El Congreso de los Diputados amanece hoy, 31 de octubre, con su cara de gala. La princesa de Asturias, que cumple 18 años, va a jurar la Constitución en el mismo marco donde lo hizo su padre en 1986.

Han pasado 37 años largos, y aunque la decoración y solemnidad van a variar poco respecto a aquel tiempo, la escena que veremos será muy diferente. En 1986 hubo mil invitados. Hoy se esperan 600, al menos, hay ese número de sillas colocadas en el hemiciclo.

En 1986 se podían contar con los dedos de las manos las mujeres presentes en el hemiciclo, incluyendo a la reina Sofía, las hermanas de Felipe, Elena y Cristina, y las taquígrafas.

La gran paradoja es que en esta ocasión será una mujer la que jure en un congreso con muchísima presencia femenina, entre ministras y diputadas, y de la mano de otra mujer, la mallorquina Francina Armengol, presidenta del Congreso.

Entre familiares próximos, junto al príncipe y sus padres estaba el abuelo del joven, Juan de Borbón, que nunca llegó a reinar. Leonor, sin embargo, no contará con la compañía del suyo, Juan Carlos, que reside fuera de España tras sus problemas con Hacienda y que solo regresará para la fiesta familia posterior en el palacio de El Pardo.

Congreso de los Diputados.

El color político tenía en 1986 esta variedad, con formaciones refundadas o desaparecidas hoy: PSOE, Alianza Popular, Euskadiko Ezquerra, Herri Batasuna, PNV, CDS, Esquerra de Catalunya, PCE, Unión de Centro Democrático y Convergencia i Unió (agrupados algunos en el grupo mixto).

Asistían en la tribuna de invitados todos los presidentes autonómicos, incluyendo el catalán, Jordi Pujol, y el vasco, Ardanza. Presidía el acto en calidad de máximo responsable del Congreso, Gregorio Peces-Barba, y el gobierno, el socialista Felipe González. En esta ocasión, muchos partidos no tendrán representación en este acto: los partidos independentistas (vascos y catalanes) y Podemos no asistirán.

El protocolo seguido ese 30 de enero fue el siguiente: el Príncipe heredero juró en sesión conjunta ante las Cortes Generales la Constitución, que el pueblo español había refrendado y su padre sancionado en 1978.

Gregorio Peces-Barba fue el encargado de dirigirse, previa solicitud a sus Señorías de ponerse en pie, a un entonces joven Felipe de Borbón: "Señor, las Cortes Generales están reunidas para recibir de Vuestra Alteza, como Príncipe Heredero de la Corona de España, el juramento que venía a prestar con arreglo a la Constitución".

Tras el el 'sí' nervioso del príncipe, y con tres 'Vivas', a la Constitución, al Rey y a España, Peces-Barba clausuró el acto: veinte minutos para refrendar un acto histórico. Posteriormente, Felipe de Borbón recibió, tal como hará su hija el Collar de la Orden de Carlos III, máxima distinción concedida por el gobierno, en el Palacio Real.

ARCHIVO

Entre los parlamentos de esa jornada hay que destacar tres. El del príncipe: "Quiera Dios que este acto sencillo y emotivo, sea el exponente de nuestra unión, a fin de que todos y cada uno desde el puesto que nos corresponde, podamos cumplir nuestra misión en la paz, en la libertad y en la justicia para el engrandecimiento de nuestra Patria".

Por su parte, Felipe González se refirió a este momento en su discurso en el Palacio Real con estas palabras. "Esta España democrática y libre apuesta hoy por su futuro constitucional en la persona de vuestra Alteza Real, que sabe que cuenta con la lealtad y la simpatía del Gobierno".

Díaz y su portavoz en el Congreso acudirán a la jura de la Constitución de Leonor pero los diputados rasos de Sumar se ausentarán

Y finalmente, el presidente Peces-Barba señaló: "Los hechos son los hechos, y creo que poner de manifiesto esta realidad ayuda también a entender la solidez de la situación constitucional y el apoyo de todos a la Corona".

37 años después Leonor de Borbón Ortiz y Francina Armengol tomarán la palabra alta y clara. Pedro Sánchez, presidente en funciones del gobierno, lo hará cuando le imponga el Collar de la orden de Carlos III en un acto posterior en el Palacio Real.