Entrevista

Marta Etura y Jorge Bedoya: "Soñamos con lo que no hemos podido hacer, para aliviar nuestra alma"

  • Marta Etura interpreta a la escritora George Sand y Jorge Bedoya al compositor Frédéric Chopin, en 'Los Nocturnos', dirigida por Magüi Mira.
  • Se estrena en la sala Margarita Xirgú del Teatro Español el 23 de junio y estará en cartel hasta el 17 de julio.
Marta Etura y Jorge Bedoya protagonizan 'Los Nocturnos' de Irma Correa
Marta Etura y Jorge Bedoya protagonizan 'Los Nocturnos' de Irma Correa.
Teatro Español
Marta Etura y Jorge Bedoya protagonizan 'Los Nocturnos' de Irma Correa

George Sand, seudónimo de Amantine Aurore Lucile Dupin (1804-1876), era una mujer decidida a sacar todo el jugo a la vida, incluso haciéndose pasar por hombre para alcanzar una libertad que ansiaba por encima de todo. Frédéric Chopin (1810-1849) fue un compositor de una sensibilidad exquisita, genio del piano, que desarrolló una dependencia amorosa hacia ella quizás arrastrado por su débil salud. Vivieron una relación en la que podría advertirse alguna componente materno-filial.

Recorrieron su amor con discreción por diversos lugares como Nohant -residencia de verano de George Sand- o la isla de Mallorca, mientras en París siempre habitaron domicilios separados. Tras una ruptura que parecía inevitable por la disparidad de personalidades, siguieron caminos divergentes hasta que la enfermedad de Chopin se lo llevó con tan solo 39 años, sin opción a un último adiós, al parecer impedido por la obstinación de la hermana del compositor. 

Irma Correa (Las Palmas, 1975), la autora del texto, conmovida por la enfermedad y muerte de su padre, decidió escribir Los Nocturnos al conocer casualmente, en esos amargos momentos, la historia de aquella despedida que nunca pudo vivirse, de aquellas manos que no se volvieron a tocar.

'Los Nocturnos' recrea la relación amorosa entre George Sand y Frédéric Chopin
'Los Nocturnos' recrea la relación amorosa entre George Sand y Frédéric Chopin.
Jose Alberto Puertas

¿Cómo fue aquella personalidad tan arrolladora de George Sand?
Marta: Ya la conocía pero no con la profundidad de ahora, tras la investigación que hice para poder interpretar el papel. Es un personaje fascinante, por su deseo de vivir en libertad. El deseo de libertad es innato en la esencia del ser humano y ella nació en una época en que las mujeres no eran libres. Se educó con su abuela en los valores de la cultura y el conocimiento, y rompió muchas barreras sociales y personales. Gracias a este tipo de mujeres se nos han abierto muchas puertas a nosotras a lo largo de la historia. Tuvo la suerte de poseer un gran talento para la escritura y, además, usó inteligentemente un seudónimo masculino para poder publicar y tener independencia económica, que es lo que le permitió ser libre. Nosotras en el primer mundo sí que lo somos, pero en el tercer mundo no, debido a esa falta de independencia económica. A ello se le suma algo muy especial, como fue la decisión de vestirse como hombre para acceder a determinados lugares y que sus libertades y conocimientos crecieran. Más que arrolladora fue interesante, inteligente y apasionada.

George Sand y Frédéric Chopin tenían dos personalidades muy diferentes, tanto en su actitud ante la vida como en su temperamento, en lo moral y lo político. ¿Cómo se refleja esto en el texto de Irma?Marta: No tanto en el aspecto político, pero sí en el personal. Se ve claramente que al empezar a convivir ellos chocan mucho. Ella era una mujer muy fuerte y él era más débil debido a su enfermedad.
Jorge: En la obra ella mira hacia fuera y él mucho más hacia dentro. Algo que no llamaría timidez, pero él está metido en su instrumento, en una especie de bola. Ella tenía muchas más relaciones sociales y Chopin al final de su vida estaba encerrado en sí mismo. Son dos personas totalmente opuestas, sobre todo al final de su relación.

La primera vez que Chopin se encuentra con George Sand duda hasta de si se trata de una mujer y le parece antipática. ¿Cómo se puede pasar de esa impresión inicial, a guardar un mechón de su pelo el resto de la vida entre las páginas de su diario?Marta: Yo creo que pasa muchas veces en la vida. La primera impresión es negativa y luego puedes enamorarte al conocer a la persona. De manera muy especial ocurre en Chopin porque, en esa época, el que una mujer vistiera como un hombre generaba un rechazo en los propios hombres. Hay un texto en la función que habla de eso, de un periodista que había escrito que vestida de hombre no merecía ningún respeto.

Marta Etura: "El teatro es un espejo que invita a reflexionar"
Jorge Bedoya y Marta Etura, tras la entrevista a 20 MINUTOS
Jorge Bedoya y Marta Etura, tras la entrevista a 20 MINUTOS.
Adolfo Ortega

Es imposible ver a George Sand y Frederic Chopin en el cartel de Los Nocturnos. ¿La intención es trascender aquellas personalidades?Jorge: Creo que la intención es sacar la función del historicismo
Marta: Sí, además es absurdo creer que uno va a conocer a alguien en su totalidad doscientos años después, cuando es difícil conocernos a nosotros, estando aquí y ahora. Es imposible, porque los conocemos a través de los relatos ajenos. Lo que hacemos en el teatro o el cine es nutrirnos de esos personaje y llevarlos a un ideal, a un lugar escénico, a un imaginario para potenciar lo que se quierre contar. El teatro es un espejo para invitar a reflexionar. Irma Correa -autora del texto- ha tomado estos dos personajes históricos pero no para hacer un documental. A través de estos personajes se habla de la muerte, de la pasión, del amor…

Jorge Bedoya en 'Los Nocturnos' de Irma Correa

Jorge Bedoya Zuazo

  • Actor
Actor, pianista y compositor nacido en Oviedo. Comienza a estudiar piano a los diez años con el profesor húngaro Arpad Bodó, ingresando en el Conservatorio Profesional Amaniel de Madrid bajo la tutela del Doctor y Profesor asociado de la Universidad Complutense Luis Noain Calabuig. Licenciado en Arte Dramático en la especialidad de interpretación textual por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Fue miembro de la Compañía de teatro Noviembre dirigida por Eduardo Vasco. Ha trabajado en montajes teatrales como 'El mercader de Venecia', 'Ricardo III' o 'Luces de Bohemia', dirigida por Alfredo Sanzol. En la actualidad aúna sus dos profesiones con el espectáculo 'Las manos', monólogo que recoge sus piezas musicales y donde transita tanto con la palabra como con el piano.

Jorge, ¿qué música forma parte de esta función?Jorge: Además de composiciones propias, interpreto varias piezas de Chopin, por ejemplo el Nocturno en do sostenido menor, famoso porque es el que aparece en la película El pianista, de Roman Polanski, cuando están bombardeando la Radio de Varsovia. Leí un artículo que ponía en duda si habría sido escrito por el propio Chopin. Hago algunas variaciones porque sería imposible cuadrar la obra en función de la duración de los Nocturnos de Chopin. Hay que cortar de aquí y encajar allá. Tiene que haber arreglos musicales en algunos casos. También toco algunos de sus Preludios.

 

Los Preludios están muy ligados a la estancia de ambos en Mallorca, que en parte fue una pesadilla.Jorge: Sí, pero hay una belleza en esos preludios impresionante. No una belleza lúgubre, sino belleza belleza, lo que es una prueba de que este hombre tuvo grandes momentos de alegría.
Marta: A veces se crean relatos a partir de anécdotas. Es cierto que George Sand y Chopin fueron a Mallorca con la intención de no pasar frío, y resulta que hizo el peor invierno de los últimos treinta años, pero también hubo días de luz y cuando sale el sol en Mallorca es una maravilla.

Hay una cita de Joaquín Achúcarro, previa al texto de Irma Correa, que dice así: “Bach habla al universo, Beethoven a la humanidad y Chopin a cada uno de nosotros”.Jorge: ¡Es brutal, una maravilla! Hay mucho de verdad en ella. Esa frase me impactó cuando empecé el leer el texto.

Jorge Bedoya: "La escenografía tiene pocos elementos que te saquen de lo realmente importante, que son estas dos personas"
La acción de 'Los Nocturnos' gira en torno a un piano
La acción de 'Los Nocturnos' gira en torno a un piano.
Jose Alberto Puertas

George Sand se relacionó con las personalidades más brillantes de la cultura, ¿no es así?Marta: Sí, era una mujer con una gran inquietud, apasionada por las artes, las letras y la música, y le gustaba nutrirse de los mejores talentos. Todos sus amigos eran gente de la alta sociedad francesa vinculada al arte.

¿Esa faceta de George Sand está presente en la obra o está más centrada en la esfera íntima?
Marta: Sí, en el texto aparece todo, lo que pasa es que es una pieza de una hora y cuarto, pero esa información está. Ella dice “me convertiré en un hombre que los demás llenarán de anécdotas”. Está el deseo de ser libre, el enamoramiento de Chopin…

La actriz Marta Etura

Marta Etura Palenzuela

  • Actríz
Marta Etura es de San Sebastián y se formó en la Escuela de Cristina Rota. Vinculada al teatro y la danza desde los inicios de su carrera, ha trabajado en obras como 'Ilusiones', de Miguel del Arco; 'Antígona', de Mauricio García Lozano; 'Hamlet', de Juan Diego Botto, o 'Despertares' y 'Celebraciones', de Cristina Rota. En cine, poco después de finalizar la escuela de interpretación, trabajó en 2001 de la mano de Joaquín Oristrell en la película 'Sin vergüenza', a la que le siguieron otras como 'La vida de nadie' –que le valió la nominación al Goya a Mejor Actriz Revelación–, de Eduard Cortés; o 'Para que no me olvides' –por la que fue también nominada–, dirigida por Patricia Ferreira. En 2006 protagonizó 'AzulOscuroCasiNegro', realizada por Daniel Sánchez Arévalo y en 2010 se alzó con la estatuilla en la categoría de Mejor Actriz de Reparto por 'Celda 211', de Daniel Monzón.

En el aspecto escénico, ¿cómo es el montaje de Magüi Mira?Marta: Es un escenario vacío en el que sólo hay un piano y un suelo, pero un suelo que crea una sensación de infinito, está curvado. Es como una paradoja. No es una escenografía minimalista, pero apuesta por un espacio vacío para llenarlo de contenido emocional, de la palabra y la música.
Jorge: Pocos elementos que te puedan sacar de lo realmente importante que son estas dos personas.

¿Cómo está resultando la experiencia de ser dirigidos por Magüi Mira?Jorge: Para mí está siendo un aprendizaje y un viaje intenso, porque es una obra intensa. Magüi es muy pasional y tiene mucho sentido del humor. ¡Ella no para!
Marta: Es una mujer con muchísima experiencia, que cuando te da una nota sabe de lo que está hablando. Tenía claro lo que quería hacer con este texto porque es una propuesta muy compleja, con un texto poco convencional, que no sigue una cronología lineal, ni tiene un solo espacio. Ella usa la imagen del caleidoscopio a la cual nos hemos agarrado como actores para tirar de ella y verlo como escenas independientes y a la vez unidas.

Jorge Bedoya, Magüi Mira, Marta Etura e Irma Correa en el Teatro Español
Jorge Bedoya, Magüi Mira, Marta Etura e Irma Correa en el Teatro Español.
Adolfo Ortega

En la obra se asiste a una despedida que nunca pudieron realizar George Sand y Frédéric Chopin, al parecer impedida por la hermana del compositor. ¿Por qué otorgamos tanta importancia a las despedidas?Marta: Es fundamental poder despedirte de un ser amado cuando llega la muerte y ellos no pudieron hacerlo. La pérdida crea una herida muy grande, pero el no poder despedirte hace que la herida tarde más en cicatrizar
Jorge: Yo creo que la culpa también es un factor importante. La culpabilidad es algo que nos han metido y de repente empiezas a sentirte mal por algo que hiciste o dejaste de hacer. Por ejemplo, George Sand al final…. bueno, no lo vamos a desvelar.

¿Siempre nos quedan cosas por transmitir, quizás por pudor o por falta de tiempo?
Marta: Una de las escenas que más me gusta de la función es una conversación que nunca se pudo dar. Esto sucede mucho en los seres humanos. Cuando no has podido despedirte o decir algo a alguien, te pesa, y muchas veces nuestro imaginario sí que lo hace. Soñamos con lo que no hemos podido hacer para aliviar nuestra alma. Es difícil gestionar cuando has querido hacer algo y no has podido.
Jorge: Al final es algo personal, de uno mismo. Realmente es una sanación un poco egoísta, porque ¿cómo lo extrapolamos, hacia la otra persona o hacia ti mismo? Es un pesar propio, pero egoísta.
Marta: Pero querer sanarte tú no es algo egoísta. Vivimos en una sociedad en la que si tú te cuidas a ti mismo se interpreta como egoísmo, pero creo que es importante gestionar primero las cosas internas para después gestionarlas con el otro. Pero bueno, eso ya es psicología.

Marta Etura: "En el teatro el actor se adueña de su trabajo"
Marta Etura interpreta a George Sand en 'Los Nocturnos'
Marta Etura interpreta a George Sand en 'Los Nocturnos'.
Jose Alberto Puertas

Antes de estrenar Los farsantes en el CDN, Javier Cámara reconocía que volver al teatro, con unos compañeros de reparto tan expertos en este medio, le causaba cierta inquietud sobre si estaría a la altura. ¿Impone mucho regresar al teatro?Marta: Siempre impone mucho, porque no hay trampa ni cartón. Es puro talento y el teatro es donde un actor se nutre. En el cine la interpretación no es cronológica y hay que tener un arco bien dibujado para poder ir de un sitio a otro. En el teatro todo va seguido. No sé si es más difícil, pero el teatro es donde el actor se adueña de su trabajo.

Marta, ¿qué puede adelantarnos de su próxima película, El color del cielo?Marta: Es una película especial porque el director -Joan Marc Zapata- lo es. No es nada convencional y tiene su referente en los países nórdicos, en Ingmar Bergman. Es una narrativa distinta con otro 'tempo', al que no estoy muy habituada, con planos generales sin apenas planos cortos. Muy interesante.

¿Es un cambio de registro notable?Marta: Sí, me apetecía mucho porque venía de hacer la trilogía del Baztán, que es todo lo contrario, tres thrillers muy dinámicos y potentes con producción muy gorda, y esto es una historia sencilla, una producción independiente y con una narrativa muy distinta. Una de las cosas que más deseamos los actores es hacer personajes muy distintos en formatos diferentes e historias diversas. He intentado hacer cosas distintas, teatro, cine, pero también depende de lo que te ofrecen, claro.

Jorge Bedoya: "Te pongo la Tocata y Fuga de Bach en una discoteca y piensas que es del último DJ"
Jorge Bedoya en 'Los Nocturnos' de Irma Correa
Jorge Bedoya en 'Los Nocturnos' de Irma Correa
Jose Alberto Puertas

Jorge, ¿primero fue el piano y luego la carrera de actor, o ambas facetas siempre convivieron?Jorge: Primero hice la carrera de piano, pero después de pasar tantas horas al piano ¡tenía muchas ganas de hablar! (risas) Me apetecía mucho hacer teatro, interpretación, así que entré en Google, busqué y encontré la RESAD, que no sabía ni lo que era. Hice las pruebas, me cogieron e hice la carrera de actor. El piano es un handicap muy bueno pero también es cierto que a uno siempre le gustaría que estuviera en el mismo porcentaje el actor y el pianista, y no es así.. Esta es la primera obra que me permite eso. He hecho obras de teatro pero lo típico es que abres la puerta, dices "Hola", te sientas al piano y ese es todo el texto que va a ver tu padre desde la butaca (risas). Aquí no, para mí esto es un bombón de función que ojalá se repita.

¿Es muy diferente la formación de un pianista a la de un actor?Jorge: Mucho. Como ambas son artes podría pensarse que son parecidas, pero no tiene nada que ver porque el instrumento del actor eres tú mismo. Una persona puede no tener técnica interpretativa, no haber hecho un curso en su vida y ser amado por el mundo entero como el mejor actor. En cambio, alguien que no se ha sentado nunca ante un piano, no puede tocar nada.

¿La educación musical en la escuela fomenta la creatividad?Jorge: Cuando yo estaba en el colegio o en el instituto, desde luego no la fomentaba, porque llevabas una flauta, que es prácticamente imposible hacerla sonar bien, sobre todo junto a otros cuarenta niños tocando un Do (risas).
Marta: Eso me alivia, ¡porque yo era nefasta!
Jorge: Luego además se expanden ideas entre los chavales como "¡Beethoven era sordo!". Si realmente se enseñase a disfrutar de la música, entenderla y sentirla, aunque al final no todo el mundo pueda hacerlo, a lo mejor se comprendería que el 'techno-house' viene del compás número seis de Beethoven, que lo hacía en el baño. Parece que la música clásica es muy antigua, pero yo te pongo a ti la Tocata y fuga en re menor de Bach en una discoteca y la bailas con un cubata. Y además piensas que es del último DJ.

George Sand en 1864 y Frédéric Chopin en 1847
George Sand en 1864 y Frédéric Chopin en 1847
Nadar / Louis-Auguste Bisson
Mostrar comentarios

Códigos Descuento