Nunca hasta la fecha se había hablado tanto de energía. Pero parece que el debate surge siempre que se produce una crisis, provocada por el aumento de los precios del crudo o, como en el caso actual, por las consecuencias de la guerra en Ucrania. Sin embargo, el futuro de las materias primas necesarias para que podamos calentarnos, poner la lavadora y en el caso de la empresa, hacer más rentable su producción y dar mejor servicio a sus clientes, tiene que desacoplarse de las noticias. Es un reto que va más allá del corto plazo y en el que está en juego el futuro del planeta.

Así lo consideran tres analistas, que trabajan muy directamente en el mundo de la energía y de la empresa, y que 20minutos reunió esta semana en un encuentro bajo el nombre Energía verde y pymes para analizar las maneras más eficientes de hacer frente a la transición energética. Un desafío que pasa por aumentar la presencia de las renovables en las pequeñas y medianas empresas, no solo para reducir sus gastos, sino para avanzar en tecnologías o en instrumentos como el autoconsumo. Este cambio de modelo, además de ser rentable económicamente, supone un retorno para las propias compañías, y contribuye asimismo a mejorar la salud del medio ambiente. Así lo apuntaron Juan Solaegui, gerente de comercialización a Pymes de Acciona Energía; Luis Cabrera, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese); y Francisco Vidal, director de Economía de Cepyme, en un foro que moderó Chema R. Morais, redactor jefe de este diario.

El acceso y progresiva implantación de fuentes renovables está, en palabras de los tres ponentes, fuera de toda duda. Para Solaegui, es una buena oportunidad que está «al alcance de todas las empresas y a un precio competitivo». «Es ahora o nunca, porque contratar energía de origen limpio va a ayudar a no depender en el futuro de países terceros», señaló el responsable de Acciona.

Por su parte, Cabrera consideró que se trata, además, de un objetivo «inaplazable» para el que no hay alternativa, ya que la UE está marcando una hoja de ruta clara en busca de la descarbonización. Vidal solo le ve ventajas, ya que va a ayudar a las pymes a ser «más autónomas en el futuro», contribuyendo a su estabilidad. «Si aumentamos la generación renovable –apuntó Solaegui–, la dependencia del gas sería menor y, en conclusión, seríamos capaces de reducir la factura de los domicilios y de las empresas».

La senda está clara, pero el mundo empresarial, especialmente en aquellos negocios con menos empleados, aún estudian cómo recorrerla. Aunque el representante de Cepyme recordó que desde 1990 se ha avanzado bastante hacia la autonomía energética, también puso sobre la mesa que, para lograr esa eficiencia, se necesita invertir, y las pymes se encuentran en ocasiones con falta de tiempo y de dinero. Por eso pidió que la Administración acompañe a los pequeños negocios, no solo en lo económico sino reduciendo la burocracia o evitando proyectos cofinanciados, para poder ser más competitivos. «Los costes de la materia prima han subido desde finales de 2019 un 51% para las pymes, y su rentabilidad ha caído un 25%. Y la pyme no quiere repercutir estos gastos en sus clientes. Por eso necesitamos apostar por una energía barata y estable», expuso Vidal.

JORGE PARÍS

Para lograr ese objetivo, el presidente de Anese opinó que las pymes deben contar con especialistas que les ayuden, de la misma manera que externalizan la seguridad o la limpieza y conseguir así ese ahorro de energía esencial para su actividad y para cumplir los objetivos que marca Europa. Acciona además, identifica otro problema, muy ligado a la actualidad internacional. «La situación actual ha obligado a países como Alemania a volver a utilizar el carbón y la realidad es que hay que garantizar el suministro en el corto plazo, pero quiero pensar que será algo temporal. No podemos apalancarnos en la nuclear o en el carbón, y el único camino es ir hacia el 100% de renovables», manifestó Juan Solaegui.

A pesar de las dificultades, los tres ponentes coincidieron en que la transformación energética es una carrera de fondo. Y que, afortunadamente, no se parte de cero. De hecho, en Acciona se está trabajando con empresas e instituciones en proyectos de hidrógeno verde o de instalación de puntos de recarga, así como en mecanismos de autoconsumo. Mientras, desde Anese destacan cómo España es una potencia en regasificadoras, que ayudan en un contexto «continuamente sujeto a revisión por la guerra y que impacta en cualquier conversación sobre energía». En este sentido, Luis Cabrera nombró también iniciativas como las comunidades energéticas, que permiten generar energía renovable y revenderla o compartirla si sobra, en un mercado que calificó como «cada vez más sofisticado» y que debe seguir trabajando, por ejemplo, en una progresiva electrificación del transporte para reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Según Vidal, las pymes están concienciadas con la sostenibilidad y ya trabajan reduciendo envases o estableciendo turnos más eficientes. «Somos cada vez más sostenibles y vamos en la buena dirección. Cumpliremos además con los objetivos de Bruselas, porque se está reduciendo el consumo, aunque sea de forma forzada por el alza de los precios. Pero no debemos acelerarnos, sino ser consistentes en el cumplimiento de los hitos», resumió Vidal.

JORGE PARÍS

«El proceso de transición energética es clarísimo, este mes de agosto ya habíamos producido un 21% más de energía renovable que en todo el año anterior», informó Cabrera, quien apostó, una vez que las provisiones de gas para este invierno están prácticamente garantizadas, por ahondar ahora en todo tipo de medidas para luchar contra el cambio climático. «Antes, era una cuestión de Bangladesh o Haití, pero ahora salimos a la calle y tenemos temperaturas altas en la calle», dijo.

Mientras tanto, a modo de resumen, Solaegui declaró que el cambio de modelo es imparable, y tiene que ir dirigido a ayudar a las pequeñas y medianas y empresas –y a todo el resto de consumidores–, pero también al planeta en general. «Hay que dar pasos muy firmes sobre el futuro. Y eso pasa por incentivar las renovables», concluyó el directivo de Acciona.

Juan Solaegui: "Consumir energía 100% renovable está al alcance de todos"

«Consumir energía verde es fácil». Es el mensaje que traslada Juan Solaegui, que considera que las renovables están «al alcance de todos», por lo que conmina a avanzar en su uso, no solo para la pequeña y la mediana empresa, sino para todos los ciudadanos. Es su apuesta para el futuro, y no solo por lo que puede beneficiar en el plano económico, sino fundamentalmente por su positivo impacto en el medio ambiente. «Todos tenemos que estar comprometidos con el futuro de nuestro planeta y la energía verde es un paso para ello», afirma. En su opinión, hay que empezar por el consumo y seguir dando otros pasos, lo que puede resultar más costoso aunque, a la larga, rentable. Y hacerlo sin dilación, pensando en el largo plazo. «Hay que apostar por modelos de generación que nos permitan seguir disfrutando del mundo tal cual lo conocemos hoy», comparte Solaegui. En cualquier caso, y a pesar de la crisis energética actual derivada de la guerra, el responsable de Acciona está satisfecho porque cree que estamos «en la senda» hacia una sociedad más sostenible.

Luis Cabrera: "La gran ventaja de las renovables es que tienen un retorno de inversión"

El mundo de la empresa se encuentra inmerso en un momento de cambio en el que la transformación energética tiene un papel importante. Desde la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos así lo constatan, ya que parte de su trabajo se centra en acompañar a las compañías en ese proceso. Según recuerda su presidente, Luis Cabrera, la Unión Europea ha marcado la necesidad de reducir las emisiones de CO2, y así lo recoge España dentro de su Ley de Transición Energética y Cambio Climático. En ese objetivo, las energías de origen renovable son vitales, no solo por ser más limpias, sino también porque «tienen un retorno de inversión en sí mismo». Por eso mismo, Cabrera considera que es momento de emprender «esos procesos tanto de implantación como de adquisición de esa energía verde», que no solo ayudarían a reducir las emisiones (alrededor de un 55% antes de 2030), sino que además, «tiene un precio totalmente competitivo en el mercado».

Francisco Vidal: "A las pymes les va en su propio interés ser más eficientes y sostenibles"

La pequeña y mediana empresa supone casi tres millones de negocios en España. Son compañías que, en palabras del director de Economía de Cepyme, «no dejan de ser como pequeñas grandes familias». Así que en esa doble concepción como ciudadanos comprometidos y como parte del tejido empresarial, las pymes no son ajenas a la necesidad de ser más sostenibles y de aprovecharse «de un futuro con unas energías más eficientes». En este sentido, Francisco Vidal explica que las compañías más pequeñas también están involucradas «en el futuro medioambiental y en esa economía más sostenible». Eso sí, advierte de la dificultad que se encuentran en esa misión: «Las pymes españolas tienen una media de siete empleados, y muchas veces no disponen del tiempo suficiente para planificar a medio y largo plazo. Aunque están realizando esfuerzos importantes para ahorrar energía, ya que les va en su propio interés, necesitan una ayuda gubernamental extra», dice Vidal.