El PSOE hace oídos sordos a la petición de Unidas Podemos, que este jueves ha insistido en solicitar que su socio de coalición retire la enmienda que saca de la ley de Bienestar Animal a los perros de caza. Los socialistas han optado por obviar los ruegos 'morados' en el primer debate legislativo sobre el articulado, que ya fue pactado entre el Ministerio de Derechos Sociales y Agricultura por las mismas reticencias, que el PSOE ha vuelto a reabrir sin visos de solución temprana, ya que entre medias se han cruzado las reivindicaciones de los animalistas y asociaciones de caza.

"Hay un clamor social para que retiren esta enmienda", ha señalado el portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique. En la tribuna, ha dicho "no entender" que el PSOE "haya comprado el discurso de la derecha y de la ultraderecha y haya presentado la enmienda que ha presentado", que como ya se ha señalado anteriormente supone que los perros de caza -también los usados por la Policía Nacional- quedarían fuera de la protección de la ley y serían objetos de un texto propio cuyas líneas generales el PSOE sigue sin avanzar.

Echenique ha acusado a los socialistas "no de escribir el discurso a la derecha", pero sí de "ponerle los reglones", por lo que ha insistido en su petición. "Señorías del grupo socialista, apostar por proteger y cuidar a esos seres indefensos que nos regalan su cariño y son compañeros". Sin embargo, las plegarias del portavoz 'morado' han tenido poco efecto en la bancada socialista, ya que la portavoz del PSOE en la materia ni se ha referido a ellas. La diputada Sandra Guaita no se ha referido a ello durante su intervención, que ha centrado en atacar a la oposición por su rechazo a esta ley, pero también a otras dos que cuyas enmiendas a la totalidad se debatían hoy: la ley del aborto y la ley trans.

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La socialista ha señalado que su compromiso contra el maltrato animal “es evidente” porque así se recoge en las conclusiones de los diferentes congresos del PSOE, en el programa electoral o en el pacto de Gobierno. Justamente, la ley de Bienestar Animal es un texto que proviene del Consejo de Ministros. Ya entonces hubo tensiones por la diferenciación de qué tipo de perros quedaban incluidos en el articulado. La batalla, eso sí, la terminó ganando Belarra. La dirigente de Podemos logró así que la ley obligase a tratar a los perros de caza y perros de pastoreo y ganadería tratados como cualquier otro can, obligando a quien tenga cinco ejemplares a estar registrado como núcleo zoológico.

La ley sí que diferencia a los perros de caza y pastoreo de los domésticos en el anteproyecto de ley. Se incluyeron salvedades respecto a la esterilización, a la obligación de realizar un curso de tenencia responsable o a que los perros pasen un examen de sociabilidad. Sin embargo, esta diferenciación no era suficiente para los cazadores, que amenazaron hace semanas con volver a manifestarse si no se atendían sus peticiones. Más concretamente, la Real Federación Española de Caza (RFEC) advirtió de que volverían a llamar a la "marea naranja" porque esta equiparación de los perros de caza y los domésticos supondría "el fin de la caza" ya que terminaría sometiéndose, explicaron, a "una gravísima situación de indefensión jurídica". Es por ello por lo que el PSOE presentó su enmienda, que también otros grupos como Más País piden retirar. 

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