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Grupo SIFU, tres décadas por la inclusión laboral de personas con discapacidad: "El 80% de las empresas no cumplen con la ley"

Grupo SIFU
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Hace 30 años, en una época en la que apenas existían oportunidades laborales para las personas con discapacidad, Albert Campabadal fundó Grupo SIFU (Servicios Integrales de Fincas Urbanas). Partiendo de un caso personal, el de su hermano, con discapacidad intelectual, el catalán creó una entidad dedicada, en un principio, a la prestación de facility services -servicios de jardinería, limpieza y consejería- en comunidades de propietarios, que años más tarde se ampliarían a otros sectores. En la actualidad, el grupo cuenta con casi 10.000 empleados y más de 40 delegaciones, tanto en España como en el extranjero.

"La discapacidad siempre me ha acompañado. Tengo un hermano con discapacidad intelectual, mi madre iba en silla de ruedas y ahora tengo una hija también con discapacidad. Hace 30 años era empresario de estaciones de servicio y, sensibilizado por el tema de la discapacidad, empecé a emplear a personas con discapacidad en las 16 estaciones de servicio que teníamos. Estas personas, con la formación y soportes necesarios, funcionaban bien, tenían una capacidad laboral importante", explica Campabadal.

El empresario decidió entonces extender la actividad a comunidades de propietarios, lo que le dio la posibilidad de ampliar la plantilla de trabajadores. Ese fue el origen de lo que vendría después: "Vimos que este tipo de servicios también los podíamos dar en un bloque de oficinas, en empresas, naves industriales, etc. y en cualquier ciudad. Lo que nació con la idea de ser una empresa relativamente pequeña y con unas actividades muy concretas, se fue desarrollando después. Hoy en día fabricamos piezas de coche, limpiamos piscinas, playas, quirófanos, instalamos desfibriladores, vendemos lotes de Navidad que fabricamos… etc. y ya somos 40 delegaciones en España y cuatro en Francia y Andorra".

Albert Campabadal, presidente Grupo SIFU
Albert Campabadal, presidente Grupo SIFU, en 1993
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El trabajo como principal herramienta integradora

Grupo SIFU engloba a un conjunto de Centros Especiales de Empleo (CEE), esto es, empresas formadas por al menos un 70% de trabajadores con discapacidad, cuyo objetivo principal es emplear, de forma remunerada, a personas con discapacidad y facilitar, a su vez, su incorporación a centros ordinarios de trabajo. Para la completa integración social de estas personas, los CEE se ocupan, además, de realizar ajustes personales y sociales. "El trabajo es el elemento más integrador que tiene una persona con discapacidad porque te proporciona una independencia económica, un proyecto de vida, relaciones sociales con compañeros o clientes y, además, también te aumenta tu autoestima", asegura el presidente de la entidad.

El objetivo del Grupo SIFU es dar oportunidades laborales a personas con discapacidad o bien gestionar las que otorga otra empresa, ya sea una organización pública o privada. Según la Ley General de los derechos de las personas con discapacidad y su inclusión social (LGD), aprobada en el año 2013, las empresas de más de 50 trabajadores tienen la obligación de incorporar a al menos un 2% de trabajadores con discapacidad. Una obligación que no se cumple en la mayoría de casos: "El 80% de las empresas no lo hacen, es abrumadora la estadística". 

No obstante, la entidad busca ir un paso más allá, tal y como explica Jon Patxi Lerga, director general de Grupo SIFU: "Nosotros no queremos que esa organización simplemente se quede en el ‘he cumplido’, sino que avance y vea lo positivo que es seguir generando oportunidades a personas que en el mundo laboral no suelen tener tantas opciones".

Formar a las personas con discapacidad, clave

La entidad trabaja tanto con otros CEE como con empresas ordinarias que necesitan cubrir necesidades estructurales derivadas de sus infraestructuras, como pueden ser la limpieza, el mantenimiento de jardines, servicios de electricidad o fontanería, etc. "El edificio tiene que ser suficientemente válido para desarrollar la actividad a la que se dedique, y nosotros nos dedicamos a acompañar al cliente en esta labor", señala el director.

El trabajo es el elemento más integrador que hay porque te proporciona independencia económica, relaciones sociales y aumenta tu autoestima

Para ello, cuentan con unas 6.000 personas con discapacidad física, sensorial o intelectual, casi 2.000 de ellas discapacidades graves, normalmente intelectuales, que "generan un rechazo por desconocimiento". "Nos sentimos muy orgullosos de esa apuesta porque tenemos cierto liderazgo. Somos capaces de generar cierta normalización en la vida laboral de un colectivo más complicado". A todos ellos les forman en una actividad concreta. "Dentro del colectivo, hay un espectro muy amplio, pero nosotros no hacemos ninguna distinción en función de la naturaleza humana de cada uno, sino que los cualificamos en sus mayores capacidades para que sean los mejores profesionales en cada una de las opciones que brindamos al cliente para cubrir sus necesidades", afirma Jon.

La formación comienza con el propio afloramiento de la discapacidad, algo que algunas personas ocultan para no "generar rechazo a las organizaciones". Después, se cualifica a la persona dependiendo de la especialidad en la que vaya a trabajar. Esta formación será transversal a áreas que exijan una mayor cualificación como pueden ser el sector aeroportuario, de la automoción o farmacéutico: "La formación es indispensable, precisamente para no generar el rechazo por parte del cliente. Generamos una cantera de buenos profesionales que ponemos a disposición prestando servicios, no cedemos personal".

Una vez en el puesto de trabajo, el Grupo SIFU realiza un seguimiento de sus empleados para analizar "cómo lo estamos haciendo, cómo podemos mejorar y si las instrucciones se están siguiendo correctamente". Además, existe la denominada Unidad de Atención Permanente (UAP), dedicada a conocer al trabajador. "Para nosotros es muy importante conocer a la persona, su entorno, qué le preocupa o inquieta y, de esa forma, prevenir ciertos problemas en el no avance de esa formación", asegura Jon.

Beneficios también para las empresas

Emplear a personas con discapacidad tiene beneficios por partida doble. Por un lado, a la propia persona con discapacidad le ayuda a "mejorar factores tan básicos como su autoestima y autonomía, sentirse realizada día a día, normalizar su situación frente a la del contexto que le rodea y salir de una situación paternalista". Además, el director de Grupo SIFU destaca el beneficio económico que le reporta y le da "una mayor seguridad de cara al futuro".

Nosotros no queremos que la organización se quede en el ‘he cumplido’, sino que avance y vea lo positivo que es generar oportunidades

Por otro lado, también produce beneficios a la empresa que decide contratar a estas personas, tanto por el cumplimiento de la propia ley, como por las implicaciones a nivel social. "Contar con personas con discapacidad supondrá un valor diferencial frente a otras organizaciones y provocará engagement en el resto de trabajadores de la plantilla".

No obstante, Jon admite que todavía existe cierto "rechazo y temores infundados" a la hora de contratar a una persona con discapacidad, por desconocimiento. "Creen que va a hacer menos, con otros estándares, que va a ser peor", señala el director. Este desconocimiento, afirma Jon, se palía con mucha información: "Nosotros, igual que capacitamos a nuestros colaboradores, también damos mucha información a nuestros clientes de cuál va a ser el proceso, qué es lo que estamos haciendo, con quién, porque es la manera de poder ir eliminando esos tabús. Sobre todo que vean que se va a controlar el proceso y que ellos forman parte de este control". Por su parte, Campabadal asegura que "las personas con discapacidad no es que no tengan capacidades, pero a veces el trabajo no lo pueden hacer exactamente igual que otra persona, y esto a veces cuesta comprenderlo porque todos los procesos están muy estandarizados y estas personas necesitan un traje a medida, que adaptes el proceso productivo a sus capacidades y a su ritmo".

"Nuestro éxito es que el cliente no vea cuál es la diferencia entre trabajar con su equipo y el nuestro. Eso pasa por la integración, para que al final lleguemos a la inclusión. Nuestra meta es que nadie vea las diferencias, puesto que son más mentales, de perjuicios e etiquetas mal impuestas. Y que la empresa no contrate a una persona con discapacidad por cumplir con la ley, ahí nos quedaríamos incompletos, tenemos que trabajar realmente por cubrir su necesidad y no la obligación", asegura Jon.

Dentro de esa inclusión, Grupo SIFU, a través de su fundación, impulsa proyectos sociales, destinados a becar a deportistas y artistas. Entre sus iniciativas destaca la Gala más IN, el mayor evento de arte inclusivo producido en España, cuyo objetivo es dar visibilidad y poner en valor las capacidades de las personas con discapacidad a través de la música y la danza. En Capaces, tuvimos el honor de charlar con Johann, con TEA, Lucía, con síndrome de Down y Ana, con discapacidad visual. Los tres, artistas becados por la fundación con una de las becas SuperArte. "Generamos una integración, no tanto por la capacidad, sino por el talento. Buscamos aflorarlo, descubrirlo y, a partir de ahí, formarlo", explica Jon.

Un avance, con escollos presupuestarios

Según Campabadal, España ha avanzado mucho en la inclusión laboral de las personas con discapacidad, bajo una legislación sensible con este colectivo, salvo por un escollo, la dotación económica: "Ahora llevamos unos años que los presupuestos no son los que necesitaríamos". Por otro lado, destaca la problemática de las autonomías: "Yo siempre digo que no estamos trabajando en una España, sino en 17, porque, aunque la legislación es estatal, su aplicación es autonómica y cada autonomía pide unas cosas diferentes". "Dentro del colectivo de personas con especiales dificultades, en España solamente trabaja una de cada 10 personas, y en general, del colectivo de personas con discapacidad en edad laboral, solo lo hacen una de cada cuatro. Todavía hay unos índices de paro brutales, hay mucho trabajo para hacer aún", asegura el presidente.

El Grupo SIFU está llevando a cabo el Plan Empodera, un plan estratégico a nueve años vista, que ya está en ejecución, cuyo objetivo es transformar la entidad a través del crecimiento diversificado y especializado, profesionalizando y digitalizando políticas y procedimientos. Otro de sus retos, con el objetivo de que exista una inclusión plena en la sociedad, es abrirse a otros colectivos desfavorecidos y a personas dependientes, "personas mayores, que son un colectivo que nos preocupa e inquieta, empezando por las que tienen diversidad funcional, porque son realidades que vamos a tener que afrontar todos en un momento u otro".

Por su parte, Albert Campabadal se muestra "muy satisfecho" de la labor del grupo durante sus tres décadas de historia, fruto, asegura, "de las ganas, el trabajo y de tener un buen equipo". Bajo el lema de "cada día un poco más, un poco mejor", el presidente de Grupo SIFU espera que la entidad siga creciendo, tanto a nivel nacional como internacional, con el foco puesto en la innovación.

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