El futuro del precio reducido de los abonos de transporte mensuales en la Comunidad de Madrid que se vienen aplicando desde el 1 de septiembre no está nada claro más allá del 31 de diciembre. Esta es la fecha máxima de vigencia de la primera medida, que ahora el Gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso no descarta extender con una condición: siempre y lleguen fondos del Estado, que es la Administración que impulsó esta medida el pasado verano. 

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier Fernández-Lasquetty, ha remarcado este martes durante el desayuno informativo de Europa Press que ha protagonizado que la medida nació con un horizonte temporal claro y esa fecha es la que hoy se maneja. "El descuento del abono fue una medida temporal hasta el 31 de diciembre", ha aseverado.

En una entrevista con este diario, hace unas semanas, el responsable autonómico destacó que más importante que esta bonificación temporal era la subvención que año a año realiza la Comunidad sobre el billete del transporte público y que cifró en unos 1.200 millones de euros anuales.

"Es la parte del abono que no se le cobra a cada usuario durante todos los meses de todos los años desde hace muchos y este año se mantiene. Está claramente por encima del 50% y más cerca del 60%", detalló el consejero sobre el impacto de esta medida sobre el precio de los títulos y aseguró que convierte al transporte público regional en uno de los más subvencionados de toda Europa.

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El Gobierno de la Puerta del Sol, no obstante, se plantearía extender la medida más allá de diciembre si el Gobierno central envía fondos para sufragarla. De momento, la diferencia entre el precio habitual y la bonificación en vigor lo está asumiendo la Comunidad de Madrid con fondos propios. 

Aunque en un primer momento se había informado de que la transferencia del Estado ya había llegado a la región, aún no se ha materializado, pero se confía en que llegue próximamente, como a corto plazo se espera que el Gobierno de coalición despeje el futuro de la bonificación del 50% más allá de 2023. En base a lo que decida esta Administración, Madrid tomará una decisión, tal y como avanzó el consejero David Pérez hace unas semanas. 

Los abonos a precios reducidos han recibido una cálida acogida entre una ciudadanía muy golpeada por la inflación y el elevado coste de la energía. Los descuentos se han traducido en un incremento del número de usuarios del transporte público desde la vuelta del verano. Hace unos días, la Consejería de Transportes e Infraestructuras informó de que entre el 1 de septiembre y el 6 de noviembre se habían registrado casi ocho millones de recargas de abonos. La expedición de estos títulos llegó, incluso, a saturar el sistema en los primeros días de vigencia. 

El número de viajeros también ha repuntado en el servicio de Cercanías, que depende del Estado y aplicó un mayor porcentaje de descuento hasta la gratuidad. En este caso, el Ejecutivo central sí que ha decidido ya prorrogar la bonificación y hacerla estructural, hasta el punto de que los abonos continuarán siendo gratuitos a lo largo de 2023.