El plástico es un material que está muy presente en nuestro día a día. Se utiliza en la confección de productos de moda, así como en la fabricación de artículos de belleza, por no hablar de la cantidad de embalajes que se emplean en la industria alimentaria.

La empresas producen este material y el mundo lo consume de una forma desmedida desde la década de 1970, cuando los residuos aún eran controlables. Desde entonces, su presencia en el medio ambiente se ha disparado y ha llegado a niveles desorbitados, acumulando en los últimos diez años más desechos que en el histórico de hace 40.

Según Naciones Unidas, la producción mundial de plástico primario podría alcanzar los 1.100 millones de toneladas en 2050 si continúa esta tendencia; un ritmo que supondría un gran deterioro para el medio ambiente y para la salud de las personas.

Sé agente del cambio: una botella de plástico tarda unos 500 años en descomponerse

Si tenemos en cuenta que una botella de plástico puede tardar unos 500 años en descomponerse, urge la necesidad de reducir su uso. En este sentido, la ONU indica que los gobiernos son agentes de cambio y pueden promover leyes que prohíban los plásticos o, al menos, incentivar la innovación para que las empresas diseñen alternativas que permitan su reutilización y, a su vez, motiven la economía circular.

Asimismo, defiende que la industria puede eliminar los embalajes, envases o artículos problemáticos o innecesarios si rediseñan el producto en favor de la sostenibilidad o, en su defecto, aumentar el uso de contenido reciclado.

En cuanto a las acciones que puede llevar a cabo la sociedad a nivel individual, el mismo organismo recoge un total de 11 hábitos para limitar la huella plástica.

Limpieza de playas y ríos

El primero de ellos va destinado a quienes viven en la costa o veranean en destinos de playa. Consiste en apuntarse a las actividades para limpiar la zona o iniciarla por cuenta ajena dando un paseo por la arena.

La segunda medida tiene el mismo propósito que la anterior pero se centra exclusivamente en los ríos, que son vías directas de transporte de los desechos plásticos hacia los océanos.

Estilo de vida sostenible

Las siguientes acciones están relacionadas con seguir un estilo de vida más sostenible. En los supermercados, por ejemplo, la ONU recomienda elegir alimentos sin envases de plástico, llevar una bolsa reutilizable, comprar productos locales y rellenar los recipientes que ya tienes para reducir los residuos.

A escala general, propone que los productos que responden a necesidades diarias y cotidianas sean sostenibles y respetuosos con el entorno. De este modo, incentiva el consumo de tazas de café, botellas de agua y envolturas de alimentos que sean reutilizables, así como de cepillos de dientes de bambú, barras de champú y copas menstruales.

Aunque eliminar el plástico por completo es muy difícil, sí es posible reducir su consumo con pequeñas acciones

También aconseja pensar en verde cuando viajamos. En vacaciones se pueden reducir los desechos de plásticos de un solo uso rechazando las botellas de los hoteles o utilizando cremas solares seguras para los arrecifes, es decir, aquellas que no contienen microplásticos.

Iniciar la proactividad

La Organización de las Naciones Unidas llama a la acción e invita a la población a ser agente de cambio, como las instituciones. Anima a los ciudadanos a concienciar sobre la importancia de la sostenibilidad en supermercados y restaurantes, así como a las autoridades locales para que se abstengan de utilizar envases, cubiertos y pajitas de plástico.

Moda y belleza ecológicas

A la hora de vestirnos, propone que se fomente la moda sostenible, ya que la industria textil es la responsable del 20% de las aguas residuales mundiales y también produce el 10% de las emisiones de carbono a nivel global.

Para combatir estas cifras, la ONU respalda la compra en líneas de ropa que sean más respetuosas con el medio ambiente y las prendas de segunda mano o vintage. "El fast-fashion ya pasó de moda", determina. E insiste "sobre todo" en reparar lo estropeado y/o desgastado antes que tirarlo a la basura.

Por último, apela a buscar alternativas sin plástico para los productos de cuidado personal, como cosméticos, desodorantes, champús y demás productos diarios. "Son una fuente importante de microplásticos, los cuales arrojas a los océanos desde los desagües de tu baño", advierte.

Aunque eliminar el plástico por completo es muy difícil, sí es posible reducir su consumo con pequeñas acciones.