Ha tomado el relevo de dos carteras que antes dirigían Ione Belarra y Alberto Garzón y quedaron muchas cosas en el tintero en la legislatura pasada. ¿Cuál es la más urgente?La prioridad número uno en nuestra agenda es la ley de familias, cuya tramitación queremos empezar en las próximas semanas, que va a suponer un hito en la protección social en España. Va a reconocer por ley todos los tipos de familias que ya existen en el país, va a homologar los derechos de las parejas de hecho a las de los matrimonios. Va a reforzar la protección a las familias monomarentales, y creemos que supone una muy buena oportunidad también para cumplir algunos de los compromisos que llevamos en el acuerdo de Gobierno en materia de ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, por ejemplo.

En esa ley está incluido el permiso de ocho semanas para padres. ¿Va a convertirlo en un permiso retribuido durante toda su duración?El compromiso que tenemos con Bruselas es que, antes de agosto, debemos remunerar cuatro de esas ocho semanas. La posición del Ministerio y la de Sumar es que debemos alcanzar las cuatro semanas remuneradas y ampliar cuanto antes el permiso de maternidad y paternidad a 20 semanas.

Y si no llega a estar en vigor en agosto por la tramitación parlamentaria, ¿el Gobierno se plantea aprobarlo por decreto?
El objetivo es llegar a tiempo. Sería lo idóneo, pero en todo caso el compromiso que tenemos es que antes de agosto debe estar en vigor. Con ese horizonte trabajamos.

Cuando se impulsó la ley de familias en la anterior legislatura hubo malestar por parte de las familias monomarentales con un solo hijo, que se sintieron excluidas. ¿Contemplan un cambio?Espero que en la tramitación parlamentaria podamos retomar esta conversación. Desde luego, la posición del Ministerio es que habría que extender todo lo posible la protección a las familias monomarentales.

Estarían entonces de acuerdo en reconocer a las monomarentales con un solo hijo en la ley.Mi posición es que sí, aunque necesitamos tener mayoría parlamentaria para hacerlo. Pero debemos ser capaces de tejer consensos para aprobar ese cambio.

El martes se aprobó el cambio de sistema de las ayudas a las familias con menores a cargo, que recibirán ahora las tarjetas monedero canejables en supermercados. ¿Qué se busca?La medida dignifica la provisión de asistencia material y aumenta la libertad de las familias, que van a comprar en un supermercado lo que decidan, en lugar de recibir una bolsa después de hacer una cola. Y, sobre todo, permite acceder a productos frescos, fruta y verdura, lo que antes no era posible por la naturaleza del sistema de reparto en bolsas.

Algunos bancos de alimentos han criticado el programa porque quedarán fuera familias en situación de vulnerabilidad.La Comisión Europea, por los altos índices de pobreza infantil que hay en España, nos requirió intervenir específicamente para paliar este problema. Por eso el programa se dirige a familias con hijos, lo que no quiere decir que haya otro tipo de personas que se vayan a quedar fuera. Este programa se financia con fondos estatales, y hay todo un tramo autonómico que liberamos para que las comunidades puedan cubrir otras necesidades.

¿Será compatible con las tarjetas monedero que ya tienen algunos ayuntamientos?Este programa no va a absorber otros, los va a complementar. A partir del año que viene, las comunidades podrán hacer la radiografía de las necesidades que tienen y ponerlo en marcha.

Otro de sus compromisos es una reforma del sistema residencial. ¿Tiene el Estado suficientes recursos como para llevar el cuidado de dependientes a sus casas?Necesitamos una revolución del modelo de cuidados, tanto para las personas cuidadas como para las que cuidan, que son esencialmente mujeres que tienen que ver mejoradas sus condiciones laborales y socioprofesionales. La solución no puede ser la de seguir construyendo macroinfraestructuras para institucionalizar a las personas. La gente tiene que estar en su domicilio mientras sea posible.

¿Se va a plantear como requisito a las comunidades para acceder a esos fondos que la implantación del nuevo sistema sea 100% público? Hay autonomías que tienen externalizada la gestión de la dependencia...
Nosotros somos firmes defensores de una gestión 100% pública del sistema de la dependencia. Ahora bien, lo que estamos abordando es una transición hacia un nuevo modelo que debe ser viable y capaz de suscitar un consenso político que ya existe en la sociedad. El mapa político actual es complejo, pero hay temas que tienen que estar por encima de la disputa política, y vamos a plantear una hoja de ruta que sea asumible por todos los actores.

¿Qué implica ese cambio de modelo, más allá de las residencias?Las residencias son solo una pata. Hay otra que tiene que ver con los permisos, porque necesitamos tiempo para cuidar y para cuidarnos. Otra tiene que ver con la educación infantil, cuya universalidad debemos garantizar en la enseñanza pública.

¿Cómo se aborda toda esa transición?La ley de familias es una vía, junto a otras normas, como la de Servicios Sociales. La ley de cuidados, que prevemos aprobar para la segunda parte de la legislatura también va a ser clave. Y vamos a presentar la estrategia de desinstitucionalización [del sistema de residencias] y la primera estrategia nacional contra la soledad no deseada.

¿Cuál es su prioridad en materia de Consumo?Vamos a tramitar la Ley de Servicios de Atención a la Clientela de manera inminente. Las empresas no pueden hacer perder el tiempo a la gente: se va a establecer la obligación de atender las reclamaciones en un plazo máximo de 15 días y se va a fijar un plazo máximo de espera de tres minutos para las consultas telefónicas. Se acabó el tener que estar escuchando una musiquita durante horas. Además, será obligatorio que te atienda una persona si así lo eliges.

También quedó pendiente regular la calidad de los menús de los comedores escolares.Tenemos que proteger a los niños, particularmente vulnerables frente a la inseguridad alimentaria y la obesidad, y los comedores escolares son un lugar clave para garantizar y asegurar una nutrición equilibrada. También vamos a retomar el proyecto para controlar la publicidad dirigida a niños, especialmente de los alimentos no saludables. No puede ser que nuestros niños estén expuestos a técnicas publicitarias que puedan fomentar el desarrollo de hábitos nocivos. Está demostrado, además, que son las familias más vulnerables quienes se ven más expuestas a los efectos nocivos de este tipo de este tipo de publicidad.

Ha vuelto a la política después de casi cinco años alejado de ella para formar parte de un partido nuevo. ¿Qué le ha hecho cambiar la decisión de alejarse que tomó en 2019, cuando salió de Podemos?Yo viví la pandemia en los EEUU de [Donald] Trump. A continuación, estuve trabajando en la universidad en la Italia de [Giorgia] Meloni, y he visto lo que es la alternativa. No es lo que quiero para mi país, y no es lo que quiere mi país, porque el 23 de julio lo dijo alto y claro contra todo pronóstico.

Sus excompañeros de Podemos fueron relegados en Sumar y posteriormente decidieron romper con el grupo parlamentario. ¿Qué opinión le merece?Lo lamento, pero creo que todos los actores debemos tener muy claro cuál es el mandato que salió de estas elecciones, que es avanzar en la agenda social y construir un país con más derechos y más bienestar. Todos nos debemos a eso, y tenemos que supeditar los intereses particulares a ese objetivo. La tarea del Gobierno va a ser construir las mayorías para poder avanzar en esa agenda, y yo voy a trabajar con todos los actores para ello.

Por el momento ya ha habido un primer decreto, el de la reforma del subsidio para desempleados, que no ha salido adelante por falta de entendimiento. ¿Cree que Yolanda Díaz ha gestionado bien su relación con Podemos?Creo que lo que sucedió en la votación fue muy desafortunado e incomprensible para nuestra propia base social, pero la lección que debemos sacar es a futuro. Tenemos que construir las mayorías parlamentarias para sacar adelante una agenda transformadora. A eso nos debemos ceñir.

¿Entonces se negoció correctamente con Podemos el decreto?Ese decreto fue el resultado de meses de arduas negociaciones, y recogía importantísimas conquistas y avances sociales. Pero, aún así, creo que no debemos quedarnos en ese episodio y que debemos enfocar la mirada hacia adelante, porque tenemos vocación de que esta legislatura dure cuatro años.

Sumar va a celebrar su asamblea constituyente el 23 de marzo. ¿Por qué es necesario un nuevo partido de izquierdas a nivel estatal?Sumar es un actor político ya consolidado. Fue clave para que el 23 de julio pudiéramos reeditar un Gobierno de coalición progresista. En esta asamblea, Sumar va a generar los mecanismos y los cauces de participación democrática que hagan que, como actor político, pueda abordar los inmensos retos que tenemos por delante. Es una magnífica noticia para la democracia española.

¿El objetivo es que todas las formaciones que ahora forman parte de la coalición se disuelvan dentro de Sumar?Eso lo decidirán las organizaciones, pero es un ejercicio de salud democrática que Sumar se vaya a establecer como una fuerza de referencia.