Síntomas y tratamiento de la mastitis en perras, cuyo origen suele estar en los embarazos psicológicos

  • Las secreciones hemorrágicas, las úlceras, los abscesos y la gangrena glandular son algunas señales de mastitis.
Unos cachorros amamantando.
Unos cachorros amamantando.
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Unos cachorros amamantando.

La mastitis en perros, al igual que en personas, es la inflamación del tejido mamario que puede llegar a provocar dolor, calor, enrojecimiento, fiebre e incluso escalofríos. Además, en algunas ocasiones puede provocar infecciones y alterar la forma del pezón o las mamas. Pero, ¿por qué aparece la mastitis y qué síntomas presenta? 

Jose Antonio Carrillo, veterinario y consejero delegado de Vetersalud explica al diario 20minutos que esta enfermedad es "muy similar a la humana" pero que tiene "uno de sus orígenes diferente": "Se trata de las derivadas de las pseudogestaciones, más conocidas como embarazos psicológicos, ya que estos animales tienen mucha facilidad para padecerlos. Las hormonas modifican la glándula mamaria para producir leche y, si produces pero no hay cachorros que amamantar, el resultado es una mastitis".

Cómo identificar la mastitis

En cuanto a los síntomas, Carrillo explica que lo más común es "la inflamación constante del tejido mamario, el cual también se encuentra a una mayor temperatura de la normal (será diferente a la del resto del cuerpo del animal). También encontraremos esta parte enrojecida, por la congestión de sangre y, cuando lo toquemos, le producirá dolor al animal, ya que es algo bastante doloroso".

Otros síntomas que nos harán sospechar de una mastitis son las secreciones hemorrágicas, úlceras en las mamas, la formación de abscesos y gangrena glandular en la zona mamaria o, si la perra ha tenido cachorros, que estos no aumenten de peso, ya que dependen directamente de la calidad de la leche materna.

Por suerte, la mastitis es una enfermedad que se puede tratar, aunque el procedimiento a seguir variará dependiendo de la causa que haya originado esta patología. "En un principio hay que valorar cual es la causa. Puede generarse por una infección o bacteria o por un cambio hormonal", detalla el veterinario.

"Si es de origen infeccioso, habrá que suministrarle antibióticos al animal y controlar el dolor con analgésicos. En unas 48 horas la perra debería mejorar notablemente, aunque seguirá tomando la medicación hasta un máximo de diez días", explica Carrillo. 

Por otro lado, el veterinario admite que los procesos hormonales son mas lentos de tratar: "Para reestablecer los niveles hormonales normales en las perras, habrá que darle una medicación específica que lo regule. Normalmente tardará en torno a un mes en realizar este proceso, aunque no hay un tiempo determinado, es bastante flexible".

En los casos más extremos y de mayor gravedad, el drenaje de las glándulas mamarias e incluso la mastectomía pueden ser opciones necesarias. "Además, después cualquier tratamiento, si el animal no lo está y no se pretende tener cachorros, siempre se recomienda la esterilización, ya que de esta forma se evitarán problemas, al menos hormonales, en un futuro", concluye.

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