España se adentra en el "sobreenvejecimiento": dos de cada diez ciudadanos tiene ya más de 65 años

Una pareja de pensionistas.
Una pareja de pensionistas.
Pixabay
Una pareja de pensionistas.

En España hay ya casi 10 millones de ciudadanos con más de 65 años. Es decir, casi dos de cada diez españoles son personas mayores. El aumento de la esperanza de vida en las últimas décadas y el descenso de la natalidad han propiciado un "sobreenvejecimiento" que, según los expertos, irá a más en los próximos años. Un informe publicado este martes por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ofrece detalles sobre las condiciones de vida de las personas mayores en España que, en 2040, podrán llegar a representar casi el 30% de la población. 

La investigación destaca un notable aumento de los octogenarios y centenarios, especialmente mujeres. Las personas de 80 años o más representan el 6% de la población y, según el CSIC, "seguirán ganando peso en un proceso de sobreenvejecimiento cada vez más pronunciado". Algo parecido ocurre con los centenarios que, lejos de la excepción que suponían hace unas décadas, ahora ya "empiezan a hacerse notar". El informe —Un perfil de las personas mayores en España (2023): indicadores estadísticos básicos— contabiliza casi 20.000 personas de cien años o más (1.600 más que el año pasado). 

"Tenemos sobreenvejecimiento demográfico. Los centenarios en España se han vuelto una cosa habitual, y esto es una novedad histórica. No había ocurrido jamás", ha subrayado Julio Pérez Díaz, demógrafo del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD-CSIC) y coordinador del informe, durante la presentación de los datos. 

En comparación con el resto de países, España es el cuarto país de la Unión Europea (UE) con mayor número de personas mayores en cifras absolutas, solo por detrás de Alemania (18,4), Francia (14,2) e Italia (14,1). En relativas, sin embargo, es superado por otros estados miembros como Italia (23,8%), Portugal (23,7%), Finlandia (23%), Grecia (22,7%), Croacia (22,5%) o Alemania (22,2%), que cuentan con una población algo más envejecida en proporción con el resto de la ciudadanía. Incluso la media de la UE (21,1%) es ligeramente superior a la española. 

Las proyecciones, en general, apuntan a una continuación de ese aumento de la población mayor en las próximas décadas. El informe habla de 14,2 millones de personas mayores para 2040, lo que supondría un 27,4% de la población española que, para ese entonces, alcanzaría los 52 millones de habitantes (4,5 millones más que ahora). 

La situación, sin embargo, es dispar según el territorio. En las dos ciudades más grandes —Madrid y Barcelona—, viven aproximadamente un millón de personas mayores; frente a las 765.446 que residen en los casi 6.000 municipios rurales de España. Eso sí, en proporción, en las pequeñas localidades las personas mayores tienen más peso en la población: casi tres de cada diez personas del mundo rural (28,4%) tienen más de 65 años. Y la pensión media de jubilación es de 1.375 euros mensuales.

Alta esperanza de vida y soledad desde los 70

Una de las principales causas de ese envejecimiento es la tasa de esperanza de vida en España, que es de las más altas del mundo: 82,07 años (85,83 para las mujeres y 80,27 para los hombres). "Aunque en 2020 haya bajado 1,25 años con respecto a 2019 por la situación excepcional que ha supuesto la pandemia de la Covid, la esperanza de vida se ha incrementado de forma espectacular durante todo el siglo XX y la tendencia general es la continuación de ese proceso", destaca otro de los coautores de la investigación, Diego Ramiro. 

Y no solo se extiende la esperanza de vida, sino que también lo hace la calidad de los últimos años. A partir de los 65 años, los hombres todavía tienen 10,7 años de buena salud por delante; y las mujeres 10,3. 

La soledad, sin embargo, azota a más de 1,7 millones de personas mayores de 70 años. El informe destaca el incremento de los hogares unipersonales en las personas mayores durante las últimas décadas, aunque a un ritmo menor al de otros países europeos. La soledad es especialmente intensa entre las mujeres, y predomina la viudez como estado conyugal a partir de los 77. Es esa franja de edad también, la de los mayores de 70 años que viven solos, la que presenta niveles más bajos de felicidad. 

Más de un millón de cuidadores 

"Hay un tema sobre el cual deberíamos estar reflexionando: el de la dependencia", ha señalado Pérez. Según el CSIC, en España hay unas 638.00 personas que cuidan a dependientes mayores de 70 años dentro del hogar y otras 920.000 que lo hacen fuera del mismo. El perfil de esas cuidadoras es el de mujeres, de entre 50 y 59 años, que invierten más de una hora diaria al cuidado de otra persona. "Esto descubre la importante contribución de as personas mayores a la sociedad: cuidan de otros, ayudando económicamente, dando apoyo emocional, consejos, etc.", incide el informe. 

"La nueva vejez"

En general, la conclusión es que las personas llegan a una mejor situación a su vejez. "Tradicionalmente, los hogares donde había mayores y niños era donde había los mayores índices de pobreza, pero desde los años ochenta eso ha empezado a cambiar", ha explicado Pérez. Las personas mayores —"los nuevos viejos", como les ha denominado—, son ya generaciones que no se han visto afectadas por una Guerra Civil ni por una hambruna. "Lo que han hecho es formar su propia familia y trabajar", ha incidido el demógrafo, que también ha querido hacer hincapié en un asunto "sorprendente": la inmensa mayoría de ellos son propietarios de su vivienda.

Además, ha detallado, son generaciones en las que las mujeres también han cotizado. "Veníamos de un mundo en que eran amas de casa, no cobraban pensión y había una dependencia económica", ha asegurado Pérez. "Y, las que vienen detrás, tienen más estudios que sus contemporáneos masculinos, y se traduce en que han tenido ocupaciones de mejor nivel", ha añadido. 

"Tenemos una infancia que nace y tiene a cuatro generaciones presentes con ellos"

En definitiva, ese sobreenvejecimiento, esa transformación de la pirámide demográfica, ha provocado también un cambio en la trayectoria vital de la ciudadanía. "Incluso en la estatura. En dos generaciones, la diferencia es de 10 centímetros más de media", ha apuntado el demógrafo. En las estructuras de los hogares también, y de las propias familias. "La familia está reduciéndose en extensión horizontal; pero en vertical tenemos una infancia que nace y tiene a cuatro generaciones presentes con ellos. Están vivos sus bisabuelos. Y el futuro va a acentuar esas tendencias", ha asegurado Pérez. 

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