Comprar productos ya utilizados ha dejado de darnos vergüenza, los precios no paran de subir y la compraventa de segunda mano, también conocida como 'recommerce', es cada vez más frecuente entre los consumidores. Tan solo en 2023, esta práctica generó más de 5.500 millones de euros en España, según datos recogidos por Milanuncios.
Lejos de estar cerca de su fin, el 'recommerce' continúa en auge con previsión de crecer entre un 15% y un 20% anual a nivel global hasta 2026, según la consultora Boston Consulting Group. Tanto es así, que muchas de las grandes marcas han apostado por este tipo de mercado.
"Esta nueva forma de comercio se consolida cada vez más en nuestro país, provocando que las empresas no quieran perderse ese 'trozo del pastel' y entren de lleno a incluirlo en sus tiendas", explica a 20minutos Susana García, profesora de EAE Business School.
Decathlon, Zara, Apple e incluso Ikea, son algunas de las compañías que se han sumado a esta iniciativa. Los clientes ponen a disposición de la marca productos que han comprado con anterioridad en esta y, a cambio, reciben un cheque con dinero para gastar en sus tiendas. Después, la compañía vende estos productos en un apartado especial dentro de sus páginas webs con descuentos que, en ocasiones, superan el 50%.
Según la profesora, las marcas quieren formar parte de este movimiento porque saben que "es ahí donde están los consumidores". Además, "consiguen crear una imagen de empresa sostenible preocupada por el planeta y este tipo de servicios puede provocar una mayor lealtad de los clientes a la marca", cuenta Susana García.
¿Cuál es su percepción sobre la efectividad de las medidas europeas de protección de los consumidores?
¿Cómo se benefician los consumidores?
El 'recommerce' conforma un modelo de mercado en el que ambas partes ganan. "El vendedor se beneficia de la confianza y reputación de la plataforma a través de la cual ofrece sus productos, y el comprador asume cierta garantía al hacerlo a través de ella", explica a este diario la experta.
Esta alternativa de compra ofrece a los consumidores la posibilidad de adquirir los mismos productos que comprarían en la tienda, pero por precios más bajos. Aunque esa no es la única ventaja, "el consumidor asume que estando una marca detrás la compra, se garantiza una mayor calidad de los productos", afirma García.
La seguridad es uno de los aspectos más importantes a la hora de comprar y más si se hace por Internet. Según la profesora de EAE Business School, comprar productos de segunda mano respaldados por una marca, "puede suponer, para un perfil de consumidor más reticente, una garantía sobre el producto adquirido".
"Hay que educar al consumidor para que conozca los detalles, y vaya perdiendo el miedo a probar este tipo de compra-ventas", afirma Susana García quien cree que "es cuestión de tiempo que los consumidores adopten el hábito de vender y comprar a través de las marcas, tanto si ya lo hacían en de plataformas consumer to consumer como Wallapop, como si nunca se habían atrevido a hacerlo por falta de confianza".
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