El PNV siempre gana: lo que ha conseguido a izquierda y derecha de gobiernos anteriores

Ayer y hoy del poder del PNV: Xavier Arzalluz, Iñigo Urkullu y Andoni Ortúzar.
Ayer y hoy del poder del PNV: Xavier Arzalluz, Iñigo Urkullu y Andoni Ortúzar.
Carlos Gámez
Ayer y hoy del poder del PNV: Xavier Arzalluz, Iñigo Urkullu y Andoni Ortúzar.

El PNV cerró este viernes un acuerdo con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, y Sánchez suscribieron el pacto en Madrid. Los cinco votos que los nacionalistas vascos tienen en el Congreso de los Diputados vuelven (también ellos) a ser decisivos.

Lo dice la historia. En 12 de las 14 legislaturas PSOE y PP han tenido que ceder para alcanzar (y continuar) el Gobierno. Y eso ocurrió especialmente con los nacionalistas. CiU y PNV han sido un apoyo casi constante para ambos partidos, primero en favor de Felipe González y después de José María Aznar, Zapatero y Sánchez.

En todos estos años, el PNV ha usado el valor de sus votos cuando les han sido necesarios a los líderes de PSOE y PP. Todo para dar más contenido, y de más valor, al estatuto de autonomía y al concierto económico, el instrumento jurídico que regula las relaciones tributarias y financieras entre la Administración General del Estado de España y el País Vasco, que forma parte del régimen foral.

Históricamente, las tres provincias vascas gestionaron sus propios sistemas tributarios derivados de sus fueros, pero tras la Tercera Guerra Carlista (1876) se implantó un sistema de colaboración entre los territorios históricos y el Estado. El concierto actualmente vigente empieza en 1981, tras ser reconocidos los derechos históricos de los territorios forales en la Constitución de 1978 y el Estatuto de Guernica de 1979.

Cuando González perdió la mayoría absoluta

La vida del tercer gobierno de González tuvo un final caracterizado por los crecientes casos de corrupción política que salpicaron su gestión durante los años 1989 a 1993, que tuvo su salsa y brillo en la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla.

El PSOE ganó las elecciones con 159 escaños, 16 escaños menos que en las elecciones de 1989. Por primera vez González afrontó una legislatura sin ostentar la mayoría absoluta. Para seguir gobernando tenía dos opciones: pactar con Izquierda Unida o con los nacionalistas vascos y catalanes. Sin dudarlo, el líder socialista eligió esta segunda opción.

El presidente del Gobierno, Felipe González con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, en una imagen de archivo
El presidente del Gobierno, Felipe González con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, en una imagen de archivo
WIKIPEDIA/POOL MONCLOA

"Para formar parte de un gobierno hace falta tal coincidencia en el cúmulo de cosas que entran en la acción que no me imagino que podamos llegar a ello (...) No estamos obsesionados por participar (...) Hasta ahora hemos gobernado o hemos ayudado en acuerdos puntuales, en una negociación punto por punto. Mientras no haya novedad esa será la actitud del PNV", dijo Xabier Arzalluz, presidente entonces del PNV.

La disponibilidad del PNV se tradujo en la firma de un pacto por cuatro años, si bien condicionando dicho pacto a que se produjera el traspaso de 54 competencias pendientes. El PSOE llegó a ofrecer al PNV el Ministerio de Industria, cosa que los vascos rechazaron. "Ahora nadie nos va a acusar de coger ninguna poltrona, ni van a poder decir que tenemos la intención de colocar a un centenar de personas", presumió Arzalluz.

El PNV y otros socios de aquel tercer gabinete de González rompieron el pacto a finales de 1995, propiciando la caída del Gobierno y forzando nuevas elecciones generales.

El PP de Aznar, también

En las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, el Partido Popular se convirtió en el principal partido, pero no logró mayoría absoluta en el Congreso. Sólo con mayoría simple, Aznar necesitó el apoyo de otras fuerzas políticas para gobernar.

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, comparece ante la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la supuesta financiación ilegal del partido a petición de la mayoría de los grupos parlamentarios, excepto del PP y el PNV.
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Juan Carlos Hidalgo / EFE

El líder del PP hizo entonces lo mismo que había visto hacer a González: negociar con los nacionalistas y gobernar gracias a su apoyo. Tras prolongadas negociaciones con CiU, Aznar alcanzó con Jordi Pujol el Pacto del Majestic. También cerró pactos similares con Coalición Canaria (CC) y con el PNV, aunque numéricamente no le hacían falta.

"Nos hallamos ante una oportunidad histórica para que la derecha, o el centro-derecha, se crea en serio que estamos en un Estado autonómico, pluricultural y plurilingüístico y se aplique la ley", en palabras de Iñaki Anasagasti, entonces portavoz del PNV en el Congreso,

Como consecuencia, durante el primer año de gobierno popular se transfirieron nuevas competencias al Gobierno Vasco, favoreciendo un aparente entendimiento entre PNV y PP, como mostró la buena relación entre Francisco Álvarez-Cascos y Xabier Arzalluz. "Tenemos un acuerdo con el señor Aznar: él se compromete al desarrollo del Estatuto vasco y nosotros, en la medida en que se desarrolle, iremos verificando nuestro apoyo a su Gobierno", dijo entonces Arzalluz.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz en 1996.
José María Aznar, con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz en 1996.
WIKIPEDIA/POOL MONCLOA

Las peticiones del PNV se centraron en la culminación del desarrollo del Estatuto de Guernica, con el traspaso de 45 competencias aún pendientes y la reformulación del Pacto de Ajuria Enea. El acuerdo final incluyó:

  • Modificar el concierto económico vasco, que pasaría a ser similar al de Navarra (en la práctica, el Gobierno vasco pasó a recaudar más impuestos, como el del alcohol y el de las gasolinas).
  • Aumentar la capacidad fiscal de Euskadi.
  • Financiar el Acuerdo Interprofesional Vasco para la Formación Continua a través del Ministerio de Trabajo.
  • Devolver al PNV el patrimonio incautado en la Guerra Civil.

De esta forma, el PNV (como también CiU) votó afirmativamente, por segunda vez consecutiva, la investidura de un presidente del gobierno de España. Fue un voto de investidura y no un pacto de legislatura porque el acuerdo fiscal privilegiado para Euskadi no fue aceptado por el PP. En todo caso, Arzalluz presumió de haber "sacado a Aznar en 14 días más que a Felipe González en 14 años".

Un año después del nacimiento del espíritu de Ermua el PNV negoció secretamente con ETA una tregua, que se iniciaría el 18 de septiembre de 1998. Eso motivó la rotura del apoyo mutuo entre PNV y PP. Se rompieron entonces los pactos de gobierno conjuntos en el País Vasco como el del ayuntamiento de Bilbao. Pero el PP siguió contando con los votos de CiU y CC, y Aznar pudo seguir gobernando.

El segundo Ejecutivo de Zapatero

Jose Luis Rodriguez Zapatero necesitó de los votos del PNV en su segunda legislatura. Los nacionalistas vascos sostuvieron al Gobierno a cambio de varios compromisos. El más destacado de ellos fue la inversión en políticas activas de empleo. A todo ello ayudó que en ese momento el lehendakari fuera un socialista, Patxi López.

El segundo Gobierno de Sánchez

Solo dos días después de los comicios el 10 de noviembre de 2019, PSOE y Unidas Podemos anunciaron un acuerdo para formar un gobierno de coalición. En el debate de investidura Pedro Sánchez logró ser elegido presidente por mayoría simple en segunda ronda. Sería el primer gobierno de coalición desde la Segunda República.

Pedro Sánchez, Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar e Idoia Mendia
Pedro Sánchez, Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar e Idoia Mendia
EUROPA PRESS

El candidato tuvo 167 votos a favor. Entre ellos estuvieron los de PSOE, Unidas Podemos, Más País-Compromís, Nueva Canarias, BNG, Teruel Existe... y los del PNV. Antes de la investidura, Sánchez y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, firmaron el acuerdo... como han vuelto a hacer este viernes.

Para lograr el apoyo de los nacionalistas vascos se suscribió un documento de 12 puntos que incluía numerosas competencias que, si bien estaban acordadas de antemano, todavía tenían que materializarse. Entre ellas, la negociación y traspaso de las competencias estatutarias pendientes en 2020 (incluidas las de tráfico para Navarra), "la negociación y acuerdo del nuevo Estatuto", impulsar la presencia y participación de las instituciones vascas en las instituciones de la UE y "abrir cauces para promover la representación internacional de Euskadi en el ámbito deportivo y cultural", o sea, las selecciones deportivas vascas.

También estaba una competencia que es histórica reivindicación del PNV, la gestión económica de la Seguridad Social, y la competencia sobre la gestión del Ingreso Mínimo Vital para País Vasco y Navarra.

Y el tercero

Este viernes PSOE y el PNV han sellado el apoyo de la formación vasca a la investidura de Pedro Sánchez. Según ha avanzado el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, han logrado blindar "la transferencia de todas las competencias históricas".

El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez (i), y el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar (d), firman un acuerdo para la investidura, en el Congreso de los Diputados, a 10 de noviembre de 2023, en Madrid (España).
Pedro Sánchez y el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar.
Eduardo Parra / Europa Press

Entre otros y según viene marcado en el Estatuto de Guernica, el régimen económico de la Seguridad Social, que se negociará en una mesa con el Gobierno para que la transferencia se realice en dos años. Así, Madrid transferirá al País Vasco esta competencia antes de 2025.

Además, se amplía el Concierto Económico con la concertación de nuevos impuestos y en el ámbito de la seguridad "se refuerzan las competencias de la Ertzaintza, la policía vasca". En la mesa que negociará el régimen económico de la Seguridad Social también se hablará del reconocimiento "nacional" de Euskadi.

El acuerdo incluye también la negociación y el traspaso de todas las competencias pendientes en un horizonte temporal máximo de dos años. Se priorizarán las transferencias de ferrocarriles, para llevarlas a cabo en un plazo de tres meses. Además, se traspasarán los medios para homologar y declarar la equivalencia de los títulos académicos obtenidos en el marco de sistemas de educación superior extranjeros.

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