El PSOE pide sacar a los perros de caza de la ley de Bienestar Animal y amenaza con reabrir el pulso con Unidas Podemos

Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso.
Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso.
EFE
Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso.

La herida abierta en el Gobierno a raíz de la aprobación de la ley de Bienestar Animal parecía suturada, pero el PSOE amenaza con reabrirla tras las críticas de cazadores y el ultimátum de uno de sus barones, el manchego Emiliano García-Page. Los socialistas han presentado una enmienda al articulado -ya aprobado por el Consejo de Ministros, donde el PSOE es el partido mayoritario- para excluir de la protección de dicha ley a los perros de caza, pese a que esta fue una exigencia del Ministerio de Agricultura que Asuntos Sociales, dirigido por Ione Belarra (UP), terminó desechando.

"El PSOE va a presentar una enmienda por la que se excluye de esta ley a animales con actividades específicas", ha señalado el portavoz parlamentario de los socialistas, Patxi López, que ha concretado que los perros de caza -también los usados por la Policía Nacional- quedarían fuera de la protección de la ley y serían objetos de un texto propio cuyas líneas generales no ha avanzado. "La ley [de Bienestar Animal] sería para animales domésticos", ha insistido el portavoz.

La enmienda de los socialistas no es baladí, ya que la diferenciación de  qué tipo de perros quedaban incluidos en el articulado fue lo que distanció a Asuntos Sociales y a Agricultura en la redacción de la ley, una batalla que terminó llevándose Belarra. La dirigente de Podemos logró así que la ley obligase a tratar a los perros de caza y perros de pastoreo y ganadería tratados como cualquier otro can, obligando a quien tenga cinco ejemplares a estar registrado como núcleo zoológico.

Con todo, la ley sí que diferencia a los perros de caza y pastoreo de los domésticos en el anteproyecto de ley. Se incluyeron salvedades respecto a la esterilización, a la obligación de  realizar un curso de tenencia responsable o a que los perros pasen un examen de sociabilidad. 

Sin embargo, esta diferenciación no era suficiente para los cazadores, que amenazaron hace semanas con volver a manifestarse si no se atendían sus peticiones. Más concretamente, la Real Federación Española de Caza (RFEC) advirtió de que volverían a llamar a la "marea naranja" porque esta equiparación de los perros de caza y los domésticos supondría "el fin de la caza" ya que terminaría sometiéndose, explicaron, a "una gravísima situación de indefensión jurídica".

Para más inri, el presidente de Castilla-La Mancha criticó en público la ley este miércoles e incluso amenazó con llevarla a los tribunales. "Es bueno que los políticos legislen a favor de arreglar los problemas, pero no de meterle el colmillo a algo que no le gusta. Debe de haber alguien que le tiene manía a la caza y ha colado en una ley de bienestar animal, que todos compartimos que se cuide bien a los perros, a los gatos… Pero una cosa son los animales domésticos y otra cosa muy diferente colar otro tipo de realidades", declaró.

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