La "familia del alma", una secta que usaba drogas, psicología y rituales para destruir, estafar y abusar sexualmente de un centenar de jóvenes

  • Algunas de sus víctimas se habrían iniciado siendo menores de edad y han estado más de 15 años.
La Guardia Civil, en la denominada operación Avicena, ha detenido a tres personas como líderes de una secta instalada en un chalet en Pobla Tornesa (Castellón) por los presuntos delitos de asociación ilícita, intrusismo laboral, contra la salud pública, agresión sexual y revelación de secretos, entre otros.
La Guardia Civil, entrando en el chalé de La Pobla Tornesa donde operaba la secta.
GUARDIA CIVIL
La Guardia Civil, en la denominada operación Avicena, ha detenido a tres personas como líderes de una secta instalada en un chalet en Pobla Tornesa (Castellón) por los presuntos delitos de asociación ilícita, intrusismo laboral, contra la salud pública, agresión sexual y revelación de secretos, entre otros.

La Guardia Civil ha desarticulado en Castellón una secta destructiva llamada la "familia del alma" que era del tipo conocido como psicoterapéutica. Liderada por tres personas, practicaban rituales chamánicos con drogas y sustancias psicotrópicas. Así pudieron estafar y abusar sexualmente de un centenar de jóvenes que habían captado en Tarragona, Castellón y Barcelona.

El juzgado tiene abierta la causa judicial por delitos de estafa, revelación de secretos, contra la salud pública, asociación ilícita, intrusismo laboral y agresión sexual, sin perjuicio de ulterior calificación. El arresto tuvo lugar el pasado mes de marzo, pero se ha comunicado ahora.

En aquel momento, los tres detenidos fueron puestos en libertad tras prestar declaración. El Juzgado de Instrucción número 3 de Castellón deberá citarlos para declarar como investigados porque no pasaron a disposición del juzgado en calidad de detenidos, según han informado a EFE fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Más de 15 años "explotando" a personas

Cuenta la Guardia Civil que los tres llevaban más de 15 años realizando esta actividad. Desde hace unos meses se habían establecido en un chalé de la localidad castellonense de La Pobla Tornesa. Allí se ha encontrado una importante cantidad de dinero en efectivo; listados de pagos; sustancias psicotrópicas; y una gran cantidad de agendas y anotaciones correspondientes a la vida y datos personales de las víctimas. En ese chalé se produjeron presuntamente varios abusos sexuales.

Entre los detenidos está la "maestra" de la secta y su marido. Como líderes, estas personas exigían a los adeptos más devotos a el pago de más de 10.000 euros bajo la promesa de acceder al círculo más cercano a la "maestra". Era la prueba de confianza. Si se negaban, se les amenazaba con ser repudiados por la "familia del alma".

Dónde les captaban

Los afectados son en su mayoría de las provincias de Tarragona, Castellón y Barcelona y rondan el centenar. Es lo que ha podido saber la Guardia Civil a partir de las denuncias presentadas y de personas que han podido ser identificadas a lo largo del prolongado periodo de actividad de este grupo.

Los agentes comenzaron la investigación tras recibir la denuncia de los padres de dos de las víctimas. Éstas hablaron de la existencia de un grupo de perjudicados que había conseguido salir de la secta y que también estaba dispuesto a denunciar los hechos.

Cómo les captaban

Las edades de captación e iniciación en las terapias se situaba en los 20 años de edad en la mayoría de los casos y todas las víctimas tenían un bajo estado anímico por problemas personales o emocionales. Algunas de ellas han estado inmersas en el colectivo durante más de 15 años, e incluso se habrían iniciado siendo menores de edad.

La Guardia Civil desarticula en Castellón la "familia del alma", una secta descructiva.
Sustancias psicotrópicas halladas en el chalé de la secta la "familia del alma".
GUARDIA CIVIL

Todas las víctimas habían sido captadas a través de personas de confianza de los líderes de la organización. Jóvenes en situación de vulnerabilidad emocional y en búsqueda de soluciones a sus problemas eran el objetivo prioritario de la "familia".

Total pérdida de la voluntad

En la secta existía un grupo más alto en la jerarquía conocido como "el círculo" o "los veteranos". La líder impartía terapias a cambio de abonar elevadas cantidades de dinero. Según aumentaba la fidelidad y dependencia emocional de las víctimas, aumentaba el precio de las terapias.

Todos practicaban rituales chamánicos que incluían el consumo de drogas, mezcal y sustancias psicotrópicas. Con todo ello les provocaban un estado de alucinación, enajenación mental y, lo que realmente buscaban, una total pérdida de la voluntad. De ese modo practicaban rituales, desnudos colectivos o talleres relacionados con los chakras y terapias sexuales. En ocasiones, todo ello era filmado.

Manipulación y dependencia emocional

La situación de las víctimas facilitaba a la "maestra" su manipulación mediante el uso de diferentes técnicas de control, persuasión, dependencia emocional y separación afectiva de su entorno más cercano. El objetivo eran que quedaran aislados para posteriormente integrarlos en la "familia del alma".

Para conseguirlo amenazaban a las víctimas con sufrir castigos, humillaciones e incluso con ser repudiados. Era la peor de las opciones porque hablamos de personas que ya tenían una dependencia emocional del resto de miembros.

Otra secta, también Castellón

La llamada 'Operación Avicena' ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona, de la Jefatura de Información (UCE-3) y de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón. La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción 3 de Castellón.

Operación de la Policía Nacional contra una "secta destructiva" asentada en Castellón.
Operación de la Policía Nacional en marzo de 2022 contra una secta de Castellón.
P. NACIONAL

La "familia del alma" es la segunda secta de este tipo desarticulada en poco más de un año en la provincia de Castellón. La Policía Nacional detuvo en marzo de 2022 a la cúpula de "La Chaparra", una secta sexual que había operado durante décadas en una masía de Vistabella del Maestrat.

Dos meses después, el líder de la secta, Antonio G.L., conocido como el 'Tío Toni', fue hallado muerto en su celda del centro penitenciario de Castellón.

El psicólogo especialista en sectas Miguel Perlado estima que en España hay actualmente unos 250 grupos "bien establecidos" de sectas "destructivas". Eso sí, asegura que estos ya no se pueden definir "por el número de personas captadas, el tipo de ideas que difunden o la forma de hablar, vestir o comportarse de sus miembros".

Estrés postraumático, ansiedad y disociación

Las personas que han sido objeto de sometimiento psicológico en una secta presentan una variada sintomatología. En la mayoría de los casos, se corresponde con el síndrome de estrés postraumático, aunque también puede consistir en otros síntomas como ansiedad, parálisis corporal, alteraciones en la percepción de la realidad o disociación, entre otros.

Lo común es que experimenten "culpa y vergüenza", dado que, a su vuelta, se sienten "en un mundo extraño del que desconocen los códigos" de comportamiento, después de que "les hayan reprogramado la mente", explica Perlado.

Al salir de la secta experimentan culpa y vergüenza porque se sienten en un mundo extraño del que desconocen los códigos"

¿Cómo recuperar a una persona desde el punto de vista terapéutico? Según el psicólogo, hay que "trabajar mucho en red con los familiares, amigos y círculo cercano" con el fin de que el captado evalúe su vinculación con ese grupo, "entre en crisis" y aumente su "capacidad crítica" para facilitar su "extracción" de la secta.

Un miembro pasivo no está cometiendo delito

Quien es miembro pasivo, o sea, víctima de la persuasión coercitiva de una secta destructiva, no está cometiendo delito alguno, recuerda Isabel Moral Zamorano, letrada de Dexia Abogados, especialista en derecho penal y criminóloga.

En cambio, según el Código Penal, a los fundadores, directores y presidentes de una secta les puede caer una pena de prisión de 2 a 4 años, multa de 12 a 24 meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de 6 a 12 años. A los miembros activos, de 1 a 3 años de prisión y multa de 12 a 24 meses, y a los cooperadores o favorecedores relevantes del delito, prisión de 1 a 3 años, multa de 12 a 24 meses e inhabilitación para empleo o cargo público de 1 a 4 años.

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