"Se espera una primavera lluviosa, lo que serían valores normales, porque en conjunto, junto con el otoño, son las dos épocas más lluviosas del año", ha asegurado este martes el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cataluña, Ramón Pascual.
Junto a la responsable de Climatología de la Aemet en la comunidad, Beatriz Téllez, han anunciado los datos del resumen climático de invierno y la predicción para la primavera durante una rueda de prensa celebrada en Barcelona.
Cataluña sufre la peor sequía de la historia y, si bien el frente de lluvias y nieve del pasado fin de semana ha dado un respiro, es totalmente insuficiente, puesto que las reservas de las cuencas internas han crecido solo medio punto porcentual y están al 14,7%.
Para las próximas semanas y meses, los dos expertos de la Aemet han augurado que la primavera será "notablemente cálida" y, si todo evoluciona como debería, con las lluvias esperables para esta época del año.
El delegado de Aemet ha aseverado, no obstante, que existe siempre cierta incertidumbre con las precipitaciones y la intensidad de las mismas que pueda haber durante la primavera, porque son difíciles los pronósticos a medio y largo plazo.
"Hay una dificultad asociada al método y al comportamiento atmosférico, que depende de muchas variables que impiden determinar en una parte de la península -en la que está Cataluña- cómo va a estar la situación", ha subrayado.
El papel de la nieve
Además de las lluvias que puedan venir, otro factor a tener en cuenta de cara a las reservas de agua es la fundición de la nieve que ha caído en estos últimos días, aunque el delegado territorial de la Aemet en Cataluña ha especificado que "se traducirá en un pequeño aumento" en los pantanos.
"Hay más nieve acumulada en el Pirineo de Lleida que en el Oriental, donde están las cuencas del Sistema Ter-Llobregat -el que nutre Barcelona y parte de Girona y que está en fase de emergencia-, y la cantidad de nieve está por debajo de la media", ha apuntado.
Asimismo, el meteorólogo ha especificado que las temperaturas elevadas, como se esperan en primavera, "favorecen la evaporación" de la nieve, de manera que queda menos agua para el deshielo que acabe en los ríos.
Así pues, si la subida de temperaturas se produce sin lluvias, "la situación empeorará", ha avisado.
Para revertir la sequía, ha apuntado el meteorólogo, "a veces, dos o tres episodios de precipitaciones cambian radicalmente la situación, como pasó con la borrasca Gloria en 2020".
"Un episodio de estas características, con el que cayeran más de 100 litros por metro cuadrado, podría revertir esta situación de sequía de golpe", ha destacado Pascual.
Otra fórmula señalada por el experto sería que hubiera distintos episodios como los del pasado fin de semana, con lluvias de entre 40 y 80 litros por metro cuadrado, de forma persistente.
Pero de momento no se atisban fenómenos de estas características: "Las reservas de agua son inferiores al 15 %, algo que solo puede cambiar muchos episodios similares a los de estos últimos días o vientos de levante, que están muy ausentes del panorama", ha indicado.
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