Maky Benito, educadora canina y directora de Dog Care Madrid: "Tener una buena llamada con nuestro perro le va a facilitar libertad"

Maky Benito, educadora canina especializada en comportamiento social y modificación de conducta y directora de Dog Care Madrid.
Maky Benito, educadora canina especializada en comportamiento social y modificación de conducta y directora de Dog Care Madrid.
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Maky Benito, educadora canina especializada en comportamiento social y modificación de conducta y directora de Dog Care Madrid.

La educación de nuestros perros es un factor fundamental a la hora de convivir con ellos. Entrenar la obediencia no solo nos facilitará la convivencia en muchos aspectos, sino que además nos ayudará a entendernos mejor con nuestros peludos y ha estrechar un vínculo sano y fuerte con ellos.

Uno de los comandos más útiles que pueden aprender nuestros perros y que los tutores solemos enseñarles desde el primer momento que llegan a nuestro hogar es la llamada, es decir, que atiendan a su nombre o a un "ven" o similar.

No obstante, enseñar una buena llamada no es una tarea fácil, ya que significa que "entre un montón de estímulos, el perro nos elige a nosotros", afirma Maky Benito, educadora canina especializada en comportamiento social y modificación de conducta y directora de Dog Care Madrid.

"Todo el mundo queremos que nuestro perro en el momento que decimos su nombre se de la vuelta y venga como un correcaminos, pero la realidad es que la llamada es mucho más que un ejercicio de obediencia", expresa la experta. "Es una cuestión de que el perro elija siempre volver con nosotros".

La relación entre una buena llamada y un buen vínculo

Benito cuenta que el vínculo que tengamos con nuestro perro influye mucho en cómo de buena sea una llamada, ya que trabajando desde el refuerzo positivo y el juego, creamos un vínculo con nuestro compañero de cuatro patas para que, al llamarlo, éste elija venir con nosotros. 

"De la forma en la que yo trabajo, entre todo lo que el perro tiene a su alrededor (otros animales, olores, juguetes, comida, etc.), él decide siempre volver con nosotros", añade la educadora canina. "Si generamos que el perro tenga un buen vínculo con nosotros, vamos también a poder sacarle de situaciones peligrosas como carreteras, o aquellas que puedan resultarle incómodas".

No obstante, la experta en comportamiento canino advierte de que "muchas veces se dificulta por una serie de estímulos que entran en competencia", por ello recomienda el trabajo diario y unos hábitos como forma de educar y relacionarnos con nuestro perro.

Llegará un momento en el que, cuando digas su nombre o el comando, lo tenga tan interiorizado que volverá súper rápido

"Trabajar un vínculo con nuestro perro va a tener impacto en los ejercicios que vamos a trabajar (como la llamada) y va a permitirnos dejarles tomar también decisiones (porque piensan y saben elegir)", agrega.

Dependiendo de la edad que tenga el perro, desde Dog Care trabajan de una forma u otra. "Uno de mis consejos a tutores de cachorros es que no tarden en soltarle (siempre en sitios seguros, mejor sin perros, excepto los que sepamos que van a tener una interacción hiper segura) para trabajar lo antes posible la llamada", explica.

"Lo primero sería enseñarle a que responda a su nombre, no porque lo conozca, sino para que lo asocie a que algo está pasando si lo oye", aclara. "Y siempre trabajando desde el buen rollo, la alegría y el juego (refuerzo positivo)".

Según Benito, otro punto importante a la hora de enseñar una buena llamada es utilizar las herramientas adecuadas para ello. "Si empezamos a soltar al perro, podemos ponerle una correa larga que cuelgue del suelo, que no sea incómoda o pesada y que podamos pisar", comenta. "De esta manera podremos practicar desde la seguridad de saber que no va a escaparse".

"Y, por supuesto, otro aspecto importantes es que se trata de algo que hay que trabajar todos los días, sobre todo al principio, para que se convierta en un hábito", añade Benito. "Porque llegará un momento en el que, cuando digas su nombre o el comando, lo tenga tan interiorizado que volverá súper rápido".

La educadora canina insiste en que siempre debemos trabajar desde el refuerzo positivo, con alegría, ya que se trata de hacer que nuestro perro nos elija a nosotros entre un montón de cosas interesantes y, además, nos será muy útil también para ayudarle en situaciones peligrosas o incómodas.

"Al final es un ejercicio de respuesta para que, de alguna manera, tengamos la tranquilidad de que vuelve a nosotros", añade. "Pero también para tener la posibilidad de disfrutar con tu perro en espacios grandes o abiertos, como la montaña o en mitad de la naturaleza, ya que sabemos que va a volver".

Tener una buena llamada con nuestro perro, según la educadora canina, "le va a facilitar libertad", algo muy importante para el bienestar del animal. "De no tenerla se pueden generar problemas de conducta, por eso, en general, entrenar con nuestro perro es beneficioso".

Desde Dog Care están organizando unos talleres para tutores y perretes durante el próximo mes de noviembre con el fin de dar a entender que "si nosotros fomentamos un buen vínculo en el día a día con nuestros perros, será más fácil que nos atienda a la llamada".

"Podemos mejorar el vínculo generando un espacio de seguridad y confianza, dándoles libertad, comunicándonos adecuadamente con ellos...", enumera Benito. "Basándonos en esto vamos a poder trabajar un montón de cosas, no solo la llamada. Si generamos un ambiente de seguridad con nuestro perro, si pasa algo lo primero que hará es buscarnos y no darle motivos para irse hacia otro lado".

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