El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, ha comparecido este miércoles en el acto de apertura del año judicial, llenando su discurso de mensajes críticos con la relación que la clase política española mantiene con el poder judicial. 

El magistrado, que ha dedicado gran parte de su intervención a denunciar la situación de parálisis de la justicia, así como a rechazar el discurso que defiende el Gobierno en favor de ‘desjudicializar el ‘procés’, se ha referido también al apoyo intermitente que algunos políticos muestran hacia los tribunales españoles. En lo que parecía una alusión velada a la sentencia del expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, Lesmes ha declarado que "no es infrecuente que quien ayer aplaudía la sentencia que condenaba a su rival hoy desacredite la que le afecta a él, cuando a menudo ha sido dictada por los mismos magistrados".

Un intenso septiembre en los banquillos: de la sentencia de los ERE a las declaraciones ante el juez de Oltra y Gabriel

Tras ensalzar la "actuación eficaz" realizada "con plena independencia" por los jueces españoles contra la "lacra" que ha supuesto la corrupción en España, Lesmes ha mandado un mensaje de rechazo hacia las "críticas interesadas" de los afectados por la sentencia de los ERE, que tachan de injusta su condena tras haber aplaudido la lucha judicial contra las corruptelas del PP, empezando por el caso Gürtel.

El mensaje del presidente del órgano de gobierno de los jueces llega apenas una semana después de que la familia de Griñán presentase al Ministerio de Justicia una petición de indulto parcial el jueves pasado. El mencionado documento se emitió tras conocer el fallo que adelantó el Tribunal Superior el pasado julio confirmando la condena de seis años y dos días de prisión a Juan Antonio Griñán y los nueve años de inhabilitación a los que se enfrenta su antecesor en el cargo, Manuel Chaves. 

En la petición se recogen además las firmas de históricos del PSOE como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Susana Díaz o Alfonso Guerra. Ni el actual secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han plasmado su firma en la petición de indulto, aunque este último afirmó tras conocer el fallo del Supremo que "están pagando justos por pecadores".

"Chaves y Griñán dimitieron de sus responsabilidades políticas hace más de un lustro. No han sido condenados y ni siquiera acusados de haberse lucrado ni haberse llevado un céntimo de euro ni haber financiado irregularmente el partido", aseveró entonces el presidente Pedro Sánchez.