Las grandes empresas sufren ya el impacto de la huelga del transporte y ven peligrar más de 100.000 empleos

Estanterías vacías este martes en un supermercado madrileño.
Estanterías vacías este martes en un supermercado madrileño.
SERGIO PÉREZ / EFE
Estanterías vacías este martes en un supermercado madrileño.
Estanterías vacías este martes en un supermercado madrileño.
EFE / ATLAS

La huelga de transportistas se está cebando con la industria española. Las nueve jornadas de paros que encadena una parte del transporte por carretera han dejado tras de sí un reguero de estanterías vacías en los supermercados, falta de componentes en el sector del automóvil y paradas de producción e interrupciones en la siderurgia o la construcción. 

Las patronales de las industrias españolas más destacadas, un sector que aporta en torno al 15% del PIB nacional y emplea a 2,3 millones de trabajadores, han vuelto a alertar este martes de las crecientes dificultades que afrontan para poder operar con normalidad.

Las principales asociaciones de la industria alimentaria y el gran consumo -entre las que se encuentran los supermercados- denuncian que "la situación es ya insostenible", e instan al Gobierno a "una intervención urgente" en un conflicto que califican como "problema de Estado". En un comunicado conjunto, Aecoc, Aces, Anged, Asedas, las Cooperativas Agro-Alimentarias y FIAB, sostienen que los paros en el transporte "están poniendo en claro riesgo el abastecimiento de productos" y "la continuidad de miles de negocios y empleos". 

Los empresarios del gran consumo advierten de que la huelga ha provocado "graves daños económicos, la paralización y el cierre de fábricas" y que pone en riesgo "100.000 puestos de trabajo". La patronal señala que empresas como Calvo, Cuétara, Danone, Estrella de Galicia o Heineken ya han parado o se verán obligadas a hacerlo próximamente. El sector de la alimentación y las bebidas aporta en torno a un 20% de la facturación de toda la industria española y emplea a más de 450.000 trabajadores.

Desde el sector del automóvil -otro de los pesos pesados en la industria nacional-, los empresarios se quejan de que la huelga "está interfiriendo en el suministro de piezas, lo que está impidiendo el desarrollo normal del trabajo en los talleres". La industria automovilística viene sufriendo problemas de abastecimiento de materiales clave (especialmente microchips) desde el año pasado, una situación que está retrasando las entregas de vehículos y que se ha visto agravada por los últimos acontecimientos. 

"La huelga de los transportistas es legítima, pero urge un acuerdo que frene el deterioro del conflicto y su ya notable impacto en la actividad económica", sostiene la patronal Faconauto, representante de los concesionarios, en un comunicado hecho público este martes. Los empresarios reclaman también "revertir el alto precio de los carburantes", que, consideran, "está disuadiendo a muchos compradores de cambiar de coche". 

Otro de los sectores que se está viendo perjudicado por los paros en el transporte es la construcción. Desde la patronal de productores de materiales de  construcción (Andimac), sostienen que el desabastecimiento que sufren "podría provocar un parón de las obras a partir de la próxima semana" y reclaman al Gobierno "un plan de choque con medidas urgentes". De no ser así, advierten de posibles cierres de tiendas de materiales de construcción, lo que en última instancia "afectaría a las obras".

La industria siderúrgica también denuncia dificultades. La patronal mayoritaria en el sector -Unesid- sostiene que ya "ningún fabricante del sector opera con normalidad", lo que ha forzado a las plantas a "reducir o incluso detener la producción". Los empresarios del metal sostienen que están teniendo problemas para abastecerse de materias primas y para hacer llegar sus productos a los clientes. "Los paros en el transporte están dañando muy seriamente a todo el sector productivo industrial", sostiene Unesid en un comunicado hecho público este martes.

Los empresarios de la gran industria española ya advirtieron el jueves pasado de los riesgos que supone para su actividad la huelga de transportistas. En un comunicado conjunto, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, una asociación que incluye a algunas de las principales patronales del sector, denunció "graves problemas en el funcionamiento de las industrias" y sabotajes por parte de los huelguistas.

El Gobierno sostiene que el desabastecimiento es "puntual"

El agravamiento de la crisis energética y el creciente malestar social por los elevados precios de los carburantes, la electricidad y el gas añaden cada vez más presión al Gobierno para que intervenga sobre los precios. Hasta el momento, el Ejecutivo solo ha anunciado un plan de 500 millones de euros en ayudas para bonificar el gasóleo profesional que no ha contentado a la plataforma convocante de los paros. En Moncloa siguen a la espera de la reunión del Consejo Europeo que arranca este jueves para terminar de perfilar su plan para bajar precios.

Por el momento, el Ejecutivo se ha limitado a hacer "una llamada a la tranquilidad". El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha expresado esta mañana que las faltas en los productos en supermercados son "puntuales" y las ha vinculado a un "aumento en el volumen de compras" y no solo al desabastecimiento. Además, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha pedido a los huelguistas que concilien su derecho a la libertad de expresión con el de no generar disturbios ni dificultar los derechos de los demás. 

El Ejecutivo no reconoce a la Plataforma para la Defensa del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional -la entidad convocante de las protestas- como interlocutor válido y, por ahora, centra la negociación en el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), que agrupa a las principales asociaciones del sector. 

Los huelguistas siguen sumando apoyos

Las protestas, lejos de desinflarse, siguen sumando adeptos. El lunes, tres asociaciones de transportistas de la CNTC -Fenadismer, Fetransa y Feintra- se sumaron a las movilizaciones. Previamente, ya había hecho lo mismo la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores. Los pescadores llevan sin faenar desde el viernes pasado y estiman que un 70% de la flota nacional está parada.

Los últimos en sumarse a las movilizaciones han sido taxistas, conductores de vehículos de alquiler, ambulancias y autobuses de transporte no regular, que han convocado una manifestación el domingo en Madrid para protestar contra los elevados precios de la energía.

El creciente apoyo popular de las protestas ha alertado a algunos de los socios parlamentarios del Gobierno. Según informa Europa Press, ERC, Bildu, Más País-Equo y Compromís han reclamado al Ejecutivo que se siente y escuche a las plataformas de transportistas movilizadas en el paro sectorial. No obstante, reconocen que Vox busca capitalizar la protesta.

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