Cada vez protegemos y defendemos más a nuestras mascotas. Esto es un hecho. Si echas la vista atrás un par de décadas en el tiempo, pronto te das cuenta de que nuestros perros, gatos y otros animales de compañía ahora disfrutan de unos privilegios que antes no tenían. Las leyes de protección animal y contra el maltrato animal mejoran y no es algo que ocurra solo en España, es un cambio a nivel global.
Mientras que en España la primera Ley Nacional de Protección Animal podría entrar en vigor este mismo año, en otros países ya existen leyes que protegen los derechos de los animales y, en algunos casos, penan con cárcel a aquellos que los maltratan.
El primer país que aprobó una ley contra el maltrato animal del continente europeo fue Reino Unido. Lo hizo en 1822 con la Ley Martin, que reconocía la protección de los derechos del ganado y del caballo, que unos años más adelante (en 1900) se completaría con la inclusión de los animales domésticos.
En la actualidad, la ley británica de Protección de Mamíferos Salvajes (1996) castiga el maltrato animal con pena de multa y con la estancia en prisión de hasta seis meses, según el delito cometido y la especie en cuestión.
Suiza, uno de los países más concienciados
Uno de los países más concienciados con la protección animal de Europa es Suiza, donde la Ley en Zurich incluye el derecho de los animales a tener un abogado proporcionado por el Gobierno. Además, aquellos que comentan delitos de maltrato de forma intencionada se tendrán que enfrentar a penas de hasta tres años de cárcel y hasta 20.000 francos suizos de multa.
Este país tiene en vigor dos leyes que protegen a los animales, la Norma de Protección de Animales de 1981 y la Ley de Protección Animal de 1978, las cuales prohíben el maltrato y castigan con penas de multa y prisión casos que van desde el descuido al maltrato físico al más mínimo nivel hasta el asesinato de animales.
Por otro lado, nuestros vecinos de Portugal, desde 2020, castigan con pena de cárcel el maltrato a los animales domésticos. Con esta actualización de la norma aprobada en 2014, el país luso se pone más estricto y prohíbe poner fin a la vida de las mascotas sin un motivo legítimo.
Las penas de cárcel van desde los seis meses a los dos años, dependiendo del delito cometido, además de las multas económicas correspondientes y que, además, se destinan a centros de acogida.
En el caso de Francia, también actualizaron su legislación 'animalera' hace poco, en 2021, cuando el Parlamento francés dio luz verde a una ley de protección de los animales que incluye la prohibición del uso de animales salvajes en circos y la tenencia de granjas de visones criados para la obtención de pieles.
La ley también endureció las sanciones contra aquellos que cometieran delitos de maltrato a animales de compañía, pudiendo ser éstos castigados con hasta tres años de prisión y una multa de 45.000 euros. Además, si se trata del asesinato de un animal, hablaríamos de cinco años de prisión y una multa de 75.000.
Otro punto a destacar de la normativa francesa y que recuerda a la nueva Ley de Protección Animal española es que para obtener algún animal de compañía, los franceses tienen que obtener con al menos siete días de antelación un certificado de sensibilización en el que se informa de las obligaciones para su cuidado.
Por otra parte, Italia legisló en 1993 su ley de protección animal, con la que empezó a castigar con pena de prisión de hasta un año y multas a aquellas personas que maten o hagan inservibles animales de terceros.
Esta normativa también incluye actos de maltrato animal como el abandono o la tortura, así como la prohibición de espectáculos donde se dañe al animal, como bien pueden ser los circos.
Por último, podríamos considerar Alemania el país que castiga con más dureza los delitos de maltrato animal y es que, en su legislación consideran la protección de los animales como parte de la protección de la naturaleza.
En concreto, la Ley Federal de Protección de la Naturaleza, actualizada en 2018, tiene duras sanciones para aquellos que capturen, hieran o maten determinadas especies como por ejemplo erizos (hasta 65.000 euros), ardillas (penas de cárcel), murciélagos (hasta 65.000 euros) e incluso avispas (hasta 50.000 euros).
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