El cepillado de dientes de los gatos, una rutina que deberíamos realizar con frecuencia

Un gato enseñando los dientes.
Un gato enseñando los dientes.
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Un gato enseñando los dientes.

Tener una buena salud bucodental es esencial tanto para los seres humanos como para nuestras mascotas. Aunque comúnmente el cepillado de dientes es algo normalizado entre nosotros, a menudo se pasamos por alto la importancia que esto tiene también para nuestros peludos, especialmente para nuestros gatos, siendo algo fundamental para prevenir problemas bucales y mantener su bienestar general.

Al igual que nosotros, los gatos también pueden sufrir de problemas dentales como la acumulación de placa, gingivitis o la enfermedad periodontal, por ello es crucial que establezcamos nuestras rutinas de cepillado diario de dientes también con nuestros amigos felinos.

Cepillar los dientes de nuestro gato no solo ayuda a prevenir problemas dentales, sino que también fortalece el vínculo humano-animal. Al acostumbrar a nuestro minino al cepillado desde una edad temprana, estamos creando una experiencia positiva que no solo beneficia su salud oral, si no que también proporciona un momento de conexión y cuidado mutuo.

"Lejos de ser una locura, se trata de una rutina que toda familia con gatete debería de mantener en su día a día", recomienda Nuria Gómez, veterinaria experta de Clinicanimal, la red de veterinarios de Tiendanimal. "La higiene bucal en el caso de los felinos es igual de importante que en el caso de los humanos o de otros animales como los canes, ya que los gatos son igual de susceptibles a la placa, el sarro y la inflamación de las encías si se descuida su cuidado dental".  

¿Cómo cepillo los dientes a mi gato?

Para cepillar los dientes de nuestro minino primero necesitaremos establecer una rutina, "preferiblemente al terminar la última comida del día, dado que es el momento en el que el sarro está más reblandecido". "El mejor momento para poner en marcha esta rutina es cuando el gato es todavía lo suficientemente joven, aunque ya se alimente de pienso, y esté abierto a aceptar nuevas rutinas en su día a día", detalla Gómez.

"Establecer estas rutinas desde cachorros ayudará a que el gatito lo acepte desde temprana edad y no le suponga un estrés", añade. "En el caso de que nuestro gato sea más adulto, será recomendable optar por un método de higiene bucal menos agresivo con el animal que el cepillado, abogando por opciones como la pasta de dientes sin cepillado o snacks que contribuyen a la eliminación de sarro".

No obstante, cada gato es un individuo diferente y si vemos que puede estar abierto a probar el cepillado, podemos intentar incluirlo en su día a día de forma progresiva. "Siempre y cuando veamos que el animal no sufre o se incomoda más de lo habitual", expresa la veterinaria.

Lo más aconsejable es empezar la limpieza desde las piezas más visibles y terminar con las que están más al fondo

Para cepillares los dientes a nuestro gato, lo más adecuado será tomar una postura que resulte cómoda, tanto para el animal como para nosotros y recordarla para que intentemos imitarla siempre que vayamos a limpiarle los dientes al animal. "En esta postura, la cabeza del gato quedarña inmovilizada, algo que deberemos hacer de forma delicada y cariñosa, ya que no queremos hacerle daño y que coja miedo a esta rutina", aconseja Gómez.

"Después untaremos la pasta de dientes felina en el cepillo de dientes y, con esto, podremos empezar el ritual de limpieza bucal de nuestro compañero felino", añade. "Lo más aconsejable es dar comienzo a la limpieza desde las piezas más visibles y culminar con las piezas que están más al fondo, así haremos que el animal no se incomode desde el principio".

Para facilitar este proceso, existen diferentes tipos de cepillos, como los normales o los que tienen forma de dedal, que incluyen en el extremo cerdas de silicona para no dañar las encías del gato. "También pastas dentales, con diferentes sabores para ajustarnos al paladar tan exigente del minino", comenta la veterinaria.

"Es importante que utilicemos productos específicamente formulados para nuestros gatos, ya que muchos de los componentes de las pastas dentales de humanos pueden resultar dañinos para los animales y, además, los productos específicos suelen tener sabores agradables (carne, pescado...) que hacen que nuestros gatetes los acepten con mayor facilidad", advierte.

Por último, si nuestro gato se muestra totalmente contrario al cepillado, debemos optar por otros métodos de limpieza bucal y nunca forzarles. "Existen colutorios bucales con sabor a pescado, snacks o dietas que favorecen la eliminación de sarro", explica Gómez. "En el caso de los enjugues, conviene saber que, si bien es cierto que permiten controlar las bacterias, un uso prolongado puede dañar el esmalte dental del minino; y que los snacks o dietas anti-sarro pueden retrasar la aparición del mismo, pero no eliminan el ya existente de forma tan efectiva como el cepillado".

Trucos para habituar a nuestros gatos al cepillado

Cuanto antes empecemos a educar al felino en limpieza bucal mejor. "Lo cierto es que son muchas las familias que posponen esta tarea de forma habitual, ya que los primeros años la acumulación de sarro no es tan evidente", cuenta Gómez. "Pero nunca es tarde para empezar a limpiar la boca de nuestro gato como es debido, siempre de forma gradual y con delicadeza suficiente, ya que es algo que puede resultar incómodo".

En este sentido, existen algunos trucos para hacer este proceso más fácil. "Podemos empezar untando un poco de pasta de dientes en nuestros dedos y dándosela a probar, para que se familiarice con el sabor y textura", aconseja la veterinaria. "Si nuestros dedos no les parecen lo suficientemente atractivos para lamer, también podemos mojar levemente su nariz para que se vea forzado a lamerla y lo haga de forma voluntaria".

"Si les gusta, que es algo muy probable, dado que los sabores están diseñados para que resulten irresistibles al paladar felino, lamerá de nuestro dedo o incluso estará más abierto al cepillado, siempre y cuanto lleve buena dosis de pasta", añade la experta. 

Cuando sintamos que nuestro gato está respondiendo bien, antes de recurrir al cepillo, "podemos untar pasta de dientes en un bastoncillo y suavemente se lo podemos restregar por los dientes más visibles hasta culminar en los más inaccesibles". "De este modo, nos haremos una idea de cómo responderá al cepillado", asegura Gómez.

"No obstante, lo más importante de todo este proceso será la paciencia", afirma. "Será algo fundamental en esta rutina que, especialmente en los inicios, no será nada fácil, pero que será esencial para que nuestro minino entienda la limpieza bucal como parte de su día a día".

El 70 por ciento de los gatos de más de dos años presentan ya un cierto grado de enfermedades bucodentales

Tanto en forma de cepillado como por otras vías, el mantenimiento de una buena higiene bucal es algo que nuestro veterinario de confianza siempre nos recomendará, con el objetivo de "prevenir infecciones y enfermedades debidas a la acumulación de sarro que se producen si no se retira adecuadamente cuando aparece".

En este sentido, "entre las problemáticas que puede derivar un mal hábito de cuidado dental está la retracción gingival, en el que las raíces de las piezas dentales se quedan expuestas y tendrán una gran facilidad de moverse y caerse; la enfermedad periodontal, que pasa por fases como la gingivitis y la periodontitis; o la pérdida de la corona dental, que sufre casi el 50 por ciento de los gatos adultos", enumera la experta de Clinicanimal.

"Para hacernos una idea de la magnitud, se estima que el 70 por ciento de los gatos de más de dos años presentan ya un cierto grado de estas enfermedades que dañan la placa bacteriana y que pueden incidir negativamente en la salud y la calidad de vida de nuestro felino", concluye. 

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