El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, António Costa, regresan este lunes a un Consejo Europeo justo dos meses después de la última cumbre europea, que se saldó con el éxito ibérico de que la UE les permitiría limitar el precio del gas para rebajar la factura de la luz. Más de 60 días después, sin embargo, Madrid y Lisboa no tienen todavía el visto bueno definitivo de Bruselas y afrontan un debate europeo sobre energía que en principio se les plantea cuesta arriba. Insistirán en las interconexiones de la península con el resto de la UE, cuando Bruselas sigue priorizando hacerlas en el este y centro del continente, y también en reformar el mercado energético europeo para desacoplar el precio del gas de resto de energías en una reunión en la que previsiblemente los Veintisiete darán su respaldo a la opinión del regulador europeo de que el mercado funciona tal y como está configurado.

Sánchez y Costa volverán a dar muestra de una sintonía total en materia energética que este lunes y martes se centrará en las interconexiones cuando todavía no es una realidad el límite al precio del gas. Tanto es así, que el jueves se reunieron en Moncloa para preparar su posición común y que este lunes Sánchez delegará por primera vez su presencia en el Consejo Europeo, precisamente en Costa. El presidente español llegará con un par de horas de retraso a la cumbre porque antes participa en Madrid en el 40 aniversario de la entrada de España en la OTAN y durante este tiempo Costa le representará. Esta delegación es habitual en los Consejos Europeos -en el último, por ejemplo, Sánchez fungió también en nombre del primer ministro de Malta- pero es la primera vez que el presidente español recurre a ello y lo hace en su homólogo portugués.

Cronología de los 50 días para una decisión sobre el precio del gas que era "urgente".... y a la que todavía le falta un trámite

De momento, la Comisión Europea sigue analizando los decretos español y portugués que plasman los detalles concretos de cómo se pondrá un umbral medio de 48,8 euros MWh durante un año. Hace ya más de dos semanas que los gobiernos de España y Portugal aprobaron sendas leyes sin que Bruselas haya dado todavía luz verde, algo que en el gobierno español se vincula a la demora portuguesa para remitir su decreto a la Comisión.

En España, tampoco ha concluido todavía los trámites internos, por un total de 12 días que fijó el Gobierno para que las comercializadoras le informaran de sus contratos y, después, para que los reguladores hicieran los ajustes necesarios para aplicar el tope de precio del gas a la fijación diaria del precio de la luz. Fuentes de Transición Ecológica se limitan a señalar que estos trabajos "están avanzando".

Compras conjuntas y almacenamiento

En todo caso, el límite al precio del gas que tenía que reducir la factura de la luz se demora ya dos meses y entretanto cada vez son más los países de la UE que respaldan otras formas de abaratar el precio del gas, con medidas ya conocidas, como realizando compras conjuntas o mediante el almacenamiento y que el Gobierno español asegura que en modo alguna suponen una alternativa al límite temporal del precio del gas en España y Portugal.

Sí admiten la tardanza para poner en marcha una decisión que califican de difícil y demasiado cargada de burocracia pero que confían en que esté listo cuanto antes. Pero defienden que este límite, que sería inmediato pero temporal y acotado solo a España y Portugal, se complementa con otras medidas más a largo plazo que celebran que defiendan cada vez más países de la UE.

Interconexiones

Mientras tanto, España y Portugal insistirán en la necesidad de fomentar las interconexiones entre la península y el resto de la UE, no solo para transportar gas, sino que también deben de ser compatibles en el futuro  con el hidrógeno verde. De momento, lo que hay sobre la mesa es una comunicación de la Comisión Europea en la que anima a España y Francia a continuar el proyecto abandonado del MidCAt y apunta a otra vía de unión entre España e Italia pero insiste en los proyectos particularmente en el este de Europa y que es más tibia con otra zonas. Justo lo contrario a como lo ve el Gobierno español, que advierte de que no solo es necesario mejorar las inteconexiones por el este y el sureste de Europa, sino también las del sudoeste.

La crisis por la guerra lleva a España a buscar fondos UE para retomar la construcción de un gaseoducto como el que ya descartó en 2019

Tampoco responde a las expectativas españolas la evaluación del regulador europeo, ACER, sobre el mercado de la energía que también se verá en el Consejo Europeo.  Sánchez y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, llevan meses insistiendo en que hay que reformar el mercado eléctrico europeo para desacoplar el precio del gas del resto de energías y este organismo concluyó el mes pasado que el mercado ha funcionado correctamente en la crisis de precios por la guerra de Ucrania. En un Consejo Europeo que es extraordinario y del que no se esperan decisiones, esta idea sí quedará plasmada previsiblemente en las conclusiones de la reunión.

Zelenski y gasto en defensa

Además de la energía, los jefes de Estado y de Gobierno volverán a centrarse en Ucrania, con una nueva intervención ante el Consejo Europeo del presidente ucaniano, Volodimir Zelenski. Lo posibilidad de vetar el petróleo ruso sigue sobre la mesa y los Veintisiete analizarán la reconstrucción del país, con ayudas que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha vinculado a la modernización de su administración, al Estado de derecho y la independencia judicial.

España celebra que en la agenda de esta reunión extraordinaria se haya introducido la discusión sobre la seguridad alimentaria y, dentro de ella, de los fertilizantes, donde el gobierno quiere reducir la dependencia de Rusia sustituyendo los de tipo nitrogenado por otros más naturales.

De momento, no ve tanta urgencia en el cuarto y último punto del orden del día, sobre Seguridad y Defensa, y el que España figura en el grupo de Estados miembros que creen que todavía es prematuro tomar una decisión sobre una de las peticiones que, en línea con lo que reclama la OTAN, hace la Comisión a los Estados miembros, que eleven su gasto en defensa.