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María Guardiola, la extremeña que da un nuevo "chute de esperanza y energía" al PP

Ilustración de María Guardiola
Ilustración de María Guardiola
Henar de Pedro
Ilustración de María Guardiola

En cuanto Alberto Núñez Feijóo llegó a la presidencia del PP en abril de 2022 quiso contar de inmediato con la recién nombrada candidata de Extremadura María Guardiola. Le llamó para conocerla. Porque la directriz de Génova de hace unos meses era la de apostar por una mujer que representara a la plaza socialista y se sumara a los pocos perfiles femeninos -Isabel Díaz Ayuso, Marga Prohens y María José Sáenz de Buruaga- que aspiraban a liderar sus comunidades el 28M. Génova miraba a Extremadura como una posibilidad allá por 2027. Y, sin embargo, la que era una apuesta a largo plazo acabó por convertirse en el nuevo "chute de esperanza y de energía" del PP en su momento más delicado de pactos postelectorales a las puertas de unas generales. María Guardiola no solo sorprendió el pasado mayo a su partido empatando con el histórico socialista Guillermo Fernández Vara sino que, además, acabó por impresionar a la actual dirección nacional por su empeño por deshacerse de Vox, pese a necesitar sus votos para gobernar. 

La cacereña cuenta con el beneplácito de Génova en todas sus negociaciones y habla con Feijóo "a diario". Quienes le conocen de cerca también destacan la seguridad que tiene en sí misma. Con ella va "a por todas". Así fue como, una vez que le confirmaron su candidatura, se lanzó a por el gurú de la comunicación de Rebellius, Santiago Martínez-Vares, en quien depositó toda su confianza para llevarle al estrellato. Una confianza que más pronto que tarde le llegaría de vuelta: María es "un diamante en bruto que solo había que pulir", llegó a decir Martínez Vares de ella.

Con su perfil más liberal ha logrado arrebatar el voto socialista desencantado que tanto ha buscado Feijóo en estas elecciones y aspira a mantener y captar de cara a las generales. Con Ángela Merkel como referente político, por su "capacidad de alcanzar consensos", Guardiola ha defendido tanto postulados abanderados por la derecha como, también, por la izquierda. Por un lado, ha abogado por rebajar la presión fiscal o por relajar la legislación medioambiental para hacer compatible la protección al medioambiente con el crecimiento económico; por otro, ha apoyado al  Ministerio de Igualdad por su campaña 'El hombre blandengue', las políticas en materia de violencia de género y se ha mostrado a favor del derecho al aborto, en contra de los postulados de su partido.

También ha cuidado al colectivo LGTBI y se ha empleado en romper cualquier vínculo con Vox, consciente de que las políticas de dicha formación le puede marcar de por vida. Como cacereña, ha liderado la histórica reivindicación de que el AVE llegue a su tierra. "Está convencida de que quiere lo mejor para Extremadura". Guardiola lleva la bandera por dentro... y por fuera. Porque durante la campaña se ha esforzado en vestir de verde, blanco y negro. Desde las chupas de cuero, hasta los pendientes. Y solo cuando acudía Feijóo a apoyar su candidatura, dejaba ondear las banderas de España y las del PP. Siempre, claro, acompañadas por la de Extremadura.

Sus estudios universitarios en Administración y Dirección de Empresas y su diploma en Ciencias Empresariales por la Universidad de Extremadura no solo le hicieron destacar en su promoción sino dentro de su propio partido. Hay expertos económicos que cuentan cómo se quedaron sorprendidos por su buen conocimiento del sector empresarial. "Tenía las ideas claras de lo que había que hacer en fiscalidad, en simplificación y en las oportunidades que había que generar para el desarrollo de Extremadura. De alguna manera era ella la que veía a Andalucía y a Juanma Moreno como el ejemplo en el que reflejarse".

En lo personal, "es muy cercana, de familia media, absolutamente conectada con la realidad; una mujer comprometida con su trabajo pero siempre está deseando llegar a casa para reunirse con su marido e hijos; que no duda ni un momento en llamarte por teléfono, seas un pez gordo o un afiliado de base. Y si dice que te llama, te llama", cuentan compañeros de profesión que coinciden en que si Guardiola no logra su objetivo se marchará. Ella entró en política para "poder cambiar la política y mejorar el futuro de sus hijos". Y, al fin y al cabo, tiene un puesto como funcionaria en la Junta de Extremadura.

Además, fue concejala del Ayuntamiento de Cáceres desde 2015 hasta 2021, secretaria general de Economía y Hacienda y, después, secretaria general de Ciencia y Tecnología en el Gobierno extremeño de José Antonio Monago. Aupada por el exdiputado Alberto Casero, fue fichada como candidata del PP por Extremadura por el entonces presidente Pablo Casado. Tras su marcha, Alberto Núñez Feijóo le mantuvo en este puesto. Hoy es su "chute de esperanza y energía", a quien avala su estrategia de resistirse a Vox.

Así, Guardiola vive sus días más intensos con la tranquilidad de la decisión que ha tomado, asegura su núcleo más cercano. Guardiola mantiene la esperanza de que "impere la sensatez en Vox y con la tranquilidad de haber hecho lo correcto". Mientras tanto, y si encuentra algún tiempo libre, se dedicará a su familia, a escuchar alguna canción de Extremoduro y de Alejandro Sanz o a ver algún capítulo de su serie favorita, La que se avecina. También le gusta mucho viajar e ir al campo con sus amigos. Pero eso ya lo deja para cuando las aguas se calmen.

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