Entrevista

Joaquín Reyes: "A lo tonto llevo 20 años en la comedia, pero sigo sintiéndome un principiante"

  •  Con su monólogo 'Festejen la broma' estará del 6 al 17 de septiembre en el Teatro de La Latina
Entrevista a Joaquín Reyes
Joaquín Reyes en la entrevista con 20minutos
Entrevista a Joaquín Reyes
Joaquín Reyes durante la entrevista con 20minutos
Héctor Vila

Joaquín Reyes (Albacete, 1974) pone punto final a la gira de su último espectáculo, con el que lleva recorriendo teatros desde hace un par de años. Un homenaje a los orígenes, al género del monólogo donde tantos cómicos de su generación dieron sus primeros pasos, no siempre bien acogidos como nos cuenta en la entrevista. Cambió la pizarra y la tiza, con las que su estirpe de maestros enseñó en los colegios de Albacete, por el taburete y el micrófono, para reflejar la realidad desde otro punto de vista. Tras 20 años en el oficio y bregado en diversos formatos, sigue manteniendo dudas sobre su creatividad, pero es evidente que el humor nunca le abandonará.

Del 6 al 17 de septiembre en Madrid, ¡pero si todo el mundo va a estar en la Feria de Albacete, que cae justo en esos días!Además soy reincidente, porque el año pasado también estuve en las mismas fechas. Da la sensación de que huyo de la Feria pero nada más lejos de la realidad. ¡Soy tontísimo! Entre la pandemia y estas dos actuaciones llevo ya sin ir a la Feria…

Muchos valencianos se marchan de la ciudad cuando se celebran las Fallas.No es mi caso. En Albacete la Feria es una forma de organizar el año. Dices, "me tengo que poner a dieta… pero ya después de la Feria". Todo es después de la Feria. Es como el remate ya, ¡el 'recopetín'! A mí me encanta.

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Entrevista a Joaquín Reyes con motivo de su espectáculo 'Festejen la broma'
Héctor Vila

Los que no hayan visto todavía el espectáculo Festejen la broma, ¿qué se van a encontrar?Festejen la broma está ya en el final de la gira y me despido en el Teatro de La Latina, que es mi casa. Fue la vuelta al monólogo, a mis orígenes, porque el anterior espectáculo fue Viejóvenes, que eran sketches en directo con Ernesto Sevilla. En mi espectáculo Una y no más, en Netflix, jubilé mi material antiguo y me pareció que era el momento de escribir cosas nuevas. La gente va a ver un espectáculo muy afinado. 

"Al enfrentarme a un material nuevo todo son incertidumbres: ¿voy a escribir algo gracioso?, ¿se me ocurrirán bromas ingeniosas?"

¿Sorprender al personal a estas alturas no es cada día más complicado?Sí, porque además a lo tonto llevo 20 años en la comedia pero aún sigo teniendo la sensación de ser un poco principiante. Cuando te enfrentas a escribir un material nuevo todo son incertidumbres. De verdad lo digo, no por falsa modestia. Ahí comienzan los miedos. ¿Voy a escribir algo gracioso?, ¿se me ocurrirán bromas ingeniosas?... 

¿El miedo a la página en blanco?Se juntan dos miedos: el de la página en blanco y el de haber perdido la gracia, que nos pasa a todos los cómicos. Llega un momento en que se nos 'pasa el arroz' y perdemos la gracia. En la creatividad, igual que en otras facetas, llegas al culmen y luego pierdes vigor. Pero vamos, no estamos en esas porque Festejen la broma hace gracia y la gente se lo pasa bien.

Cartel del espectáculo de Joaquín Reyes en el Teatro de La Latina
Cartel del espectáculo de Joaquín Reyes en el Teatro de La Latina
Cedida

En el espectáculo hace también de ventrílocuo, siguiendo los pasos de José Luis Moreno o Mari Carmen, pero con el mismo espíritu que el de las imitaciones, es decir, la no imitación.Exactamente, tú lo has dicho. José Luis Moreno era un ventrílocuo bastante bueno porque hablaba con la glotis, pero Mari Carmen y sus muñecos, que en paz descanse, no hablaba con la glotis ni nada. Yo soy de la escuela de Mari Carmen, que por cierto era graciosísima y de pequeño me encantaba. Tenía un disco con Rodolfo y Doña Rogelia. Me gusta mucho la dinámica que surge con el muñeco, donde él dice cosas inconvenientes, todo lo que no se atreve a decir el cómico. Se mete conmigo, se ríe de mí… Quería hacerlo desde hace tiempo y cuando lo ensayé en mi casa, me planté delante de la gente con el muñeco y las caras eran de ¿¡Pero qué es esto!? (risas).

El mundo de los ventrílocuos siempre me pareció un tanto perturbador. Ese muñeco hablando y el tipo al lado metiendo la mano por detrás...Es perturbador, pero esa es parte de la gracia. Tiene un punto inquietante y luego hay historias como la de ese ventrílocuo americano que sacaba de la cama a su hija y metía al muñeco. Creo que al final le dejó la herencia al muñeco y todo.

"Ahora hay una generación de cómicos que hace de maravilla los monólogos. Cuando nosotros empezamos no había circuito, ni industria, ni nada"
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Un momento de la entrevista a Joaquín Reyes
Héctor Vila

¿Qué hacer frente a un público hostil?, ¿cómo se capea esa situación?Todos los que hemos hecho monólogos nos hemos encontrado situaciones así. En los inicios nadie te conoce y tienes que convencer de que eres muy gracioso en lugares un tanto hostiles, como un bar lleno de gente bebiendo o una convención. En mi caso fue una convención de empresarios en Villalba, con una edad entre 50 y 60. Yo salí allí con mis referentes 'chichinabescos' pop y, claro, ellos estaban cenando ¡y lo que querían era que me callara! ¿Qué hay que hacer?: pues confiar en tu material y pelear tus bromas. Lo más normal es que te hundas, lo hagas todo ‘rapidico’ y te vayas a tu casa a llorar. Forma parte del encanto de actuar delante de gente y te foguea porque es imprescindible el directo. Ahora mismo hay una generación de cómicos que lo hace de maravilla, pero cuando nosotros empezamos esto era un erial. No había circuito, ni industria, ni nada.

"En el humor manchego se junta la socarronería, con una ironía rústica. Luego José Luis Cuerda lo mezcló con el surrealismo"

¿Cómo es realmente el humor manchego?Identifico el humor manchego con la socarronería, con una ironía rústica. Luego José Luis Cuerda mezcló el surrealismo con lo rural y lo llamaba ‘surruralismo’. Era el contraste entre la forma y el fondo. Se veía a gente de pueblo hablando de Faulkner y otras cosas fantásticas. A nosotros eso nos encantó y de hecho es nuestra Biblia. Tuvimos la suerte de trabajar con él y conocerle. En España hemos incorporado el surrealismo a nuestras vidas. Hay pocos países que utilicen el adjetivo surrealista. Ha calado porque tiene que ver con nuestra identidad y con el absurdo. Gila también trabajó mucho el absurdo.

Gila decía que el disparate debía tener cierta lógica, debía ser creíble. Dejar la vaca en el balcón para tener leche fresca es comprensible, pero no que la vaca jugara al mus.Es muy fácil decirlo pero muy difícil hacerlo. Esa mezcla de costumbrismo con el absurdo es fácil que te salga mal.

Un mundo fascinante es el del léxico manchego. La cantidad de palabras que tenemos y son un tesoro. Hoy me ha venido a la mente la palabra rebús -desecho, lo de peor calidad-.¡Los rebuses! En mi casa se decía mucho. "¿Qué hay para cenar? Los rebuses". El humor es fondo y también forma. Nosotros incorporamos nuestro léxico de manera natural, no como algo premeditado. Era una herramienta que nos parecía divertida, sabíamos que iba a hacer gracia a los manchegos, pero nos sorprendió que trascendiera a gente de Asturias o de Cataluña. El gambitero -persona aficionada a divertirse callejeando-, el asobinao -cansado, aperreado por un trabajo excesivo-…. Palabras como 'viejuno', que en realidad es un neologismo que oí a mi hermano y eso siempre se lo reconoceré. No ha visto un duro por ello, pero bueno.

Aberrunto -deseo vehemente, antojo, capricho-, 'golismero' -el que anda oliendo lo que se guisa, husmeando noticias-.Esa palabra me gusta mucho porque yo soy muy 'golismero'. Ernesto -Sevilla- siempre me lo dice. En España sigue teniendo mucha presencia lo rural y en los pueblos se habla de una manera muy graciosa.

Si los italianos hubieran inventado los gazpachos manchegos, los conocerían en todo el mundo, pero nosotros no hemos hecho nada.¡Buenísimos los gazpachos manchegos! No nos sabemos vender y forma parte de nuestro encanto. Esa humildad. El manchego peca de eso, de no ser excesivamente emprendedor.

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Joaquín Reyes asomándose a la calle Alberto Aguilera
Héctor Vila
"Mi madre me decía que me sacara la oposición para profesor de dibujo y luego hiciera mis cosas. Era una mentalidad a la que no puedo reprochar nada"

¿Cómo encajó su familia que se dedicara al espectáculo?Mis padres eran maestros, aunque mi padre no ejercía porque era orientador escolar, pero mi madre me decía "hijo mío, hazte funcionario, sácate la oposición para profesor de dibujo y luego haces tus cosas". Era una mentalidad a la que no podía reprocharle nada. Vengo de una generación de maestros porque una abuela también lo era. Cuando me vine a Madrid a trabajar de diseñador gráfico, para mis padres fue un riesgo, y después de estar tres años en la editorial SM y comentarles que me iba a Paramount Comedy para hacer un programa, se quedaron con un poquito de regomello -disgusto que no se revela al exterior, reconcomio-, pero me dijeron, si tú lo ves claro… Mis padres se lo tomaron bien y me apoyaron, teniendo en cuenta que este es un mundo muy difícil. 

También hizo portadas de discos para grupos como Mercromina o Surfin' Bichos.Nunca he abandonado esa faceta. Me gusta tener encargos de diseño.

Diseño de Joaquín Reyes para un disco de Mercromina
Diseño de Joaquín Reyes para un disco de Mercromina
Joaquín Reyes

¿Cómo fue esa época en la que comenzaron con La Hora Chanante?Nosotros no veníamos del mundo del audiovisual. Veníamos de Bellas Artes y nos sonaba todo raro. Tuvimos que aprender mientras hacíamos La Hora Chanante, pero en Paramount te animaban a hacer de todo: escribir, realizar… Es algo que me ha servido para salir adelante en momentos malos o baches y no estar esperando una llamada. Me siento muy afortunado. Eran como unas prácticas de máster, pero haciendo nuestro propio programa ¡y pagándome! Sí, doy muchísimo asco. (risas). Nuestra amistad se fraguó haciendo el programa. Había mucha complicidad y cada uno aportaba algo diferente aunque compartíamos un mismo humor.

Tras Muchachada Nui y Museo Coconut, ¿hay pensado algún proyecto conjunto?Es muy difícil reunirnos porque cada uno está a sus cosas y nos va muy bien a todos. Sinceramente, juntarnos para hacer algo parecido sería decepcionante, porque ya está hecho. Somos de los pocos grupos de cómicos en este país. Aquí somos más de parejas. 20 años después nadie se ha descolgado: Raúl (Cimas) ha estrenado Poquita fe; Julián (López) hace 'pelis'; Carlos (Areces) hace 'pelis' y 'tele'; Chape imagínate...

"El humor es un medio, un lenguaje para contar cosas tremendas. En la vida todo está mezclado"

¿El humor a veces se frivoliza un poco, no se valora lo suficiente?No creo. La comedia está muy bien valorada por la gente. Le gusta, la demanda y la valora. Pero si la crítica debería valorarla más… es un eterno debate. Hace poco leía un artículo sobre el humor judío y Kafka, que era un existencialista escribiendo sobre las miserias pero con humor. Lees La Metamorfosis y ves a una persona gris que se convierte ¡en una cucaracha! Ellos han sabido reivindicar su humor como un valor. El humor es un medio, un lenguaje para contar cosas tremendas. En la vida todo está mezclado.

¿Cuáles han sido sus referentes en el humor, en todos sus registros?Jardiel Poncela me gusta mucho y también Ramón Gómez de la Serna, un artista que hacía performances. El humor estaba muy incorporado en el Dadá y en el Surrealismo. Faemino y Cansado han sido referentes, pero también Lina Morgan, que hacía un humor popular y fue la primera gran cómica empresaria. ¡Lina Morgan era el 'recopetín'!

¡Qué grandes actores de comedia hemos tenido en España!A López Vázquez se lo rifaban en Hollywood. Les parecía un actor superlativo y por una cuestión de comodidad o humildad no quiso irse. Tampoco hablaba inglés, claro.

Edgar Neville sí pasó por Hollywood.Sí, luego hizo una película muy buena La Torre de los 7 jorobados y sus relatos son buenísimos. También tengo que citar a Berlanga. Mi padre era muy cinéfilo y tenía una colección de películas en VHS que me dio pena tirar. Cuando voy a Albacete les pongo a mis hijos esas películas ¡y hay que ver la cara que se les queda! Con El verdugo se morían de risa. Más allá de que tienen que acostumbrarse al blanco y negro, a lo mal que se ve y a un ritmo que no es el de ahora.

'Plácido' llega a los "diálogos berlanguianos" de la Filmoteca con Fernando Colomo
Cassen, Manuel Aleixandre y López Vázquez en 'Plácido' (1961) de Luis García Berlanga
20M EP

Sin olvidar Plácido, una de las mejores películas del cine español.
Tuvo más éxito El Verdugo pero a Berlanga le gustaba más Plácido, porque además sienta las bases de su cine: las historias que se entremezclan; una forma de rodar; esa dinámica de sus películas en que el protagonista no consigue algo y todo el mundo le entorpece. Con esa boda que intentan hacer entre la Concheta y un anciano moribundo que no puede hablar pero niega con la cabeza (risas). Era impresionante que pudieran hacerse esas películas en época de Franco, sorteando a la censura.

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