Así entrenan los perros que intervinieron en el terremoto de Turquía: "Fue un trabajo duro por el tipo de desplome y la mezcla de olores"

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Reportaje ERICAM
Mariano Bartolomé (i), Samuel Ríos junto a Farah y Fernando Granizo, miembros de Ericam, posan para '20minutos' en el campo de entrenamiento en estructuras colapsadas de Protección Civil Las Rozas, el 27 de febrero de 2023.
PREVISIONES 20M
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Reportaje ERICAM
Así entrenan los perros que intervinieron en el terremoto de Turquía
JORGE PARÍS

Junto a los 40 miembros de la Unidad de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (Ericam) que viajaron a Turquía para colaborar en las labores de rescate el pasado 6 de febrero, cuando dos potentes terremotos sacudieron el sureste de Turquía y el noroeste de Siria dejando más de 50.000 víctimas, también volaron cuatro perras entrenadas para indicar dónde hay personas bajo escombros o enterradas. Entre ellas, Farah, una pastor belga malinois de cuatro años y medio, 'pareja' de Samuel Ríos, miembro de la unidad canina de Ericam.

Días después de su vuelta tras diez días trabajando a destajo en Alejandreta, cuatro miembros de Ericam atienden a 20minutos en el campo de entrenamiento de estructuras colapsadas de Protección Civil de Las Rozas para relatar su experiencia en la catástrofe. Destacan la ayuda que les ofrecía una sociedad que lo perdió todo, el silencio y la oscuridad de la devastación y las horas que perdieron al llegar y no poder aterrizar en el aeropuerto de destino

Junto a ellos se encuentra Farah, uno de los cuatro canes -Uma y Neus, de la Escuela Española de Salvamento, y Farah y Mía, de Protección Civil de Las Rozas- que despegaron con ellos desde la base aérea de Torrejón de Ardoz horas después de registrarse los seísmos de magnitud 7.7 y 7.6. Samuel Ríos es su cuidador y entrenador, trabajan en pareja. En apenas medio minuto, por su propia iniciativa, olfatea la zona de prácticas y localiza al bombero y también miembro de Ericam Fernando Granizo, que se encuentra escondido dentro de un tubo de hormigón del campo de entrenamiento en estructuras colapsadas.

Una vez localizada la víctima, Farah señaliza el lugar donde la ha olido ladrando con fuerza. En ese momento, en una situación real, los rescatistas habrían empleado un segundo perro para corroborar las marcas del primero. Una vez comprobada la localización, los efectivos comienzan la búsqueda más precisa con medios tecnológicos como geófonos y cámaras que introducen con pértigas y están dotadas con luz, micrófono y altavoz, por lo que pueden hablar con las víctimas hasta a dos metros de distancia, lo cual es bastante espacio cuando se trata de espacios confinados o colapsados.

Según explica Ríos a 20minutos, Farah vive con él junto a otro compañero perruno rescatista que se llama Turco y con el que se lleva "muy bien". Este efectivo de la unidad canina de Ericam cuenta que la convivencia con sus héroes de cuatro patas es de 24 horas al día, que son perros familiares pero a la hora de trabajar, trabajan. "Solemos entrenar todo lo que podemos en diferentes escenarios. El entrenamiento se basa en el juego: ellos asocian el olor con el juego, para ellos encontrar a la víctima o al figurante es obtener una recompensa", que suele materializarse en una pelota, un mordedor, un juguete o comida.

En Turquía, "lo que más hicimos fue descartar que no hubiera personas vivas, pero si realizan un buen trabajo, aunque no encuentren nada, también les damos recompensa. Para los perros fue un trabajo duro por el tipo de desplome y colapso, que complicaba bastante la movilidad, había mucha mezcla de olores, muchos cadáveres... pero hicieron un buen trabajo", resume el especialista.

Por su parte, la Unidad Militar de Emergencias (UME), el otro equipo Insarag certificado por la ONU que viajó a Turquía desde España para ayudar en el rescate de personas tras los mortíferos terremotos, fue acompañada por otros cuatro pastores malinois. Según explican los rescatistas, estos animales, además de viajar juntos a sus guías, llevan todo el material para ser autosuficientes: unos cinco litros de agua por día y pareja (perro-guía), los transportines, que asocian con el descanso y que en Turquía por el intenso frío tuvieron que cubrir con mantas, correas de repuesto, medicinas, calzas por si acaso para proteger sus patas entre los escombros y localizadores GPS, entre otros materiales.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento