'Vision 2030': así es el plan de los saudíes para dominar la economía mundial

Vision 2030, el plan saudí para dominar la eocnomía mundial.
Vision 2030, el plan saudí para dominar la eocnomía mundial.
Henar de Pedro
Vision 2030, el plan saudí para dominar la eocnomía mundial.

"Mi principal objetivo es ser una nación ejemplar y líder en todos los aspectos, y trabajaré con vosotros para conseguirlo". Lo dice el rey de Arabia Saudita Salman Bin Abdulaziz Al-Saud. La frase preside la página web de Vision 2030, el proyecto que resume el qué, el cómo y el por qué del plan expansionista del país, o sea, su programa de inversiones millonarias.

Arabia Saudí abarca la casi totalidad de la península arábiga. Su extensión es de unas cuatro veces España. En tantos kilómetros cuadrados (2.150.000) sólo viven 35 millones de habitantes (y aún así es el país más poblado de esta región).

Dice el monarca absoluto (sí, Arabia Saudita es una monarquía absoluta además de islámica) que quieren ser una nación "ejemplar" y "en todos los aspectos". Pero les va a resultar difícil cuando la mayor parte de los derechos humanos y las libertades fundamentales están seriamente restringidas, especialmente si se es mujer.

La 18ª potencia económica mundial

En realidad Vision 2030 habla de dinero. Décadas de petróleo han convertido a Arabia Saudita en la 18ª potencia económica mundial (dato de 2022). Es el mayor exportador de crudo del mundo, el mayor productor de los países de la OPEP y el líder de esta organización.

El PIB del país era en 2022 de 1.051.497 millones de euros, lo que supone una renta per cápita de 30.826 euros. Y subiendo. Claro que hasta ahora el crudo suponía el 45% de ese PIB y la ciencia económica enseña que no se deben poner todos los huevos en la misma cesta... y más cuando el mundo intenta (comienza) a depender menos de los combustibles fósiles.

La producción diaria del mayor exportador de crudo del mundo es de unos 9 millones de barriles diarios, cuando su capacidad diaria es oficialmente de 12 millones. El plan pretende afrontar un posible escenario de descenso de las reservas petrolíferas.

Vision 2030 prevé aumentar los ingresos no procedentes del petróleo hasta 600.000 millones de riyales (150.000 millones de euros) en 2020 y 1 billón de riyales (unos 250.000 millones de euros) en 2030, frente a los 163.500 millones de riyales de 2015 (unos 41.000 millones de euros).

Diversificar la economía

Ese es el sentido de Vision 2030, depender menos del petróleo, diversificar la economía de Arabia Saudita y diversificar sus inversiones. Paradójicamente, son las ventas de crudo las que pagan ese ambicioso programa. "Estamos decididos a reforzar y diversificar las capacidades de nuestra economía, convirtiendo nuestros principales puntos fuertes en herramientas habilitadoras de un futuro plenamente diversificado", asegura Mohamed bin Salman, príncipe heredero al trono de Arabia Saudita.

Bin Salman presentó Vision 2030 el 25 de abril del 2016. Él habla de tres pilares: "Nuestra posición como corazón de los mundos árabe e islámico, nuestra capacidad de inversión líder y nuestra posición geográfica estratégica". Porque no es sólo economía; es también geopolítica, es decir, poder. Arabia Saudita tiene dinero para salir a comprar el mundo o, al menos, una buena parte.

El rey Juan Carlos y el príncipe heredero de Arabía Saudí, Mohamed bin Salman-
El rey Juan Carlos y Bin Salman.
MINISTERIO DE EXTERIORES DE ARABIA SAUDI

"Arabia Saudí se encuentra en plena transformación, con un número muy amplio de proyectos e inversiones en curso. En el ámbito de la política exterior, las relaciones con China son estratégicas, se asiste al inicio de un clima de confianza con Israel e Irán y el poder blando se despliega en grandes escaparates deportivos", resume Natalia Torregrosa Ramos, analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos.

El caso de Telefónica

El plan ideado por la monarquía saudí pretende situar al país en primera línea de los sectores más decisivos de la actividad económica: energía, transportes, defensa y telecomunicaciones. En este último es donde encaja la adquisición por parte de STC Group, el principal operador saudí, de una participación del 9,9% en Telefónica por un importe total de 2.100 millones de euros.

STC está controlado en un 65% por el fondo público de Arabia Saudita. Ha realizado una serie de inversiones en el sector de la información, la comunicación y la tecnología en África y Europa. La última, la compra por su filial Tawal de los activos de torres de telecomunicaciones de United Group en Bulgaria, Croacia y Eslovenia.

Aramco, la del coche de Alonso

En esa misma línea, el plan Vision 2030 plantea transformar Aramco (Arabian Oil Company), que pasará de ser una empresa productora de petróleo a un conglomerado industrial mundial. Nos hemos acostumbrado a ver esta marca en un coche verde de Fórmula 1 y en el mono de Fernando Alonso. Efectivamente, Aramco es el patrocinador principal del equipo Aston Martin.

Animaremos a nuestras empresas a expandirse más allá de sus fronteras y ocupar el lugar que les corresponde en el mundo"

En agosto, el gigante petrolero saudita anunció ganancias de 30.080 millones de dólares para el segundo trimestre, una disminución del 38% en comparación con el mismo período de 2022, cuando los precios se dispararon tras la invasión rusa de Ucrania.

Arabia Saudita posee el 90% de las acciones de Aramco, la mayor petrolera mundial, del mismo modo que SABIC (Saudi Arabia Basis Industries Corporation) es la compañía de refino más grande del mundo.

Fabricar sus propias armas

Además, Arabia Saudita trasformará el Fondo de Inversión Pública en el mayor fondo soberano del mundo. "Animaremos a nuestras grandes empresas a expandirse más allá de sus fronteras y ocupar el lugar que les corresponde en los mercados mundiales", asegura Bin Salman. El desarrollo económico en actividades no petroleras se orienta hacia el desarrollo urbano, la actividad industrial y comercial y el sector turístico.

Planeamos fabricar la mitad de nuestras necesidades militares dentro del Reino"

También defensa. "Mientras seguimos dotando a nuestro ejército de la mejor maquinaria y equipamiento posibles, planeamos fabricar la mitad de nuestras necesidades militares dentro del Reino para crear más oportunidades de empleo para los ciudadanos y mantener más recursos en nuestro país", se lee en la página oficial de la iniciativa. En 2017 Arabia Saudita solo fabricó el 2% del armamento que compró.

Esta monarquía absoluta es uno de los mayores compradores de material de defensa a Estados Unidos. A partir de la guerra del Golfo, los gastos militares se incrementaron y, de hecho, Arabia Saudí figuró como el mayor importador mundial de grandes armas entre 2016 y 2020, recuerda Torregrosa.

Y el fútbol

Los petrodólares compran también el fútbol, dejando algo tocadas a las orgullosas ligas europeas, y más a la española, que no atraviesa tiempos de riqueza, que sí de orden en los balances (una cosa por la otra). El fondo soberano de Arabia Saudí se ha hecho con el control de cuatro de los principales clubes de fútbol del reino, entre ellos el Al Nassr, en el que juega Cristiano Ronaldo.

Cristiano Ronaldo y su familia, en la presentador del jugador con el Al Nasrr.
Cristiano Ronaldo y su familia, en la presentación del jugador con el Al Nasrr.
EFE

El deporte es uno de los pilares del plan Vision 2030. El gobierno ha reactivado un plan para privatizar varios clubes deportivos estatales. El Fondo de Inversión Pública (FPI) posee el 75% de Al Ittihad, Al Ahli, Al Nassr y Al Hilal.

El plan de privatización, centrado principalmente en los clubes de fútbol y lanzado por Bin Salman, permite a las empresas y agencias de desarrollo invertir y hacerse cargo de los clubes. A diferencia de los clubes europeos, los clubes saudíes no están sujetos a la normativa de control de gasto de la UEFA, lo que significa que no hay límite a los salarios que la liga saudí puede ofrecer para atraer a los mejores jugadores a Oriente Medio, que es lo que está ocurriendo.

Menos petróleo

Arabia Saudita (junto a Rusia) anunció el pasado martes que prorrogará sus recortes voluntarios de la producción de petróleo hasta finales de año, a pesar del repunte del precio del crudo y de las expectativas de los analistas de una oferta ajustada en el cuarto trimestre.

Imagen del entre Putin y Bin Salmán en la cumbre del G-20.
Putin y Bin Salmán en la cumbre del G-20.
TWITTER/POLITICO

Los recortes de producción del mayor exportador de crudo del mundo se anunciaron en junio tras una reunión de la OPEP+ y entraron en vigor por primera vez en julio. La reducción unilateral de la producción saudita sigue a la decisión tomada en abril por varios miembros de la OPEP+ de reducir su producción en más de un millón de barriles diarios.

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