Cómo variar la dieta de nuestros loros para que sea más adecuada frente a las altas temperaturas del verano

Un yaco comiendo fruta.
Un yaco comiendo fruta.
PIXABAY
Un yaco comiendo fruta.

Con el verano y las altas temperaturas no solo las personas variamos nuestra dieta en busca de alimentos más ricos en agua y que podamos tomar frescos para combatir el calor, nuestros animales de compañía también necesitan ese extra de agua, incluidos nuestros loros.

Como se produce un aumento de las temperaturas, es recomendable realizar algunos cambios en la dieta de nuestras psitácidas, para que se sientan mejor a través de su nutrición. Una alimentación equilibrada y ajustada a las necesidades estacionales es esencial para prevenir problemas de salud como, por ejemplo, los golpes de calor.

Roger Valls, cofundador de la asociación Avetropic, cuya misión es salvaguardar el bienestar de las psitácidas que viven en condiciones de cautividad, explica que durante esta época del año y para intentar que ellos estén más cómodos con las cosas que les ofrecemos para comer, "lo ideal es darles alimentos más ricos en agua".

"La subida de temperaturas hace que requieran unas necesidades de agua más elevadas que en otros momentos del año en los que las temperaturas son más bajas", detalla. "La necesitan en mayor cantidad y, además, les ayuda a refrescarles".

Qué podemos cambiar de su dieta para refrescarles

Valls recuerda que la dieta de los loros no puede basarse en las típicas mezclas de semillas que encontramos en el supermercado o en las tiendas de animales, de la misma forma que comenta que tampoco podemos intentar imitar la dieta que tendrían en la naturaleza (como hacemos con otras especies exóticas), ya que la energía que necesitan no es la misma y, por tanto, no sería adecuada.

La alimentación de nuestros loros debe ser personalizada a cada individuo, teniendo en cuenta su tamaño y la cantidad de energía que gasta a lo largo del día y, por supuesto, debe ser variada (compuesta de una base de pienso de calidad, otra parte de frutas y verduras y una última porción de alimentos extra como mezclas de semillas).

"Siempre tenemos que intentar ofrecerles el mayor número de alimentos posible, es decir, fomentar que les guste todo", recomienda el experto en psitácidas. "No obstante, a la hora de realizar cambios en su dieta, como ahora en verano, tenemos que intentar tirar por aquellos alimentos que le gustan a nuestro loro, para lo que necesitamos conocerle un poquito".

Alimentariamente hablando, en Yacos se dan algunas tendencias: carencias de vitamina D y de calcio. "No es algo muy diferente a otras especies, pero sí es algo más común en ellos, igual que ocurre con la carencia de vitamina A, que también es mayor en Yacos que en otros loros", comenta Valls. "También se les suele atribuir una dependencia de contenidos grasos, aunque no está comprobado que realmente sea así".
Un yaco alimentándose de frutas y verduras durante el verano.
AVETROPIC

Cuando las temperaturas son más altas, Valls aconseja abusar un poco más de las frutas y hortalizas, ya que "tienen un contenido de agua que va del 80 al 95 por ciento", añade. "Frente a un cinco por ciento aproximado con el que cuentan las semillas, por ejemplo".

"Las frutas y hortalizas se adecuan mucho a otros cambios que se producen en esta época de año en nuestros loros", detalla Valls. "La energía que necesitan consumir es mucho más baja con las altas temperaturas, es decir, hay una correlación directa entre la temperatura y las necesidades nutricionales de un animal homeotermo (como los loros)".

En este sentido, los loros son como las personas, en invierno comemos más y cocinamos platos con mucha más energía y, con la llegada del verano, optamos por platos más ligeros y frescos, porque no necesitamos tanta energía. "Es por este motivo que durante los meses de calor es recomendable reducir la proporción de frutos secos y otros alimentos más densos, sustituyéndolos por otros más ricos en agua".

Además de sustituir elementos de su dieta por frutas y hortalizas, Valls también aconseja cambiar las cantidades para cubrir sus necesidades nutricionales. "Debemos ofrecerles más frutas y hortalizas de lo normal, adecuándonos a la cantidad de energía que gastan cuando hace más calor", añade.

"Si nuestro animal es abierto de mente y es curioso a la hora de probar alimentos nuevos, nos facilitará la variedad en su dieta, pudiendo ofrecerle prácticamente de todo (excepto el aguacate, la cebolla y alguna cosilla más)", comenta el experto. "No obstante, si se resiste a probar este tipo de alimentos más saludables para él en verano, debemos probar a cambiar la presentación".

En este sentido, el enriquecimiento ambiental alimentario se vuelve fundamental, ya que si encontramos formas lo suficientemente llamativas para nuestro loro, conseguiremos que ingiera más alimentos acuosos y frescos.

"Podemos probar con brochetas, trozos más pequeños o más grandes (según el tamaño del loro), saquitos de comida... Siempre intentando partir de lo que ya conocemos que nos funciona con alimentos que sí le gustan", concluye Valls.

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