El primer ministro de Francia promete menos trabajadores con el salario mínimo y desatascar la vivienda

El Primer Ministro francés, Gabriel Attal, durante un discurso en la Asamblea Nacional de París.
El Primer Ministro francés, Gabriel Attal, durante un discurso en la Asamblea Nacional de París.
EFE
El Primer Ministro francés, Gabriel Attal, durante un discurso en la Asamblea Nacional de París.

El primer ministro de Francia, Gabriel Attal, ha anunciado este martes entre sus prioridades que hará reformas para reducir el número de trabajadores en el umbral del salario mínimo y para desbloquear la vivienda con medidas de choque que eleven la oferta, como requisar edificios vacíos. Así, ha hecho hincapié en el valor del trabajo y ha avanzado reformas en el sistema de desempleo.

"No podemos aceptar una Francia en la que muchos están condenados a quedarse próximos al salario mínimo toda su carrera", ha aseverado Attal en un discurso en la Asamblea Nacional en el que ha presentado de manera general las que serán las principales líneas de acción de su gobierno, inaugurado el pasado 9 de enero.

Pero sobre todo ha recalcado la "paradoja" de que Francia tiene el orgullo de contar con un salario mínimo notablemente más alto que sus vecinos europeos (1.766,92 euros mensuales por jornada completa), a la vez que el problema de que, en comparación, una mayor proporción de empleados se encuentran en ese nivel o muy próximos.

Por ello, el primer ministro ha anunciado reformas para recompensar mejor el trabajo, que aparecerán en la próxima ley de finanzas. Se basarán, según ha indicado, en las "propuestas de los parlamentarios, los actores sociales y una serie de trabajos de expertos actualmente en curso".

La vivienda fue otro de los asuntos destacados de la intervención de Attal, un sector que, según ha admitido el primer ministro, necesita desbloquearse con un shock de oferta. Entre las medidas que ha citado para lograr el aumento de viviendas en el mercado, mencionó la posibilidad de requisar edificios vacíos, en particular los de oficinas.

Del discurso de Attal también han sobresalido anuncios como la promesa a los agricultores de que habrá una "excepción francesa" para calmar los ánimos del sector en medio de las actuales protestas; un compromiso firme de "desburocratizar" Francia o que se experimentará con jornadas laborales de cuatro días en los ministerios.

Respecto a la educación, Attal ha recordado los disturbios del verano pasado y ha puesto sobre la mesa medidas de mano firme, como imponer trabajos de interés general a los padres que se desentiendan de los menores delincuentes, pero también sanciones de servicios comunitarios educativos para los menores de 16 años. En paralelo, para los padres que no logran enderezar a sus hijos, el Estado sugerirá el ingreso en un internado.

Defensa de Europa y "ecología popular"

Al presentar sus prioridades como primer ministro, Attal se ha dirigido con frecuencia a las clases medias y ha apelado sin ambages al orgullo y la grandeza de la identidad francesa, que no permitirá que "se diluya", pese a las sucesivas crisis y la incertidumbre. Su propio nombramiento como primer ministro siendo "abiertamente homosexual", ha recordado, es "la prueba de que nuestro país se mueve, de que la mentalidad evoluciona”.

Attal ha confirmado que en los próximos meses habrá propuestas legislativas en asuntos muy esperados como la eutanasia, y ha defendido el enfoque de la transición ecológica impulsada por el presidente de la República, Emmanuel Macron, en temas como la apuesta por la energía nuclear.

En particular, ha hablado de una ecología "popular" que exija a cada uno según sus medios. "No vamos a hacer que la ecología vaya en contra de la gente", ha asegurado Attal. También, en un 2024 que traerá elecciones al Parlamento Europeo, el primer ministro ha indicado que, en el seno de la Unión Europea, aunque no sea todo perfecto, la potencia de Francia se multiplica. "Menos Europa significa menos poder para Francia".

En ese contexto ha fustigado al antieuropeísmo de la extrema derecha de Marine Le Pen (que encabeza las encuestas para esos comicios de junio) por hacer del bloque continental el "chivo expiatorio" de todos los problemas. "No puedes querer irte de Europa a menos que quieras servir a otro país, a otra potencia", ha acusado.

En la oposición, el discurso de Attal -en el que también hubo llamamientos a sobreponerse a los intereses partidistas de cara a una legislatura sin mayorías absolutas- no ha convencido ni a la izquierda ni a la derecha.

Desde La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon ha acusado al primer ministro de haber dado el discurso de política general "más reaccionario en un siglo", mientras que los conservadores de Los Republicanos acusaron al Gobierno de traicionar su pacto con ellos respecto a la reforma de la ayuda médica del Estado para los inmigrantes irregulares.

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