El gato highlander, cuyos orígenes se remontan a la década de 1990, surge del cruce de dos razas felinas que a su vez proceden de hibridaciones con especies salvajes: el jungle curl (curl americano y gato de la jungla o Felis chaus) y del caracat (caracal y abisinio). Posteriormente, se introdujeron otras razas domésticas en el proyecto, como el bobtail americano y gatos sin raza.
Sin embargo, el highlander no tiene ni una gota de las especies salvajes de sus antepasados, ya que para el programa de reproducción se usaron ejemplares entre las razas fundadoras a partir de la quinta generación, lo que ya los convierte en gatos domésticos genéticamente hablando.
No fue hasta el año 2005 que recibieron su nombre definitivo y en 2008 obtuvieron el título de raza en fase preliminar por TICA. En 2022, el highlander también fue aceptado por la Asociación Americana de Criadores de Gatos (ACFA), hasta el momento ambas son las únicas asociaciones felinas que han admitido el registro de esta nueva raza.
Diversos criadores están introduciendo la polidactilia (más dedos de los habituales) en las líneas de highlander, un rasgo bastante común en la población de gatos callejeros de Norteamérica y que asocian con los gatos asilvestrados y salvajes.
Aspecto salvaje y temperamento muy afectuoso
El highlander es un gato de una apariencia muy robusta y fuerte, con una maduración lenta en la que no alcanzan su desarrollo físico definitivo hasta los 3 años. Pero a nivel de comportamiento y personalidad, son gatos extremadamente cariñosos, tranquilos, dóciles y divertidos.
Son aptos para la convivencia con cualquier otro animal presente en el hogar y con niños de todas las edades. La salud del highlander, hasta el momento, se considera muy buena y no presentan ninguna enfermedad congénita, si bien se trata de una raza tan reciente que apenas nos encontramos aún con la primera y segunda generación de gatos highlander y habrá que esperar más décadas para realizar una mejor valoración.
No obstante, los programas de cría del highlander siguen abiertos y se continúa seleccionando a los ejemplares más adecuados para proteger y mantener sanas las líneas de sangre.
TICA admite dos variedades de highlander: de pelo corto y de pelo semilargo. Los únicos colores admitidos en el estándar son el tabby, con todos sus patrones, y el colourpoint, siempre que las puntas de color sean tabbies.
Para ampliar información sobre la raza se recomienda contactar con la mencionada TICA (La Asociación Internacional de Gatos), con sede en Estados Unidos, que a su vez también cuenta con un listado de los criadores homologados en el continente americano. Proponemos que se considere la adopción responsable o convertirse en casa de acogida y ayudar, así, a las instalaciones de recogida de animales y brindar un entorno más cálido y positivo a los gatos sin hogar que tanto lo necesitan.
Comentarios