¿Los loros hablan realmente? Estos son los tres motivos por los que algunos de ellos no callan

Un ejemplar de loro gris africano.
Un ejemplar de loro gris africano.
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Un ejemplar de loro gris africano.

Una de las cualidades más famosas de los loros es su capacidad de aprender palabras. Memorizan lo que escuchan en su entorno y lo imitan lo mejor que pueden, algunas veces siendo sorprendente lo bien que lo hacen. Pero, ¿podemos afirmar que los loros realmente hablan?

Roger Valls, cofundador de la asociación Avetropic, cuya misión es salvaguardar el bienestar de las psitácidas (conocidas comúnmente como loros) que viven en condiciones de cautividad, define el habla como la articulación de palabras para expresarse o comunicarse.

"Es algo un poco ambiguo y complejo porque, cuando estos animales emiten sonidos, obviamente lo hacen con la intención de comunicar algo", expresa. "En este sentido, aunque no podemos equiparar su habla a la nuestra, sí podríamos decir que hablan, aunque no sean capaces de mantener una conversación con nosotros".

No obstante, los loros no solo vocalizan o "hablan" para comunicarse con nosotros, hay otros motivos que pueden llevarles a reproducir sonidos o vocalizaciones: la búsqueda de atención y su propio entretenimiento (especialmente en aquellas aves que viven en cautividad).

Qué lleva a un loro a vocalizar

En su vida en cautividad, junto al ser humano, el principal motivo que lleva a un loro a vocalizar es querer comunicarse con su círculo social que, cuando viven en nuestros hogares se reduce muchas veces a las personas que cuidan de él. 

"En un contexto humano, un loro que empieza a aprender sonidos, sobre todo del habla humana, lo hace con la finalidad de comunicarse con ese entorno humano ya que su ámbito social somos nosotros", detalla el experto en psitácidas.

Esto no quiere decir que todos los loros que conviven con humanos "hablen", ya que muchos de ellos residen en voladeras o en su propio hábitat (montado en una habitación) y conviven con otros de su misma especie. "Como en este caso no tienen un vínculo con nosotros, no aprenden nuestras palabras, no lo necesitan", comenta Valls.

Entienden los sonidos, los memorizan y los repiten en las situaciones que tienen que hacerlo

"Ellos entienden los sonidos, los memorizan y los repiten en las situaciones que tienen que hacerlo. Asocian palabras a situaciones", añade. "Por ejemplo, entienden el "toma". Es curioso ver que ellos dicen "toma" para pedirnos comida, tras oírnos decirlo cuando se la ofrecemos, porque asocian esa palabra a que les damos comida, pero no utilizan el "dame", porque no lo escuchan".

Otro motivo que puede llevar a un loro a vocalizar es el entretenimiento. "Pueden hacerlo por diversión, especialmente en cautividad, donde no tienen tantos recursos para entretenerse durante el día, lo pueden hacer para matar el tiempo", explica el experto de Avetropic.

"Esto se da especialmente en especies cognitivamente más desarrolladas o especies con mayor capacidad de imitar sonidos, como por ejemplo los yacos (también conocidos como loro africano gris)", añade.

Por último, los loros también "hablan" para llamar nuestra atención. "No es que quieran decirnos algo o pedirnos algo, pero sí les gusta que estemos pendiente de ellos", explica Valls. "Si por ejemplo el loro hace algo que nos hace gracia y nos reímos, él lo percibe y lo repetirá cuando quiera buscar esa reacción en nosotros".

"Aprenden a que nos gustan algunas de las cosas que hacen y éstas no tienen por qué ser solo movimientos (o incluso bailes), también pueden ser palabras o sonidos", detalla el experto.

Son capaces de controlar las vibraciones de las paredes de la siringe cuando entra aire en él y de ese modo, vocalizar

Pero, ¿cómo son capaces los loros de reproducir sonidos e incluso imitar palabras de nuestros idiomas? Aunque mucha gente lo cree, estos animales no cuentan con cuerdas vocales, como nosotros, pero sí disponen de un órgano similar.

"Cuentan con un órgano llamado siringe, que se encuentra debajo de la tráquea y que funciona muy parecido a las cuerdas vocales, pero la estructura no es la misma", explica Valls. "Los loros son capaces de controlar las vibraciones que se producen en las paredes de este órgano cuando entra aire en él, de ese modo vocalizan".

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