Desarrollan una mutación genética de linfocitos T capaz de multiplicar por 100 su potencial para atacar cánceres incurables

Imagen de micrografía de un linfocito T humano del sistema inmunitario.
Imagen de un linfocito T humano del sistema inmunitario.
NIAID
Imagen de micrografía de un linfocito T humano del sistema inmunitario.

Un equipo de científicos estadounidense ha logrado desarrollar una nueva técnica que consigue que los linfocitos T, que tienen un papel clave en el sistema inmune del cuerpo humano, puedan ser hasta 100 veces más potentes para conseguir acabar con células cancerígenas. 

La investigación, que ha sido publicada por la prestigiosa revista Nature este miércoles, ha sido desarrollada por la Universidad de Northwestern, en el estado de Chicago, junto con la Universidad de California, en San Francisco. Según han explicado sus autores, hasta ahora los cambios genéticos en este tipo de células solo servían para acabar con cánceres que afectaran a la sangre o a la médula ósea. Sin embargo, el estudio ha demostrado que ahora esto es también posible con los tumores que afectan a la piel, los pulmones o el estómago, gracias a la introducción de un nuevo gen. 

Por el momento, estas nuevas células solo se han probado con ratones de laboratorio, pero los resultados son muy prometedores y no han producido efectos secundarios. "Hemos encontrado una forma para aumentar la potencia que ha funcionado en todos los modelos que hemos probado. Aumenta drásticamente la capacidad de las terapias adoptivas con células T para persistir, prosperar y eliminar células tumorales", ha explicado Jaehyuk Choi, profesor asociado de Dermatología y Bioquímica y Genética molecular en la Universidad de Northwestern. 

Por ello, el equipo ha anunciado que ya se han puesto a trabajar para aplicar los positivos resultados en humanos. Además, esperan que este tipo de estrategia sirva para desarrollar inmunidad a largo plazo contra el cáncer. 

Estudiaron las células cancerígenas

Para que las células tuvieran más potencia, los científicos aseguran que recurrieron a observar la propia naturaleza. Así, estudiaron qué era lo que hacía que las células tumorales fueran más fuertes, con la idea de utilizarlo como "arma". De esta forma, los investigadores examinaron a pacientes con linfoma de células T, un tipo de cáncer originado a partir de los linfocitos T que se manifiesta con lesiones cutáneas.

En palabras de Choi, buscaban el "superpoder" que hace que las células cancerígenas sean tan fuertes. Estas, explican, son capaces de crear un entorno que las mantiene con oxígeno y nutrientes, haciendo que el propio sistema inmune las defienda en lugar de atacarlas. Así, tras estudiar 71 mutaciones de estas células, los científicos consiguieron aislar una e identificar un gen mutante que luego introdujeron en células T normales. Con él, estas consiguieron ser 100 veces más potentes para matar células tumorales. 

"Descubrimos la mutación original en una célula T CD4+. En un sorprendente giro de los acontecimientos, esta mutación, cuando se expresa en una célula T CD8+, le confiere capacidades especiales, en particular la capacidad de crear células T CD8+ con capacidades únicas; en este caso, las hacen capaces de efectuar cosas que normalmente solo pueden hacer las células T CD4+", cuenta Choi. 

"Creemos que esto tiene el potencial de funcionar en todos los tipos de cáncer, porque aumenta la persistencia y la potencia de las terapias con células T. No hemos visto ningún tipo de cáncer para el cual esto no haya funcionado todavía", ha añadido. 

Los científicos se muestran así muy esperanzados con los resultados "Funciona mejor que cualquier cosa que hayamos visto antes", concluye el doctor Choi. Además, esta terapia genética puede incorporarse a tratamientos para muchos tipos de cáncer. También podría, señalan, beneficiar a los pacientes que tienen un mal pronóstico, porque las terapias celulares son "medicamentos vivos" que viven y crecen dentro del paciente. 

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