Aunque estamos viviendo un mes de octubre más caluroso de lo normal debido al cambio climático, el cambio de hora en España (la noche del sábado al domingo) supondrá la llegada definitiva del otoño. Esto es una buena noticia para nuestros perros, según afirman desde la Real Sociedad Canina de España (RSCE).
"La bajada progresiva de las temperaturas permite abandonar el calor asfixiante y pasear se convierte en algo muy agradable gracias a la mayor humedad, que hace que el suelo sea más mullido", expresa la sociedad en una nota de prensa. "Además, la caída de las hojas combinada con la luz natural ofrece mosaicos rojos, naranjas, ocres o amarillos que son una delicia visual".
Sin embargo, como ocurre siempre con los cambios de estaciones, "el paso del verano al otoño contiene una serie de riesgos para el perro cuyos tutores deben ser perfectamente conscientes", advierten. "De entrada, los días serán más cortos y la vida progresivamente más oscura"
"Tomando ciertas precauciones y adoptando una serie de recomendaciones básicas, compartir este periodo del año con el mejor amigo del ser humano puede ser no solo más fácil, sino una experiencia única", asegura la RSCE.
Guía práctica para el periodo de transición
Para habituarnos a este nuevo horario y lo que ello conlleva, la RSCE ha elaborado una guía práctica para este periodo de transición donde incluye algunas recomendaciones a tomar, advertencias que tener en cuenta y cambios en el perro que notaremos y que no deben preocuparnos.
- El primer síntoma que notaremos en el perro es un cambio de ánimo. "Salvo que vaya a más, un perro más cansado de lo habitual o con más tristeza de la que suele exhibir no debería preocuparnos en exceso", afirman desde la sociedad. "El Síndrome Afectivo Estacional es algo común que afecta tanto a animales como a las personas". Además, la llegada de temperaturas más frescas y la duración más corta de los días, especialmente tras el cambio de hora, son fenómenos con un componente emocional.
- Otro punto importante a tener en cuenta es que cuanta más oscuridad, más riesgo y, precisamente con el cambio de hora, la noche da un salto cualitativo, haciéndose cada vez más presente. "Es una buena ocasión para tratar de que tu perro se vuelva más visible a través de prensas o collares reflectantes para evitar atropellos", expresan desde la RSCE. "Llevar un microchip es imprescindible (además de obligatorio) por si el animal llega a extraviarse en la noche".
Un perro más cansado de lo habitual o con más tristeza de la que suele exhibir no debería preocuparnos en exceso
- Con la llegada del otoño debemos prestar especial atención a ciertos elementos que aparecerán durante los paseos, como por ejemplo, las bellotas. "La ingesta de este fruto es un fenómeno típico en esta estación y debe evitarse a toda costa, ya que contiene taninos, unas sustancias muy amargas que, precisamente, las plantas utilizan para que no las coman animales", detallas desde la sociedad canina. "Los taninos son tóxicos y apenas un puñado de bellotas pueden envenenar a un animal".
- Otro fruto con el que tenemos que tener cuidado son las castañas, que proliferan también en esta época del año. "Aunque pueden llegar a ser beneficiosas para el tránsito intestinal y la prevención de la diabetes, si no las pelamos antes podrían provocarle vómitos, diarrea y malestar estomacal a nuestro perro, entre otras situaciones incómodas.
- También durante los paseos debemos de prestar atención a setas y hongos, ya que algunos son venenosos. "El micoturismo es una tradición en muchas regiones, pero los riesgos de ingerir cualquier seta son sobradamente conocidos y sus consecuencias pueden ir desde malestar estomacal a directamente, ser alimentos mortales", advierten desde la sociedad canina. "Si nuestro perro come alguno, hay que llevarlo al veterinario inmediatamente junto a una foto del alimento o directamente un ejemplar del mismo, ya que puede ser muy útil".
- Por último, otro cambio que notaremos en nuestros perros es que sueltan más pelo del habitual y es que en esta época del año se produce la muda. "Para estar más frescos en verano pierden pelo, que se vuelve a caer al llegar el otoño, época en que renuevan su manto", explican desde la RSCE. "El tipo de pelo varía según la raza o el tamaño pero, en general, para contribuir al bienestar de nuestro perro, un cepillado regular, baños y la desparasitación son muy recomendables".
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