La producción de plásticos a nivel mundial supera las 400 millones de toneladas cada año. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la mitad de este material es de un solo uso y menos del 10% se recicla. Además, la misma institución informa de que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada en año en los lagos, ríos y mares, contaminando sus aguas y desembocando en última instancia dentro de nuestro cuerpo.
En el Día Mundial del Medio Ambiente, la ONU llama a la acción para que la sociedad y los agentes responsables actúen en consecuencia, bajo el lema #SinContaminaciónPorPlásticos. "Es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos si se aprovechan los avances científicos y las soluciones existentes", anima.
Según un nuevo informe de Naciones Unidas, la contaminación por plásticos podría reducirse en un 80% desde la fecha hasta 2040 si los países y las empresas realizan cambios profundos en sus políticas y mercados, empleando las tecnologías que hay actualmente disponibles.
La contaminación por plásticos afecta tanto al medio ambiente y a la biodiversidad como a la calidad de vida de los seres humanos
Los microplásticos, denominados así porque las partículas no alcanzan los cinco milímetros de diámetro, son tan pequeños que terminan su recorrido en nuestro organismo, al invadir los alimentos que comemos, las aguas que bebemos y el aire que respiramos.
Se han encontrado microplásticos en nuestros pulmones, hígados, bazos y riñones; y se ha evidenciado que algunos de sus componentes, como el metilmercurio, pueden provocar problemas de salud. Es decir, la contaminación por plásticos afecta tanto al medio ambiente y a la biodiversidad como a la calidad de vida de los seres humanos. De hecho, los estudios muestran que las personas ingerimos más de 50.000 partículas cada año, una cifra que es aún mayor si también se incluyen las partículas inhaladas.
Desde la década de 1970, ha crecido de forma alarmante el modo en que el planeta fabrica y consume productos de plástico. Mientras que en los 50 los desechos de este material eran relativamente controlables, su uso diario ha aumentado de manera exponencial y ahora la población mundial compra un millón de botellas de plástico cada minuto y utiliza hasta cinco billones de bolsas de plástico al año.
50º aniversario
- Día Mundial del Medio Ambiente
Alta cantidad de residuos plásticos por su elevado uso
Las propiedades que hacen que los plásticos sean tan duraderos, flexibles y útiles también provocan que sean casi imposibles de descomponer en la naturaleza. La mayoría de los artículos de plástico nunca desaparecen por completo, se dividen en pedazos cada vez más pequeños, dando lugar a microplásticos que, al contrario de lo que se pensaba, tienen mayor presencia en la superficie terrestre que en los océanos, entre cuatro y 23 veces más –recoge la ONU citando un estudio alemán–.
Sin embargo, esta serie de inconvenientes no ha impedido que los plásticos estén omnipresentes en nuestra rutina diaria; se emplean en los embalajes, en la ropa e, incluso, en los productos de belleza. Su elevado uso en todo el planeta ha ocasionado que los residuos también sean muy numerosos: el mismo organismo señala que más de 280 millones de toneladas de plásticos de vida corta acaban en los vertederos cada año.
Las colillas de cigarrillos, cuyos filtros contienen pequeñas fibras de plástico, son los desechos más comunes que se encuentran en el medio ambiente, sumando anualmente cerca de 766,6 millones de kilogramos de basura tóxica en el mundo. Después le siguen los envoltorios de comida, las botellas, las bolsas de supermercado y las pajitas.
El mar Mediterráneo es uno de los puntos calientes: se acumulan grandes volúmenes de desechos marinos y plásticos, debido a su naturaleza cerrada
A pesar de los esfuerzos actuales por combatir este problema, se establece que alrededor de 1.000 ríos transportan la basura que constituye el 80% de las emisiones anuales mundiales de plástico fluvial en los océanos.
El mar Mediterráneo es uno de los puntos calientes, debido a su naturaleza cerrada. Esta zona es donde se acumulan grandes volúmenes de desechos marinos y plásticos, lo que supone un riesgo a largo plazo y a gran escala para el funcionamiento de los ecosistemas y la salud humana.
España arroja más de 126 toneladas de plásticos al día, colocándose como el segundo país que más plásticos vierte al Mediterráneo, llegando el 72% a nuestras playas. Según un estudio de la Fundación Aquae, 134 especies marinas y aves de nuestro entorno se han visto afectadas por la ingesta de microplásticos.
Alternativas sostenibles para reducir la contaminación
Además de no ser un material biodegradable, el plástico figura entre los factores causantes de la crisis climática. Su producción es uno de los procesos que más energía requieren y para su obtención se necesitan combustibles fósiles como el petróleo, el gas o el carbón, considerados los principales promotores del calentamiento global.
En el año 2019, la fabricación e incineración de plásticos generó emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a las que producen 189 centrales eléctricas de carbón de 500 megavatios.
Para mitigar los impactos climáticos, ambientales y de salud de la contaminación por plásticos, la reutilización y el reciclaje de los envases son medidas obvias y eficaces que deben establecerse como una opción prioritaria en todo el planeta.
Apostar por alternativas sostenibles es otra de las soluciones para paliar los efectos que estos productos originan. Por esta razón, se han centrado los esfuerzos en descubrir los mejores diseños de materiales que puedan reemplazar los envases que se utilizan en salsas, cápsulas de café o bocadillos.
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