Tras muchas idas y venidas y encontronazos entre el Gobierno central y la Junta de Andalucía, el Consejo de Ministros confirmó este martes la "autorización" del convenio para la financiación de la línea 3 del metro de Sevilla, cuyo tramo norte –entre Pino Montano y el Prado de San Sebastián– supondrá una inversión de 1.300 millones de euros, que se pagarán a partes iguales entre ambas administraciones.

A pesar de las polémicas y de los retrasos –el proyecto actualizado se presentó hace un año– para sacar adelante este documento, clave en la licitación de las próximas obras, la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, destacó el "diálogo y cooperación" entre instituciones para "modernizar" la movilidad en las grandes ciudades con infraestructuras como el metro, "muy demandada" en Sevilla.

El Gobierno explicó que con la decisión de este martes ha dado el "último paso para la firma del convenio, que solo estaría pendiente de los trámites administrativos que tenga que realizar" la Junta. En este sentido, la consejera andaluza de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Marifrán Carazo, aseguró que la Junta "ha hecho su trabajo y lo tiene todo preparado para esa firma", que manifestó que debe producirse "cuanto antes, sin esperar más y de manera urgente", aludiendo en este punto a una visita a Andalucía "en próximas fechas" de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, quien ha calificado de "paso histórico" la autorización del convenio.

Apenas unas horas después, la propia ministra Sánchez proponía el próximo 25 de enero para rubricar el documento, fecha que la Junta ha aceptado.

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Las obras, reiteró la consejera, empezarán en febrero para la construcción del ramal técnico, al tiempo que durante ese mismo mes "se licitará el siguiente tramo para darle continuidad". El plazo de ejecución de este tramo norte, que recordemos, supone solo la mitad de la línea, es de ocho años. 

Al respecto, el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, reiteró la "predisposición" del Ministerio de Hacienda a reducir esos plazos a cinco, como solicita la asociación civil Sevilla Quiere Metro, "si la Junta quiere", ya que esto implicaría "concentrar" las anualidades para "acelerar" las obras.

Sin embargo, ya el pasado octubre la Consejería de Fomento aseguró que no era posible terminar el tramo norte en un lustro por "motivos técnicos y de afección al tráfico", que aconsejan que la obra se ejecute en el plazo estipulado, lo que situaría el fin de los trabajos en el año 2030.