La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha mejorado este jueves sus previsiones macroeconómicas y fiscales, impulsadas por la "buena marcha" de la economía española. Sin embargo, el supervisor fiscal advierte de que el aumento de los ingresos públicos irá destinado en gran medida a compensar el aumento del gasto en pensiones por la revalorización conforme al IPC.

Las previsiones de la AIReF apuntan a que la economía española crecerá en 2023 un 2,3% —cuatro décimas por encima del pronóstico anterior— y el déficit de las administraciones públicas caerá siete décimas hasta el 4,1% del PIB, dos décimas por encima del 3,9% previsto por el Gobierno de Pedro Sánchez. El supervisor fiscal achaca esta mejora del déficit a la reducción del coste de las medidas anticrisis, que este año calcula en un 1,1% del PIB, tres décimas menos que en 2022; así como al descenso del gasto asociado a la covid-19 y al aumento de los ingresos públicos, especialmente de la recaudación procedente de las cotizaciones sociales y el IRPF.

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En ese sentido, la AIReF señala que los ingresos públicos aumentarán en 2023 un 7,5% hasta alcanzar el 42,7% del PIB, sin incluir los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En concreto, se espera que crezcan los ingresos percibidos a través de cotizaciones sociales, del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades. En cambio, el supervisor fiscal calcula que la reducción del IVA y de la demanda nacional supondrá una disminución de la recaudación de algo más de 500 millones de euros, asumiendo que la inflación subyacente se sitúe por debajo del 5,5% en septiembre.

Según el organismo presidido por Cristina Herrero, ese aumento de recaudación irá a parar a sufragar el gasto adicional derivado de la revalorización de las pensiones conforme al IPC. "La revalorización de las pensiones compensa el crecimiento de los ingresos por encima de la evolución inercial del resto de los gastos", afirma la AIReF en su Informe sobre la ejecución presupuestaria, deuda pública y regla de gasto presentado este jueves. "Entre 2022 y 2023, la buena marcha de la economía queda compensada por el impacto de aumentar las pensiones con el IPC del año anterior", recalca.

Un 10,7% más de gasto

En total, la AIReF calcula que en 2023 el gasto de las Administraciones Públicas se elevará una décima con respecto a 2022 hasta representar el 46,8% del PIB, sin contar el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En particular, el mayor volumen de gasto se corresponde con las prestaciones sociales en efectivo, a las que el supervisor fiscal prevé que se destine una cuantía equivalente al 17,5% del PIB, una proporción que ha sido revisada dos décimas al alza respecto al anterior informe debido principalmente al incremento del gasto en pensiones por su actualización conforme al IPC de 2022, lo que se ha traducido en un alza del 8,5%.

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El organismo estima que el gasto en pensiones aumentará un 10,7% en 2023 y atribuye el alza a esa revalorización anual, así como, en menor medida, al aumento del número de pensiones y al efecto sustitución —las nuevas pensiones son más altas que las que salen del sistema—. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ya previeron este aumento, al elevar la partida destinada a las pensiones un 11,4% hasta los 19.547millones de euros.

Además de la revalorización para conservar el poder adquisitivo de los beneficiarios, el Gobierno completó la reforma de las pensiones con una segunda fase en la que elevó las cotizaciones 1,2 puntos, al que se suma un recargo de hasta el 6% para los salarios más altos, de ahí el aumento de los ingresos percibidos a través de cotizaciones sociales. La modificación normativa incluye también la posibilidad de ampliar el periodo de cálculo a partir de 2024 a 29 años descartando los dos peores.