Tras el acuerdo alcanzado en noviembre del año pasado entre el Gobierno central y la Junta por Doñana, ambas administraciones vuelven ahora a intentar unir fuerzas para luchar contra la sequía en Andalucía. Los primeros pasos los dieron ya la semana pasada la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente andaluz, Juanma Moreno, en una conversación telefónica, en la que se emplazaron a reunirse presencialmente para concretar actuaciones. Y ese encuentro se producirá dentro de dos semanas.
Será el próximo 22 de febrero, en el palacio de San Telmo de Sevilla, sede de la Junta, donde ambos dirigentes tienen previsto establecer un "calendario" de intervenciones una vez que los equipos técnicos detecten los "elementos conflictivos" y delimiten las responsabilidades de cada administración y qué actuaciones se pueden hacer conjuntamente y cuáles por separado.
Fuentes de la Junta insisten en que no quieren una "guerra del agua" con el Gobierno central, sino llegar a acuerdos y colaborar para paliar la falta de agua, una senda de diálogo que el presidente Moreno ha bautizado como la "vía andaluza" y que ya este miércoles se plasmó en el Parlamento andaluz, cuando PP y PSOE votaron conjuntamente a favor del cuarto decreto de la Junta contra la sequía, que también apoyó Vox, frente a la abstención de Por Andalucía y el voto en contra de Adelante.
También en la Cámara andaluza, la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha recordado este jueves que las "reuniones semanales" que su equipo mantiene con el Gobierno central, con el que ha augurado "entendimiento en las medidas de emergencia", al tiempo que ha valorado la labor del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, frente a la sequía en Andalucía.
Fondo europeo y barcos con agua
Serán muchos los temas que Ribera y Moreno aborden el próximo día 22, entre ellos, probablemente, la petición que ha hecho el presidente de la Junta al Estado para que solicite oficialmente el Fondo de Solidaridad de la Comisión Europea frente a catástrofes naturales. Una medida, sin embargo, sobre la que la ministra ya se pronunció en contra, al considerar que este mecanismo "no es la solución".
Sobre la mesa se espera que también esté la alternativa de que lleguen barcos con agua desalada a Andalucía, tal y como el Gobierno ya ha acordado con la Generalitat catalana. Moreno ha asegurado que no descarta pedirlo y Ribera se ha mostrado abierta a esta posibilidad, aunque ha insistido en que se trataría, en el caso de ambas comunidades, de una solución que "no es sostenible en el tiempo".
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