Un español que quiera acudir a su médico de cabecera tendrá que esperar más de nueve días desde que pida la cita. De hecho, poco más del 20% de los pacientes son atendidos por su médico de atención primaria el mismo día o al día siguiente, según el último Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que evidencia un incremento de casi un día de espera respecto al segundo sondeo lanzado en junio. La encuesta refleja también un leve empeoramiento en la valoración de la población española sobre el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud (SNS): si hace apenas medio año el 60,1% de los encuestados lo valoraba positivamente; en esta última oleada lo hace el 57,5%.
Además, más de cuatro de cada diez españoles opinan que, si bien hay cosas que funcionan, el sistema necesita cambios "fundamentales" o "profundos". ¿Los servicios mejor valorados? Encabezan el ranking el 061 y el 112 (con 7,4 puntos sobre 10) y la asistencia a pacientes ingresados (7,2). En el tercer puesto, con 6,41 puntos de valoración, se sitúan las consultas de atención primaria en centros de salud. En contraposición, el servicio sanitario público con una valoración más baja son las consultas a especialistas (6 puntos), seguidas de las urgencias en los hospitales públicos (6,2).
Otra de las realidades que refleja el Barómetro es la dilatación del tiempo de espera para conseguir cita en atención primaria. Pese a que el 80% de las personas que han utilizado este servicio valoran positivamente la atención recibida por la "confianza" y la "seguridad", el 70% de los españoles que ha requerido una cita ha esperado más de un día para ser atendido: el 27% consiguió cita a los 11 días o más de haberla solicitado. Además, de entre la población que asegura que no pudo hablar con su médico de cabecera cuando lo necesitaba, un 32% dice que es porque "le dieron cita para muchos días después y acabó yendo a urgencias"; un 10% acabó en consulta privada; y a un 22% le dieron cita para días después y ya no fue necesaria la consulta.
Mejor la sanidad pública, pero no para ir al especialista
Con todo, siete de cada diez españoles prefiere acudir a la sanidad pública antes que a la privada. Más incluso cuando se trata de ingresos en hospitales: un 75% escoge los públicos y un 20% los privados. Pero esa preferencia cambia cuando son preguntados por las consultas de atención especializada, que es el servicio menos valorado: cuatro de cada diez optaría por la privada si pudiera elegir.
Algo que puede vincularse con las listas de espera, que se dilatan considerablemente en el caso de la atención especializada. El 35% de los españoles ha tenido que esperar más de tres meses hasta ser atendido por el especialista al que le derivó el médico de cabecera. El 42% entre uno y tres meses; y apenas el 22% solo ha tenido que aguardar un mes.
Esta realidad casa también con las razones que alegan los que tienen un seguro privado: el 21% de la población, según el CIS. Y tres de cada cuatro se lo hacen por "la rapidez con la que la atienden". De hecho, solo el 4,5% asegura que cuenta con seguro privado "por la calidad de los servicios sanitarios que ofrecen".
La mitad de los españoles, con certificado electrónico
El barómetro hace también una aproximación a la opinión, aceptación y uso de "nuevas formas de relación" con el sistema sanitario que se apoyan en tecnologías digitales. Casi la mitad de la población (el 48%) ya tiene algún tipo de certificado electrónico para realizar los trámites con la administración, y solo el 6% desconoce lo que es.
Además, aunque el 56% conoce la posibilidad de acceder a su historia clínica a través de internet, solo el 35% utiliza esta vía (el 28% lo desconoce y un 14% declara que no sabe o no puede utilizar internet). La encuesta constata también cierta confianza hacia la sanidad pública a la hora de compartir sus datos: el 86% está de acuerdo con que su historial pueda ser utilizado con fines de investigación sanitaria. Aunque, eso sí, esa tranquilidad se desploma si son las instituciones privadas las que van a hacer uso de los datos de su historia clínica. En este caso, apenas el 45% estaría dispuesto a cederlos.
Y todavía un alto porcentaje (46%) de personas que desconocen la posibilidad de utilizar recetas electrónicas para recoger medicamentos en las farmacias sin necesidad de llevarla en formato papel.
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