Mohamed VI 'olvida' a Ceuta y Melilla en su discurso en el Parlamento marroquí y se deja ver con el príncipe heredero

Mohamed VI y su hijo su hijo el príncipe heredero, Mulay Hasán, en la inauguración del año legislativo.
Mohamed VI y su hijo su hijo el príncipe heredero, Mulay Hasán, en la inauguración del año legislativo.
SNRTNews
Mohamed VI y su hijo su hijo el príncipe heredero, Mulay Hasán, en la inauguración del año legislativo.

Mohamed VI ha dado este viernes su tradicional discurso ante el Parlamento de Marruecos para inaugurar el año legislativo y marcar las líneas políticas del periodo que comienza. Tras la polémica este jueves sobre Ceuta y Melilla, el monarca no ha hecho ninguna mención a asuntos de política exterior.

El rey centró su intervención en dos asuntos internos: la sequía y las inversiones para encarar la crisis económica. Sobre lo primero, instó a "un cambio verdadero" en el comportamiento de los marroquíes respecto al agua para acabar con su "despilfarro y uso irracional" y poder luchar así contra "la peor sequía en tres décadas". "Las administraciones públicas tienen que dar ejemplo", añadió, por lo que llamó a invertir en tecnología, reciclar y preservar los acuíferos.

Sobre lo segundo, el monarca pidió incentivar la inversión para luchar contra la crisis económica mediante la simplificación de los procedimientos administrativos, la consolidación de reglas de competencia honesta y el otorgamiento de créditos a la nueva generación de emprendedores, incluidos los que residen en el extranjero. Explicó que ha pedido al Gobierno un pacto nacional de inversión con las entidades bancarias para movilizar 550.000 millones de dirhams (51.280 millones de euros) para crear medio millón de puestos de trabajo entre 2022 y 2026.

Las administraciones públicas tienen que dar ejemplo

Fuera de su intervención quedó la carta enviada por el Ejecutivo marroquí a la ONU en respuesta a las aclaraciones que se le habían pedido por el "uso excesivo y letal de la fuerza" contra migrantes de origen africano en los sucesos en la valla fronteriza de Melilla el 24 de junio. "Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España", sentenciaba el texto, en el que se definía a la ciudad autónoma como "presidio ocupado". 

"Ceuta y Melilla son España, punto". Respondía después con rotundidad el presidente, Pedro Sánchez.  Finalmente, un alto cargo del reino alauí trataba de rectificar, reconociendo que dichas fronteras sí se reconocen en el acuerdo que firmaron los dos Estados el 7 de abril tras meses de diferencias.

Dos años de ausencia

Después de dos años de ausencia del hemiciclo, en los que el monarca dio los discursos por videoconferencia a causa de la pandemia del coronavirus, Mohamed VI fue recibido por decenas de marroquíes reunidos frente al Parlamento con banderas y cantos tradicionales.

El rey llegó al edificio saludando asomado por el techo solar de un vehículo, donde viajaba junto a su hijo el príncipe heredero, Mulay Hasán. Vestidos ambos con la tradicional chilaba marroquí, escucharon entonces el himno de Marruecos antes de entrar en el Parlamento, desde cuyo balcón principal Mohamed VI saludó unos segundos a los congregados.

Luego dio su tradicional discurso ante los parlamentarios de las dos cámaras, los ministros del ejecutivo y miembros de la familia real alauí. A su derecha estaba sentado su hijo y a su izquierda se veía el asiento vacío reservado a su hermano, Mulay Rachid, quien no pudo acudir por estar enfermo de covid-19, según anunció la agencia oficial MAP.

El Parlamento marroquí encara su segundo curso tras las elecciones de octubre de 2021, que supusieron la debacle de los islamistas del Partido Justicia y Democracia (PJD), relegados ahora a una minoría sin grupo parlamentario después de una década en el poder.

El nuevo ejecutivo liderado por Aziz Ajanuch, el segundo hombre más rico del país después del rey, está compuesto de un tripartito con dos formaciones de corte liberal y una tercera nacionalista conservadora. 

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