Anatomía felina: todos los secretos de la lengua de los gatos

  • Gracias a la propiedad de los líquidos de la “tensión superficial”, las cavidades de las papilas retienen la saliva.
Los gatos pasan hasta la mitad de su tiempo despiertos dedicados al acicalamiento de su pelaje.
Los gatos pasan hasta la mitad de su tiempo despiertos dedicados al aseo de su pelaje.
Freepik
Los gatos pasan hasta la mitad de su tiempo despiertos dedicados al acicalamiento de su pelaje.

Los gatos pueden pasar hasta el 50% de su tiempo de actividad acicalándose y arreglando la capa de pelo. Lamen y lamen y lamen su pelaje durante horas, con gran dedicación y enorme concentración.

Si convivimos con un gato y hemos podido observar de cerca la estructura de su lengua, o incluso recibimos algunos de sus ásperos lametones, habremos podido observar que la superficie de su lengua está cubierta de espinas formadas por queratina, que reciben el nombre de papilas filiformes.

Como ya hemos dicho en otras ocasiones, pese a ser el segundo animal doméstico más común en hogares de todo el mundo, los estudios sobre los gatos son notablemente inferiores en comparación con otras especies. Esto se debe principalmente a su naturaleza reticente a participar y colaborar en investigaciones científicas, a diferencia de los perros. Esta particularidad plantea un desafío significativo para los investigadores, ya que encontrar técnicas para el estudio de su comportamiento y anatomía en un entorno controlado, sin que el estrés altere su estado y se comporten con naturalidad, se convierte en una tarea sumamente complicada.

A causa de esto, y hasta no hace mucho, se pensaba que esas cientos de espículas de la lengua felina tenían forma de cono y eran sólidas. Creencia que revelaron falsa los investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, en Atlanta, Estados Unidos, en un estudio publicado en la revista PNAS, publicación oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

En forma de cuchara y huecas

La doctora Alexis Noel y su equipo, a través de vídeos de alta velocidad, tomografías computarizadas y escaneos 3D, estudiaron las lenguas de seis especies de felinos: gato doméstico, lince rojo, puma, leopardo de las nieves, tigre y león.

Lo que descubrieron es que las papilas filiformes tienen el mismo tamaño y forma en todos los felinos, al margen de su especie. Obviamente, un tigre tiene más espículas en la lengua que un gato doméstico, pero su estructura, escala respecto al conjunto y funcionalidad es exactamente la misma.

Sin embargo, lo que verdaderamente sorprendió a los investigadores fue observar que todas las papilas filiformes estaban huecas y poseían forma de cuchara, con la punta ligeramente curvada.

Estas cavidades huecas funcionan de manera muy ingeniosa. Aprovechando una propiedad especial de los líquidos llamada 'tensión superficial', donde las moléculas de agua se mantienen juntas en una gota debido a fuerzas de cohesión, el interior hueco de las papilas ayudan a los gatos a mover las pequeñas gotas de saliva a través de su pelaje. Gracias a esta estructura, un gato puede almacenar y retener gotas de saliva en el interior de las espinas de su lengua. Cuando el gato se lame y acicala, las espículas atraviesan el pelo y redistribuyen la saliva limpiadora tanto por la superficie como directamente sobre la piel.

Al observar detenidamente cómo varios gatos domésticos se acicalaban en cámara lenta, constataron que los felinos desplegaban sus lenguas hacia afuera, como si estuvieran dando un gran lametón a un cucurucho de helado, lo que hacía que las papilas se mantuvieran perpendiculares mientras se desplazaban por el pelo. Este movimiento tiene como objetivo alcanzar la mayor cantidad de superficie posible.

Entre los numerosos gatos domésticos participantes en el estudio, solo una raza demostró no ser capaz de alcanzar la misma eficacia en su cuidado: el persa. Por consiguiente, esto reafirma la idea de que en el caso de gatos de pelo abundante y muy largo, es necesario que los cuidadores realicen un mantenimiento diario para evitar que el pelo se enrede y la piel se ensucie. “En el caso de los persas (y otras razas de abundante y espeso pelo), son físicamente incapaces de hacer que sus pequeñas espinas en la lengua lleguen hasta su piel”, explica la doctora Noel.

Pero los gatos no solo se lamen para estar limpios y mantener su pelaje en buenas condiciones. A través de las imágenes térmicas usadas durante la investigación, también revelaron que la saliva les ayuda a refrescarse y regular su temperatura corporal. Este hallazgo cobra una importancia especial ya que los gatos poseen glándulas sudoríparas únicamente en las almohadillas de sus patas.

Con su investigación, no solo hemos resuelto una creencia errónea sobre la anatomía felina, sino que, tal como declaran los investigadores, su descubrimiento también puede tener aplicaciones prácticas para los humanos: “Saber cómo funciona la lengua de los felinos podría ayudarnos a aplicar líquidos, limpiar textiles o administrar medicamentos en pieles cubiertas de pelo”, declaró A. Noel en la nota de prensa. De hecho, ya están en ello y los investigadores se encuentran buscando una patente para un cepillo de aseo inspirado en la lengua de los gatos, impreso en 3D, que incorpora unas espículas iguales a los de los gatos en una base de silicona.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento