalente a rellenarla tres veces).
El rellenado con cubas directo al vaso de la piscina no permite que la instalación funcione de inmediato, ya que hay que tratar ese agua, y otra opción es instalar depósitos donde pueda ser tratada.
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