El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha arremetido este viernes contra el Partido Popular y Junts después de que parlamentarios de ambos partidos señalaran a varios jueces con nombres y apellidos y los acusaran de cometer ilegalidades en el ejercicio de su cargo. "Somos testigos de frecuentes e injustos intentos de deslegitimación del Poder Judicial. Lo vimos el martes en el Congreso y en el Senado, por favor, rebajen la tensión, déjennos en paz" ha señalado Guilarte en presencia del ministro de Justicia, Félix Bolaños, desde la sede del Consejo.
Además, Guilarte ha lanzado una advertencia a sus compañeros del Consejo. "Desde dentro también asumamos nuestra neutralidad, a menudo distorsionada. La independencia judicial es bidireccional", ha apuntado, "no a las injerencias suyas en lo nuestro, pero tampoco a las nuestras en lo suyo". Guilarte ha puesto de relieve el "efecto devastador" de estos episodios y ha pedido que "ningún poder del Estado" sea cómplice de "estas campañas, ni con sus actitudes ni con sus silencios".
Se ha referido igualmente a las comisiones parlamentarias pactadas por PSOE y Junts para detectar (según recogía su acuerdo de investidura) supuestos casos de lawfare. "Ningún juez puede ser emplazado por comisión alguna para justificar en una sede extravagante su proceder jurisdiccional", ha apuntado a este respecto. De ocurrir esto, ha proseguido, tendría lugar un choque "brutal" entre poderes del Estado "necesariamente llamados al respeto mutuo, nunca a la confrontación".
Así, el presidente interino ha vuelto a llamar a "diluir la tensión" y emprender el "camino de la concordia", aunque ha reconocido que esta senda no goza "de excesivos transeúntes". Por último, Guilarte ha reiterado sus llamados a renovar el CGPJ, caduco desde hace más de cinco años, para que la ciudadanía pueda seguir confiando en las instituciones. Ha pedido, como en anteriores ocasiones, que la renovación sea "adecuada" y tenga por objetivo formar un consejo "más independiente" que pueda "destinar íntegramente sus afanes a los fines que le son propios".
Dos parlamentarios en el ojo del huracán
La tensión entre el Poder Judicial y los poderes Ejecutivo y Legislativo llegó a puntos insospechados el pasado noviembre a raíz del pacto entre el PSOE y el partido de Carles Puigdemont, pero dos parlamentarios demostraron el martes que la cosa podía empeorar aún más. De un lado, la portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Miriam Nogueras, que señaló desde la tribuna a varios jueces del Tribunal Supremo, los llamó "personajes indecentes" e indicó que "en un país normal" serían juzgados.
Del otro, el senador José Antonio Monago, que atribuyó al juez de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada "el mayor caso de lawfare de la historia política de España" en referencia a sus actuaciones en el caso Gürtel. Tras estas dos declaraciones, diversos actores del Poder Judicial han ido mostrando su rechazo a los señalamientos de jueces en sede parlamentaria, hasta que este viernes Guilarte ha lanzado (probablemente) la crítica más dura de todas.
La próxima semana, el Pleno del Consejo debatirá, no solo sobre las "inadmisibles declaraciones" vertidas sobre varios jueces, también sobre las comisiones parlamentarias del lawfare, "nombradas con la indisimulada intención de criminalizar la labor judicial", según denunciaron este jueves varios vocales conservadores.
Toda esta situación ha puesto también en el foco a Félix Bolaños, ministro de Justicia, que pese a su insistencia en afirmar que defenderá la independencia y reputación del Poder Judicial, ha sido señalado por fuentes del CGPJ por su "inacción", según ha podido saber este periódico. La difícil situación del ministro quedó patente esta semana cuando el presidente del Supremo canceló (y luego reagendó) un encuentro que se iba a producir entre ambos, justo después de conocerse los ataques de Junts.
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