Las dietas de los loros: por qué su estrategia alimentaria natural no funciona en cautividad

Loros buscando comida en el suelo en el centro de Avetropic.
Loros buscando comida en el suelo en el centro de Avetropic.
AVETROPIC
Loros buscando comida en el suelo en el centro de Avetropic.

¿Verdad que si te preguntan qué comen los loros responderías semillas? Es muy común pensar que este tipo de aves se alimenta de esta forma pero, la realidad está muy alejada de esta idea preconcebida que tenemos arraigada gracias a las películas, series y a lo que nos encontramos en las tiendas o supermercados.

En cuanto a la alimentación de nuestras mascotas se refiere, cada vez son más sonadas las "dietas naturales" o BARF, aquellas que pretenden imitar lo que nuestros perros (en este caso) comerían en libertad. Sin embargo, de la misma manera que este tipo de dieta tiene unos riesgos en la salud de nuestros canes, algo similar ocurre con las semillas y los loros que viven en cautividad.

¿Por qué les ofrecemos semillas a nuestros loros? De toda la vida, en las tiendas de animales se han vendido paquetes con una mezcla de semillas pensadas para pájaros, por lo que, con el paso de los años, hemos pensado que esa es la dieta adecuada para ellos ya que, además, es lo más parecido a lo que encontrarían ellos en libertad. Sin embargo, hay dos factores que no estamos teniendo en cuenta: la energía que gastan y el tipo de semillas que les estamos ofreciendo.

Roger Valls, cofundador de la asociación Avetropic, cuya misión es salvaguardar el bienestar de las psitácidas que viven en condiciones de cautividad explica que las necesidades energéticas de un loro en cautividad "no son las mismas" que la de un loro que vive en libertad, de la misma manera que las semillas que nosotros encontramos en el mercado "no tienen nada que ver con las que ellos consiguen de la naturaleza".

Imitar su dieta natural, un error que acaba en malnutrición

"La estrategia que típicamente se ha seguido para alimentar a los loros (y otros animales) es conocer su dieta en su estado silvestre y, con nuestras posibilidades, imitarla", detalla Valls. "A los loros de especies más granívoras, que se alimentan de semillas, se les darán mezclas de semillas que encontramos en el mercado, al igual que les proporcionaremos frutas del supermercado. Esto es un error que suele terminar en malnutrición".

Pero, ¿por qué? Según Roger se debe a dos razones: "Las necesidades alimentarias no son las mismas en libertad que en cautividad, es decir, por el entorno en el que se encuentran, no consumen la misma energía; y por otro lado, las semillas y frutas del supermercado no tienen nada de natural, de hecho, las frutas son muy azucaradas y las semillas no son las que ellos comerían en libertad".

"Tampoco debemos olvidar las características físicas y el metabolismo del animal, que es otro factor, ya que cada especie tienen una necesidad energética diferente y, dependerán también de si están en una jaula o en una volandera, por ejemplo", añade el experto en psitácidas.

Nuestras mezclas de semillas suelen ser más calóricas y menos nutritivas

De esta forma, si a un loro que vive en cautividad le ofrecemos la misma dieta que podría comer en libertad, "estaría mal alimentado, ya que sus necesidades nutricionales y el entorno en el que vive son completamente diferentes". "De hecho, probablemente tienda a la obesidad", expresa Valls.

"En cualquier caso, nosotros no podemos ofrecerles la misma dieta. Ofrecerles maíz o pipas no es darles algo que ellos comerían en libertad, además, nuestras mezclas de semillas suelen ser más calóricas y menos nutritivas", detalla.

Pienso, la base de una dieta equilibrada

Valls, quien pasa su día a día cuidando decenas de psitácidas en cautividad, considera que la alimentación más apropiada para los loros es la basada en pienso. "Es un producto compuesto que satisface las necesidades alimentarias de estos animales y que, de otra forma, con alimentos no procesados, sería muy complicado elaborar una dieta capaz de seguir a rajatabla lo que deben comer y la cantidad correcta", explica.

Que un loro esté malnutrido puede terminar en muchos problemas, el más común, la obesidad

"Lo ideal es dividir su alimentación en tres fracciones: una base de pienso, una mezcla de frutas y verduras (una mayor proporción de hortalizas que sean nutritivas) y alimentos complementarios como mezclas de semillas, legumbres cocidas o hidratadas o productos de origen animal como los huevos cocidos", enumera. "Esta última parte de la dieta es la que nos permite trabajar el enriquecimiento ambiental, pudiendo ofrecerles cada día algo diferente sin descuidar sus necesidades nutricionales".

De esta forma se evitan graves consecuencias como la malnutrición y las enfermedades y patologías que ella trae consigo. "Que un loro esté malnutrido puede terminar en muchos problemas y muy diferentes", asegura Valls.

"Una mala alimentación puede derivar en obesidad, problemas en el funcionamiento del aparato digestivo o el circulatorio, también puede causar un deterioro de las funciones reproductivas e incluso daños en los huesos, como las patas, por tener que soportar más peso del que pueden, entre muchas otras complicaciones", concluye el experto en psitácidas.

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