¿Hay emociones buenas o malas? Así es como sentimos y sus consecuencias físicas

La vulvodinia es una condición crónica.
La vulvodinia es una condición crónica.
Getty Images
La vulvodinia es una condición crónica.

No hay emociones buenas ni malas. Todas nos quieren comunicar algo y si no las escuchamos, gritan a través de nuestro organismo; dan la cara y se hacen visibles de la mejor manera posible: provocando sensaciones físicas intensas en nuestro cuerpo.

Nos rompen el corazón, tenemos un nudo en la garganta, o algo nos sienta como una patada en el estómago... Estas frases populares que empleamos en nuestro día a día ya nos dan buena pista de que las emociones generan señales físicas.

En la actualidad, ya contamos con numerosos estudios que ofrecen la constancia del vínculo entre cuerpo y emociones, tradicionalmente muy cuestionado por la comunidad científica.

Empezando por la felicidad, la sensación de euforia se experimenta como un estallido generalizado en todo nuestro cuerpo, es un sentimiento electrificante que recorre todo el organismo y se produce una activación intensa de miembros superiores e inferiores, de ahí que nos salga saltar, correr, gritar, reír... Se produce una expansión del pecho y gestos de apertura corporal.

El resto de emociones básicas, como la ira, la tristeza o el miedo, suelen sentirse de una forma más específica y localizada, generalmente, se experimentan en la cabeza y en la parte superior del cuerpo, cerca de los órganos vitales

Sin embargo, se da una activación mayor de los miembros superiores e inferiores en la rabia y una desactivación de los músculos en el miedo inmovilista y en la tristeza.

El miedo suele provocar dolor en el estómago que genera descomposición y vómitos, el corazón se acelera y se siente presión en el pecho que acelera la respiración, tensión corporal, insomnio y alteración del apetito.

Con la ira, también se acelera la respiración y hay tensión corporal, pero sube intensamente la temperatura corporal, se siente calor en el rostro y en las orejas, tensión en la mandíbula y dolor y presión en la cabeza.

En la tristeza se nota opresión en el pecho que puede extenderse hacia los costados y afectar a la espalda. Se siente presión en la garganta, se reduce la movilidad del cuerpo, se pierde energía y vigorosidad y aumenta el cansancio generalizado.

Recordemos que la función fundamental que se les atribuye a las emociones básicas es la de supervivencia, es decir, nos protegen y nos activan para luchar, evitar o afrontar situaciones nocivas, o nos empujan hacia estímulos placenteros, a buscar ayuda, apoyo... En definitiva, nos mueven hacia soluciones.

Según las investigaciones, las emociones duelen literalmente y algunas son muy incómodas pero hay que transitarlas y escucharlas para continuar de la forma más saludable.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento