El verdadero significado tras la frase "tranquilo, no muerde": la importancia de que nuestro perro responda a la llamada

Un perro durante un paseo con un arnés antitirones.
Un perro durante un paseo con un arnés antitirones.
Edwinheidt / PIXABAY
Un perro durante un paseo con un arnés antitirones.

Poder llevar suelto a un perro durante el paseo es el sueño de cualquier tutor canino. A todos nos resulta agradable la idea de que nuestro peludo no tenga que ir atado constantemente y que pueda corretear por el parque, el campo o la montaña, a nuestro lado. Sin embargo, soltar a nuestros perros es una gran responsabilidad.

Si queremos pasear y otorgarles a nuestros compañeros de cuatro patas la libertad de ir sin la correa en los lugares en los que está permitido hacerlo, antes debemos asegurarnos de que nuestro vínculo con él es fuerte y de que obedecerá a nuestra llamada ante cualquier tipo de estímulo, ya que, de no ser así, no solo es peligroso para el perro, si no que también nos puede causar un problema con las personas de nuestro alrededor (y sus perros).

De hecho, Sonia Losada, profesora en activo del curso profesional de Educación canina y Adiestramiento de l'Escola d'oficis de Catalunya, conocida como Xila's Training, en uno de sus últimos podcast, explica el verdadero significado de la frase "tranquilo, no muerde".

"Seguro que alguna vez os habéis cruzado con un perro que viene corriendo hacia vosotros y habéis visto a su tutor detrás, gritando y diciendo 'tranquilo, no muerde', ¿verdad?", explica Losada, añadiendo que con frecuencia "lo que en realidad está diciendo el tutor es 'mi perro no me hace caso, aunque le llame, no va a venir', lo cual es una irresponsabilidad".

La responsabilidad de respetar a los demás

La educadora canina recuerda que es decisión de la otra persona que su perro salude al tuyo, por lo que, si el perro echa a correr y no te hace caso, porque no tengas una buena llamada o un buen vínculo, no puedes limitarte a decir "no te preocupes, no hace nada". 

"Si lo quieres llevar suelto tienes que ser responsable", afirma. "Yo, que soy una profesional, soy capaz de detectar las intenciones del perro antes de que llegue hasta el mío, pero otra persona igual no".

Además, para la experta, "si el perro no atiende a nuestra llamada, entonces no lo debemos llevar suelto, porque pueden pasar muchas cosas". "Que el otro perro (que no lleva bozal porque lo lleva atado) esté avisando con señales de calma de que no quiere que se le acerquen y termine mordiendo al suelto, por ejemplo", cuenta.

Losada agrega que, además, especialmente cuando estas situaciones ocurren con cachorros, pueden convertirse en algo traumático para el perro, que se puede asustar y no querrá interactuar con otros perros en el futuro, a raíz de esa mala experiencia.

Episodio #249: Tranquilo, no muerde

"La gente no asume que hay que formarse y hay que tener pautas", comenta. "Hay que ser responsable de nuestro perro, si lo queremos llevar suelto, trabajemos una llamada hasta el punto de que si echa a correr y lo llamas, derrape para volver hacia a ti en menos de tres segundos, ante el estímulo que sea", también por la propia seguridad del animal.

La experta en comportamiento canino explica, además, que "hay que asumir que hay personas que no quieren que se le acerquen otros perros". "Hay que respetar eso también. Si tenemos un perro se supone que es porque nos gusta, por lo que si alguien nos pide educadamente que lo atemos, debemos llamarlo y atarlo", detalla.

En resumen, tanto por la seguridad de nuestro perro, como por el respeto a las demás personas y el bienestar de los otros peludos también, debemos ser responsables de nuestros compañeros de cuatro patas y educarlos adecuadamente, crear un vínculo saludable con ellos y asegurarnos de tener el control ante cualquier situación (siempre desde el refuerzo positivo).

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