Las previsiones del Gobierno apuntaban a una reducción de la inflación en marzo y así ha sucedido. El avance del IPC interanual de marzo que hoy comunica el Instituto Nacional de Estadística (INE) dice que los precios subieron un 3,3% en los últimos 30 días, 2,7 puntos menos que la tasa de febrero. El frenazo—que el organismo vincula al abaratamiento de la electricidad y de los carburantes— supone la mayor reducción de esta tasa en casi 46 años y la el IPC más moderado desde agosto de 2021.

Cualquier alivio en subida de precios es buena para el consumidor y su capacidad de compra, pero es importante señalar que no se ha producido una bajada de precios, sino un crecimiento más lento de los mismos. No bajan, suben menos. De hecho, los precios han subido este mes respecto a febrero un 0,4%, otra nueva subida pese a la entrada en vigor de la rebaja del IVA de los alimentos el 1 de enero... y ya son dos meses seguidos de encarecimientos mensuales de la vida pese a esa medida fiscal (después del 0,9% registrado en febrero).

¿Y por qué el IPC han pisado el freno tanto? "Es la ilusión del efecto base, en marzo del año pasado el IPC aumentó aún más rápido que este año", explica Pablo Duarte, analista senior del Instituto Flossbach von Storch. Como el cálculo del IPC es interanual, se están comparando precios de marzo, con marzo del año pasado (que se disparados por el inicio de la guerra en Ucrania). Hasta febrero, en cambio, se habían estado enfrentando niveles de precios pre y post-conflicto bélico. 

La inflación subyacente —donde el precio de los alimentos tiene mucho peso porque excluye materias primas y productos energéticos— apenas baja de hecho una décima, hasta el 7,5% y la brecha con el IPC general alcanza ya su máxima expresión desde 1986. "Este año los precios están retomando su dinámica inflacionista y no serán fáciles de controlar ahora que el BCE dice que estará más pendiente de las condiciones financieras a la hora de tomar sus siguientes decisiones monetarias", advierte Duarte, que sí intuye que la bajada en los precios de la energía, la normalización de las cadenas de suministro y la apreciación del euro podrían disminuir la presión sobre la inflación subyacente en los próximos meses.

El Ministerio de Asuntos Económicos comandando por Nadia Calviño destaca que la inflación de marzo "es casi tres veces inferior a la registrada un año antes" y que la subyacente baja por primera vez desde  septiembre. "La bajada sostenida del precio de la electricidad, gracias a la solución ibérica y al resto de medidas adoptadas, ha sido clave para que la inflación española se sitúe entre las más bajas de Europa".

"Las medidas van teniendo el efecto que vamos persiguiendo", apuntó por su parte la ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero durante la presentación del cierre fiscal de 2022, informa Jorge Millán. "La bajada es muy esperanzadora y abunda en que estamos caminando correctamente aunque tendremos que esperar al dato definitivo [se conocerá a mediados de abril] para ver cómo se compone". 

Menos triunfalista se ha mostrado el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP ha admitido desde Portugal que "alguna cifra pueda ser esperanzadora" pero remarca que los precios "no es que hayan bajado sino que no han subido tanto" y que España sigue en una crisis inflacionista porque "los alimentos han subido un 16% y la energía ha subido de forma exponencial", informa Belén Sarriá.

Feijóo critica el "triunfalismo" económico del Gobierno: "La inflación ha bajado una décima en marzo, no es un dato para festejar"

El Ejecutivo volvió a instar este pasado miércoles a los supermercados a rebajar precios para que el bolsillo de los españoles note las medidas que se aplicaron desde el 1 de enero: ese recorte del 4% al 0% del IVA para la leche, el pan, los huevos, las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales. Y del 10% al 5% en el caso de los aceites y la pasta. 

"Las medidas contribuyen a que el IPC se sitúe en el 3,3% bajada de casi tres puntos respecto a mes anterior"

"Todavía tiene recorrido", dijo Calviño sobre una medida que tanto sus socios de Podemos (que abogan por topar precios de los alimentos) y la oposición del PP (que pide ampliar la rebaja del IVA a otros productos) considera insuficiente para que los españoles afronten el embate de la inflación. 

Tampoco las asociaciones de consumidores ven claro que las medidas estén funcionando. El observatorio de precios de Facua registra una subida de precios en uno de cada tres alimentos a los que se ha rebajado el IVA. Asufin, por su parte, calculó ayer un alza media del 2,93% en los productos que en teoría debían mostrar abaratamientos por beneficiarse de la rebaja del IVA. "Ha sido una medida además sin graduación, que beneficia tanto al que más compra como el que menos", criticó Patricia Suárez, presidenta de Asufin.