Es muy probable que no pudiéramos hablar de esta raza nativa española de no ser por el empeño puesto por asociaciones como Amilobo encabezada y presidida por Manuel Pérez Ramírez, quien inició un proceso de recuperación en la década de 1990.
El lobito herreño, originalmente perro pastor y vinculado no solo a la isla de El Hierro, sino presente en otras islas del archipiélago, sufrió un enorme declive en los años 70 del siglo pasado, cuando el sector ganadero perdió presencia en las regiones donde este perro era una ayuda inestimable.
Sin embargo, los orígenes históricos de esta raza se pierden en el tiempo. Historiadores y expertos en la cinología coinciden en que existen fuentes que detallan la existencia de un perro de anatomía lupoide antes de la llegada de los españoles, a los que los guanches llamaban ‘canchas’ en el siglo XV.
En 2009, uno de los mejores genetistas de la Facultad Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Juan Pestano, realizó un estudio del ADN a 52 lobitos herreños con dos objetivos: valorar la consanguineidad de los ejemplares y la viabilidad de la recuperación de la raza, y rastrear el misterioso origen del lobito herreño.
Además de obtener un detallado estudio morfométrico de la raza, los resultados arrojaron que posee mucha vinculación con el pastor alemán, nada extraño dado que en los últimos 30 años del siglo veinte, los pastores alemanes ‘invadieron’ prácticamente cada rincón del mundo. El Hierro, pese a su discreta localización geológica y tamaño, no escapó a la llegada de la que sigue siendo la raza más popular de todas.
Durante el programa de recuperación, se han seleccionado ejemplares con poca o nula carga genética de otras razas, potenciando, así las características únicas del lobito herreño.
Pero esto sigue sin aclarar su enigmático pasado, y los expertos confían en que es cuestión de tiempo que aparezcan fósiles de perros en los yacimientos arqueológicos que puedan arrojar más luz sobre el lobito herreño. Investigadores egipcios, sin ir más lejos, especulan que el lobito herreño pueda estar emparentado con el lobo árabe (Canis lupus arabs).
En la actualidad, el lobito herreño se encuentra incluido en la categoría de Grupos Étnicos Caninos por la Real Sociedad Canina de España, que es la fase previa al reconocimiento pleno como raza.
Activos y obedientes
Lo primero que destacan los expertos en la raza es que son perros de alta energía, que necesitan actividades a la altura para tener una vida saludable. Si bien, en el presente, se están criando líneas orientadas a la vida familiar, son perros extremadamente hábiles y predispuestos para compartir deportes caninos como el agility o el canicrós.
Es una raza muy disciplinada, cariñosa y entregada a los miembros de la familia, pero que pueden mostrarse desconfiados con extraños. En términos generales, son perros equilibrados, pero no se recomiendan para hogares donde vayan a permanecer largas horas en soledad o no se les proporcione la atención que requieren. En la convivencia con otros animales, y como cualquier otro perro, es necesario establecer una socialización adecuada.
Gracias a que el programa de recuperación se realizó bajo manos expertas, es una raza canina muy saludable que hasta el momento no presenta ninguna enfermedad de tipo genético. Su mantenimiento es moderado, y cabe señalar que realizan una importante muda estacional. Los colores admitidos en el estándar recogido en la RSCE son el gris, en cualquier tonalidad y los rojizos, como también los lobitos herreños blancos y los cremas.
Para ampliar información sobre la raza se puede acudir a la mencionada Real Sociedad Canina de España. Recomendamos que se valore la adopción responsable, y hoy presentamos a Samira, una lobita herreña de 2 años que se encuentra bajo los cuidados de la Asociación Protectora de Animales en la Isla de El Hierro.
Referencias:
- Estudio morfométrico del lobo herreño. Antonio Morales de la Nuez y equipo. ULPGC (2009)
Comentarios