Manuel Mostaza Barrios Politólogo y Director de Asuntos Públicos de ATREVIA
OPINIÓN

¿El final de la escapada?

El saludo de Sánchez y Feijóo en su primer cara a cara en el Senado
El saludo de Sánchez y Feijóo en su primer cara a cara en el Senado
EFE
El saludo de Sánchez y Feijóo en su primer cara a cara en el Senado

Se cierra el curso con la sensación, en los mentideros de la Villa y Corte, de que la carrera por España que comenzó Pedro Sánchez en octubre de 2016 está llegando a su fin. La fidelidad de sus votantes se estanca en el entorno de los dos tercios y casi unos setecientos mil de los que le dieron su apoyo en noviembre de 2019 votarían ahora al Partido Popular. Con Unidas Podemos en caída libre desde hace meses y sin que termine de arrancar el enésimo ‘proyecto-ilusionante-articulado-de-abajo-arriba’ por parte de la izquierda y que esta vez lidera Yolanda Díaz, casi todo son malas noticias para el Gobierno en este final de curso.

Enfrente, los populares no solo han ganado casi diez puntos desde que Pablo Casado dimitió como líder de la formación, sino que, además, los españoles (entre ellos más de un 15% de los votantes socialistas) prefieren al gallego de presidente por encima de Sánchez. Esta inercia ganadora no será fácil de combatir por el Gobierno, habida cuenta de que los dos líderes mejor valorados por los españoles encarnan las dos almas del partido fundado por Manuel Fraga: Núñez Feijóo al frente del ala tecnócrata y democristiana, seguido por Isabel Díaz Ayuso en representación de la vertiente más liberal-madrileña del partido.

Todos somos hijos del pasado y caminamos cada día sobre capas de historia

Al Gobierno solo le queda disfrutar del éxito efímero que ha supuesto la cumbre de la OTAN –somos un país más atlantista de lo que se atisba cuando se ven desde lejos las pancartas– y aprovechar el apoyo de los ciudadanos al incremento del gasto en Defensa, una vez que hemos visto las patas del oso ruso acechando el bosque europeo. La imagen del presidente ha mejorado después de la cumbre y del Debate del estado de la Nación, aunque en este último caso sea a costa de seguir alejándolo del centro político (para la mayoría de los votantes centristas la imagen del presidente ha empeorado). 

Lo que sigue sin entender su electorado es su cercanía a la organización liderada por varios antiguos miembros de la banda terrorista ETA a través de Sortu: apenas uno de cada cuatro votantes está de acuerdo con la consideración de que los crímenes del franquismo pudieran llegar, de alguna manera inexplicable, hasta 1983. A mayores, gran parte de los votantes socialistas creen que no se puede pactar una norma de ese calado con la coalición heredera de la ilegalizada Batasuna, y prefieren que la norma se pacte con el PP. Todos somos hijos del pasado y caminamos cada día sobre capas de historia. También los votantes socialistas, y eso en Ferraz no deberían olvidarlo.

Feliz verano, caro lector.

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