La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta denominada "Golden-Navaja", han detenido a 33 personas de varias nacionalidades (rumana, española, italiana, marroquí, búlgara, francesa y brasileña), con edades comprendidas entre los 20 y 59 años.
A estas personas se les investiga por ser miembros de una organización criminal dedicada de forma activa al transporte y distribución de todo tipo de drogas en enormes cantidades. Asentada en la provincia de Albacete, la banda extendía su actividad a otras provincias españolas y a otros países europeos.
La investigación comenzó principios del año, cuando ambos cuerpos comenzaron a recopilar información sobre varias personas afincadas en la provincia, que podrían estar dedicándose al tráfico de drogas.
Al tener varios objetivos en común, ambos cuerpos policiales decidieron realizar una operación conjunta, bautizada como "Golden-Navaja", para tratar de localizar e identificar a todos sus miembros y desmantelar el entramado delictivo.
La organización estaba liderada por dos personas, afincadas en la localidad de Casas Ibáñez, encargadas de coordinar, planificar y ejecutar operaciones de transporte de drogas, principalmente hachís, a diferentes países de Europa como Francia e Italia. Aparte del hachís, la organización también distribuía otro tipo de drogas como cocaína, heroína, marihuana o MDMA, tanto dentro como fuera de la provincia de Albacete.
Para estos traslados de droga utilizaban vehículos y camiones de gran tonelaje, pertenecientes a empresas de transporte que gestionaban, encargándose además de establecer los contactos previos con las organizaciones dedicadas a la introducción o elaboración de las drogas en España, así como de toda la infraestructura necesaria para poder realizar los transportes.
Los puntos de partida se ubicaban en amplios terrenos adecuados ubicados en Casas Ibáñez y Requena. En esta última localidad la organización contaba con una nave industrial donde guardaban las sustancias.
Una vez llegaba la droga a estos puntos, la organización la ocultaba en dobles fondos artesanales en los camiones. Para enmascarar estos transportes, se utilizaba carga legal de todo tipo y una vez que todo estaba preparado, emprendían viaje a distintos países europeos, donde finalmente distribuían sus productos.
La organización criminal tenía una estructura piramidal: en el primer nivel se encontraban los dos cabecillas, detenidos en Casas Ibáñez. En el segundo nivel estaban sus personas de confianza, encargadas de la captación de los conductores y de ejercer funciones de vigilancia.
En el tercer escalón se encontraban los transportistas, cque preparaban los habitáculos para ocultar la droga y colocaban dispositivos GPS para localizar sus cargas.
Para la protección de la droga, se tenía conocimiento de que los miembros de la organización no dudaban en hacer uso de armas de fuego para defenderse de otras bandas, que han sido incautadas en el operativo policial.
La actividad de la organización no se limitaba a la realización de transportes de la sustancia estupefaciente. Los miembros de dicha organización también distribuían todo tipo de drogas a traficantes locales y clientes finales de la misma. Esta actividad la realizaban en distintas localidades de la provincia de Albacete como Casas Ibáñez, Fuentealbilla, Casas de Juan Núñez, La Roda o la propia capital manchega.
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