Cuando este lunes la autopsia ha revelado la muerte violenta de Esther López de la Rosa, los nombres de sus amigos Carlos y Óscar y un supuesto amante,  apodado 'El Manitas', han resonado con fuerza encima de la mesa de los investigadores. Aunque todavía no se han facilitado más datos respecto de las causas concretas del óbito, se sabe que Esther desapareció el paso miércoles 12 de enero y fue hallada, sin signos aparentes de violencia y con la misma ropa de aquella noche, el pasado 5 de febrero en Traspinedo, localidad vallisoletana de la que era vecina y dónde se la vio por última vez. 

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Además, su cadáver fue descubierto en una zona ya peinada anteriormente, por lo que es posible que alguno de los investigados lo haya depositado tiempo después para evitar ser descubierto.

Entonces, ¿quiénes son los principales sospechosos del crimen de Esther López?

Sus amigos

Óscar y Carlos son amigos de Esther y en principio, la últimas dos personas que la vieron con vida. Según el relato que ha construido la Guardia Civil, la joven quedó con ambos el pasado miércoles 12 de enero para ver la semifinal de la Supercopa que enfrentaba al Real Madrid y el FC Barcelona en un bar del pueblo. Al término del partido fueron a casa y después, a otro bar.

Carlos

Asistió al bar junto a sus amigos y viajó con Esther en el vehículo que conducía Óscar. No obstante, teniendo en cuenta su versión, abandonó el coche para dirigirse a su casa- hora de llegada que corroboran sus hijos y que también recogen unas cámaras de seguridad.

Según él, Óscar y Esther discutieron porque ella quería seguir de fiesta y él la dejó en las inmediaciones sin que se volviera a saber nada más de ella en los últimos veinticuatro días.

Por otro lado, el pasado sábado la Guardia Civil inspeccionó durante unas horas su turismo. Cuando le solicitaran las llaves del mismo, él se las cedió sin consultar a su abogada, tal y como ha podido saber Europa Press.

Óscar

Fue el conductor aquella noche y por tanto, su vehículo ha sido objeto de sospecha desde la desaparición de la joven. Tras inspeccionarlo, a los agentes les llamó la atención que estuviera "demasiado limpio":  estos revelaron que ni siquiera había polvo en las alfombrillas del suelo. Pudo haber limpiado su vehículo para borrar pruebas. 

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Pero han sido las diferentes versiones que ha dado sobre la noche de los hechos lo que ha hecho acrecentar las sospechas sobre su persona. 

A lo largo de estas últimas semanas, Óscar ha dado hasta tres explicaciones diferentes e incompatibles: que si el 12 de enero dejó a Esther en casa y se fue, que si ella quería seguir de fiesta y quería ir a Valladolid o que ésta había quedado con alguien y por tanto, se bajó del coche en un punto de la carretera donde iban a recogerla. A esta última hipótesis le han dedicado más esfuerzos los investigadores, sabedores de que cerca del cruce en cuestión se se encuentra el chalet de Ramón, "El Manitas", un pequeño traficante de droga y viejo conocido de Esther.

Un viejo conocido, 'El Manitas'

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Es el tercer sospechoso, pero uno de los más señalados. De hecho Ramón G., un hombre de 48 años, es el único que ha estado detenido hasta ahora. Tras pasar seis días en el calabozo, confesó que Esther durmió en su casa varias veces hace "mucho tiempo". En esa línea, también aseguró que hacía dos o tres meses que no la veía y que, por tanto, no estuvo con ella el día de su desaparición. 

Su casa y su coche fueron inspeccionados. Como respuesta, llegó a hacer una huelga de hambre, pero los agentes no encontraron nada.

En estos momentos, se encuentra en libertad provisional  por falta de pruebas. Debe personarse todos los días en el puesto de mando de la Guardia Civil de Laguna de Duero y tiene prohibido salir de España.