Sumar se pone de perfil ante la nueva crisis entre PSOE y Junts por la ley de amnistía

La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz junto al decano de de la facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Contreras, en Ciudad de México.
La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz junto al decano de de la facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Contreras, en Ciudad de México.
EFE
La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz junto al decano de de la facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Contreras, en Ciudad de México.

Sumar intenta evitar que le salpique la crisis desatada por la decisión de Junts de torpedear, al menos por el momento, la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso. La formación lleva meses manteniendo un perfil bajo en un asunto que, al inicio de las negociaciones con Junts para formar Gobierno, quiso abanderar, pero que fue dejando en un segundo plano con el paso de las semanas para centrar su discurso en asuntos de corte social. Y, tras la derrota parlamentaria que sufrió el Ejecutivo el martes, Sumar tampoco ha levantado la voz y ha mantenido un tono mucho más contenido que el PSOE con respecto a la decisión de Junts.

Buena prueba de que Sumar quiere pasar de puntillas por un asunto del que, entiende la formación, solo pueden salir malparados, es que la líder de la coalición, la vicepresidenta Yolanda Díaz, evitó estar presente en la tensa votación de este martes en el Congreso. Díaz lleva varios días en un viaje institucional en Ciudad de México, y el martes lo dedicó a participar en un coloquio sobre "Derechos laborales para un mundo en transformación" celebrado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y a reunirse con su homólogo mexicano en el Ministerio de Trabajo de ese país, Marath Baruch Bolaños.

Lo cierto, no obstante, es que no es la primera vez que Sumar pone distancia con la ley de amnistía, en parte por su propia estrategia y en parte porque es el PSOE el que tomó desde el principio las riendas de la negociación con Junts. De hecho, tanto las modificaciones que se pactaron en el texto de la ley de amnistía la semana pasada como las que no se han incluido esta semana —y por las cuales los de Carles Puigdemont han torpedeado el texto— las han negociado directamente los socialistas con los independentistas catalanes, sin que Sumar haya tenido un papel destacado.

En esta línea, este martes la coalición evitó hacer declaraciones altisonantes sobre la crisis abierta con Junts para no inflamar más las relaciones entre el Gobierno y los independentistas, que pasan por uno de sus momentos más bajos desde el inicio de la legislatura. La portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal, se limitó a pedir a Junts "responsabilidad" y, aunque admitió que hace falta una ley de amnistía "que sea segura y estable", también deslizó que es necesaria "una mayoría de Gobierno que sea responsable". "Todos vamos a tener que hablar, todos nos vamos a tener que mover, pero en cualquier caso creo que lo más importante es la responsabilidad que ayer faltó", planteó Vidal.

Una reforma del Código Penal

Quien más abiertamente se ha mostrado partidario de retocar la proposición de ley de amnistía, un extremo que rechaza el PSOE, es el negociador jefe de Sumar con los independentistas, Jaume Asens, que tiene línea directa con Puigdemont. Asens criticó sin ambages la decisión de Junts de votar contra el texto legal y avisó de que "cuando tensas mucho la cuerda, se puede romper", pero también planteó la necesidad de "encontrar un punto intermedio, porque no sirve de nada tener una ley que sea parcial, que no cubra a todo el mundo, pero tampoco sirve de nada tener una ley que tumbe el Tribunal Constitucional".

Para alcanzar este punto intermedio, Asens puso encima de la mesa una fórmula que conllevaría dejar tal y como está redactada la ley de amnistía —es decir, rechazar las enmiendas de Junts— para, a cambio, modificar el Código Penal para acotar de manera mucho más clara los delitos de terrorismo. Bajo el punto de vista del negociador de Sumar, esa reforma serviría para determinar los límites de un delito que "está definido de una forma en el Código Penal español muy difusa, que permite muchas interpretaciones". Y, a efectos prácticos, dificultaría que Puigdemont fuera encausado por terrorismo por sus acciones durante el procés.

No obstante, ningún dirigente de Sumar ha hecho suyas estas propuestas de Asens para destensar la relación entre PSOE y Junts, y Díaz mantuvo durante todo el día silencio sobre lo ocurrido el martes en el Congreso. La presión al partido de Puigdemont vino, especialmente, desde el PSOE y también por parte de ERC, que se sumó a las críticas contra Junts y espetó a su rival en el campo independentista que "no se puede jugar con fuego". El martes "perdieron miles de personas encausadas" y ganaron "los jueces", criticó la vicepresidenta del Govern catalán, Laura Vilagrà.

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