La mitad de la población mundial cree que los hombres son mejores líderes políticos y un 25% justifica la violencia de género

Miles de personas protestan con carteles durante la manifestación encabezada por el Moviment Feminista de Mallorca por el 8M, Día Internacional de la Mujer, a 8 de marzo de 2023, en Palma de Mallorca, Mallorca, Baleares (España).
Manifestación por el 8-M en Palma de Mallorca.
Tomás Moyá / Europa Press
Miles de personas protestan con carteles durante la manifestación encabezada por el Moviment Feminista de Mallorca por el 8M, Día Internacional de la Mujer, a 8 de marzo de 2023, en Palma de Mallorca, Mallorca, Baleares (España).

Más de la mitad de la población mundial todavía cree que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, y un 40% opina que ellos son mejores ejecutivos empresariales. Si en las últimas décadas se estaba avanzando considerablemente en la lucha contra los prejuicios, esa tendencia ha quedado estancada en los últimos diez años. Así lo alerta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su último informe sobre el Índice de Normas Sociales de Género (GSNI, por sus siglas en inglés), que revela cierta "persistencia" de los sesgos de género.

Según el informe presentado este lunes, nueve de cada diez hombres y mujeres en el mundo siguen manteniendo en la actualidad al menos un sesgo contra las mujeres. Sesgos que, alerta el PNUD, alimentan los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres y que en muchas partes del mundo se manifiestan en el desmantelamiento de los derechos alcanzados y en una "reacción organizada contra la igualdad de la mujer".

No ayuda, según la ONU, la "enorme falta de representación" de las mujeres en puestos de liderazgo, o que el porcentaje de mujeres que ocupan la jefatura de Estado o de Gobierno se haya mantenido "sin mayores cambios" —en torno al 10%— desde 1995. 

Tampoco que en el mercado de trabajo ellas ocupen menos de la tercera parte de los cargos directivos, pese a que hemos llegado al momento de la historia en que las mujeres tienen más formación y habilidades que nunca… pero un empoderamiento económico todavía muy bajo. De hecho, en los 59 países en los que las mujeres cuentan con un mayor nivel educativo que los hombres, la brecha media en los ingresos sigue siendo de un 39%. 

Una cuarta parte justifica la violencia de género

Pero el impacto "más directo" de las normas sociales cargadas de estereotipos es, según señala el informe, la violencia que se ejerce contra las mujeres. Los datos reflejan que más de una cuarta parte de la población mundial cree que está justificado que un hombre golpee a su mujer, y una proporción similar (el 25%) de las mujeres mayores de 15 años asegura haber sufrido violencia por parte de su pareja. "Las normas sociales permisivas con la violencia también dificultan que las mujeres denuncien y escapen de la violencia, ya que la aceptación social limita el apoyo y disuade a las mujeres de buscar una salida", asevera el documento.

Pero ese deterioro en los derechos de las mujeres no es algo que afecte solo a la mitad de la población, sino que, alerta el PNUD, perjudica también a la sociedad en su conjunto. "La falta de avances en las normas sociales de género tiene lugar en medio de una crisis de desarrollo humano: el Índice de Desarrollo Humano (IDH) global perdió valor en 2020 por primera vez en la historia del informe, y lo mismo ocurrió el año siguiente", ha subrayado el director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano, Pedro Conceiçao. 

Para desatascar ese progreso y evitar incluso un retroceso, el informe subraya el papel "fundamental" que cumplen los gobiernos a la hora de cambiar las normas sociales de género, con políticas como la equiparación de los permisos de paternidad a los de maternidad o las reformas laborales. Un punto de partida que, para la directora del Equipo de Género de la PNUD, Raquel Lagunas, es también "importante", pasa por reconocer el valor económico del trabajo de cuidados no remunerado.

"Puede ser una vía muy eficaz para combatir las normas sociales de género", subraya Lagunas, quien señala que en aquellos países con mayores sesos en sus normas sociales las mujeres dedican a los cuidados entre seis y siete veces más tiempo que los hombres. 

España, en el puesto número 11

A pesar del estancamiento, el informe sí que muestra ciertos avances en algunos territorios. De los 38 países con datos comparables en el tiempo, más del 70% (27 países) experimentaron un aumento en la proporción de personas sin sesgo en ninguno de los indicadores. Para hacer el índice, se extrajeron las respuestas a siete preguntas de la Encuesta Mundial de Valores, y se desprende de ellas una cifra principal que mide el porcentaje de personas en cada país con al menos un sesgo de género. 

España, por ejemplo, es el undécimo país en el ranking del GSNI con menos personas con al menos un sesgo (50,74%). Por variables, es el ámbito político el que más estereotipos mantiene (31%), seguido de la integridad física (29%), el ámbito económico (20%) y el educativo (12%).  A un nivel similar se sitúa Estados Unidos, en el puesto número 10, que, aunque presenta un 50,2% de población con al menos un sesgo de género, registra valores peores respecto a la política (35%) y la integridad física (31%). 

Nueva Zelanda es, según el informe, el país con una población más despojada de estereotipos sexistas: menos de tres de cada diez ciudadanos presenta al menos un sesgo de género, y ninguno de sus indicadores supera el 15%. Le siguen Suecia (28%), Reino Unido (30%), Países Bajos (31%), Australia (35%) y Alemania (38%).  

Con todo, el camino a seguir según los autores de la investigación es aumentar la inversión en medidas legislativas y de políticas que promuevan la igualdad de las mujeres, como la lucha contra los mensajes de odio, la desinformación en Internet y la educación en igualdad desde las primeras etapas. 

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